Señalada como una parte fundamental de la visita de diputados libertarios a represores, Patricia Bullrich aparecerá en menos de dos semanas, junto a Javier Milei, en la provincia de Buenos Aires. Un municipio pica en punta, se esperan tres oradores y, fundamentalmente, se aguarda por el lanzamiento de una coalición de gobierno.

La ministra de Seguridad es una de las dirigentes con mejor imagen positiva a nivel nacional, dentro del ecosistema de la derecha nacional y está cómodamente posicionada en los sondeos de la Ciudad de Buenos Aires. Patricia, hoy por hoy, no tiene intenciones de abandonar la silla ejecutiva que ocupa para no perder el día a día con el presidente, para no aislarse de la agenda de la Casa Rosada y de los resultados palpables para la ciudadanía. Pero es una soldada y si en 2025 es necesitada, con un pedido expreso de Milei, no tendría inconvenientes en su nombre en una boleta.

Según el último sondeo de CB Consultora, los votantes de Bullrich en 2023 optarían, en CABA, por el candidato de La Libertad Avanza para las elecciones legislativas del año que viene, mientras que un 38,5% seguiría bajo el ala PRO y casi un 6% detrás de la UCR. Una preocupación para los amarillos en su kilómetro cero.

Patricia está segura de que el votante del PRO ya migró hacia La Libertad Avanza, mientras que el macrismo entiende que sucedió eso sólo porque la dirigencia amarilla lo pidió, más allá de que los votos no tienen dueño. La buena imagen de la ministra de Milei encontró una suerte de obstáculo con la denuncia de la diputada libertaria Lourdes Arrieta contra el Servicio Penitenciario Federal que funciona bajo la órbita de Seguridad. Un condimento no esperado que, en medio de una pelea simbólica con Macri, le sienta bien al ex presidente.

Bullrich es vista como una persona con calle, con territorio, a diferencia del niño casta de Mauricio. La ministra juega para ella, construye en base a lo que le conviene, salta de un partido a otro y hoy su presente la encuentra junto a La Libertad Avanza porque el PRO ya es un cascarón vacío, sin demasiada utilidad. Macri fue advertido de esto hace unos años, no por ella y por su armado. Ahora, el ex presidente cuestiona que los dos candidatos amarillos, en 2023, usaron la estructura partidaria para alimentar sus propios intereses.

Patricia reaparecerá políticamente junto a Milei en el Conurbano. En principio, el municipio elegido sería Tres de Febrero, para jugar de local en el territorio comandado por Diego Valenzuela. Se baraja un acto en el Club Almagro, con el presidente y la ministra como dos de los protagonistas, acompañados por el diputado José Luis Espert, posible candidato libertario en Buenos Aires. 

Sin embargo, todavía no quedaron descartados ni La Plata, por la cercanía con Axel Kicillof, ni La Matanza, bastión del peronismo. Por ahora, se abordaron detalles operativos, vinculados a la seguridad y las habilitaciones, por lo que la cuestión relativa al contenido se afinará más llegada la fecha. Sí se sabe que se buscará desplegar una puesta en escena como la hecha por Milei en el Luna Park, bajo la excusa de la presentación de su libro.

La organización del acto está en manos tanto del bullrichismo como de La Libertad Avanza, de Buenos Aires. Se espera que esos tres dirigentes brinden sus palabras desde el escenario, con el objetivo de darle volumen político a un presidente que normalmente se muestra en soledad y habla de economía. 

Envuelto en una batalla sin fin con el macrismo, Milei decidió darle gestos de apoyo a su hermana, Karina, y asesor estrella, Santiago Caputo, ante las críticas de Mauricio Macri al “entorno” que no se deja ayudar. Por el momento, Patricia Bullrich no rompió el partido amarillo, sólo el bloque en Buenos Aires donde se trabaja en un armado conjunto con los libertarios. O tiene un alto costo político romper el juguete electoral o no quiere generar disputas de casta cuando, todavía, el PRO y LLA pueden estar juntos.

El gobierno está inmerso, hace meses, en conflictos. Desde el desfinanciamiento hasta alimentos no entregados, pasando por la visita a genocidas y adversidades parlamentarias. La oposición pudo dictaminar la movilidad jubilatoria en el Senado, dejándola lista para ser sancionada y, si bien no pudo hacer lo mismo en Diputados, los DNU que disolvieron la Agenda Federal de Inteligencia y otorgaron $100.000 millones en fondos reservados a la SIDE podrán tratarse en el recinto la semana que viene. Legisladores de la Coalición Cívica, Encuentro Federal y la UCR pidieron una sesión especial por este tema para el jueves que viene a las 10.

El senador radical chaqueño Víctor Zimmerman ya tenía una posición adoptada, más tendiente a la abstención. Mientras que el diputado catamarqueño Francisco Monti prefirió mantenerse alejado de un voto conjunto con el kirchnerismo. En las provincias, Milei suele tener un excelente nivel de aceptación y eso pesa a la hora de adoptar ciertas posiciones.

El que sí acompañó la intención de ampliar el temario para incorporar esos DNU fue Nicolás Massot que, por esa acción, fue apuntado por el troll libertario, Gordo Dan. El diputado le respondió duramente en las redes sociales: “Mamarracho”, le dijo y lo invitó a elegir “día y hora” para discutirlo en persona. Vínculos que se fueron rompiendo.

Hoy, Martín Menem tiene sólo a Miguel Ángel Pichetto como nexo con el bloque Encuentro Federal, por eso se buscó apuntar a otros satélites por la caída de la sesión del miércoles aunque, en las últimas horas, no pudo evitar ocultar su sorpresa por la ausencia de ese espacio a la hora de dar quórum.

Para la semana que viene, Menem tiene intenciones de retomar la fallida sesión de este miércoles. El enojo con el presidente de la Cámara es cada vez más extendido. Si bien todavía se mantiene la intención de debatir y acompañar leyes que se consideren necesarias para el país en materia económica, Encuentro Federal, el bloque comandado por Miguel Ángel Pichetto, es el más molesto con los manejos del gobierno por estas horas.

El miércoles, durante la reunión de Labor Parlamentaria previa a la sesión, no hubo acuerdo sobre qué hacer con los diputados que visitaron genocidas. En la previa, supuestamente se había acordado un repudio y un emplazamiento de la comisión de Asuntos Constitucionales. Al no haber consenso, Encuentro Federal propuso una solución intermedia a la planteada por la UCR-PRO-LLA, por un lado, y Unión por la Patria por el otro.

Al no tomarse en cuenta esta opción, el bloque definió no bajar a colaborar con el quórum porque quieren ponerle un freno a la rotura de acuerdos políticos por parte del oficialismo. O la no generación de los mismos. Se vio que la sesión apareció como un ring entre los dos polos de la grieta para que cada cual tenga un lindo video que compartir en redes sociales.

El conflicto con Encuentro Federal tiene varias idas y vueltas, pero el episodio que rompió la relación fue la quita de una silla, para este bloque, en la comisión bicameral de inteligencia. Para ese banco se había propuesto a Emilio Monzó, que está que arde. A él se le propuso, en compensación, la presidencia de otra comisión bicameral, pero no la quiso porque apunta a que se cumplan los compromisos.

A la bronca por este episodio, por el desorden y falta de organización, también se le suma que el gobierno atacó a la oposición, durante la primera parte del año, por la ley Bases. Argumentó, el oficialismo, que su plan económico no podía despegar sin esta herramienta pero, ahora sancionada, no termina de reglamentarla.

Por Carla Pelliza / El Destape