Facundo Manes es hasta acá la referencia de un escaso grupo de diputados radicales que no acompañó las iniciativas del gobierno de Javier Milei y, lejos de plegarse a la oposición “dialoguista”, se mostró muy crítico de las políticas implementadas por el Presidente. Con el 2027 como principal objetivo, ya trabaja para renovar su banca en las próximas legislativas y quedar posicionado como un opositor para luego construir una coalición amplia a nivel nacional. Así, en un acto que encabezó en el conurbano bonaerense, se lo vio acompañado con dirigentes peronistas ligados al ex ministro de Economía Roberto Lavagna con los que comenzó a trabajar de cara a lo que viene. 

Según explicaron desde su entorno, Manes cree que la llegada de Milei puso en jaque a los partidos políticos y prefiere comenzar a construir con actores de la sociedad civil y de lo que considera como parte de la “buena política” por fuera de los radicales. “Tiene terror de quedar encorsetado dentro del radicalismo”, soltaron. Esos contactos se extienden a la Iglesia. Mantiene diálogo con el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Oscar Ojea, allegado al papa Francisco. Su preocupación pasa por la demanda que reciben a diario los comedores y por cómo repercute la pobreza estructural en la alimentación de los menores de edad. Ya se había expresado en ese sentido en marzo durante una actividad convocada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP) de la que participó junto a dirigentes sociales para impulsar una nueva ley de emergencia alimentaria.

En enero pasado, con la Constitución Nacional en la mano y en alto, Manes pronunció un duro discurso durante el debate de la frustrada primera Ley Bases con tono más de lanzamiento de campaña que sobre el proyecto en sí y con énfasis en las consecuencias del “ajuste ajuste sobre la clase media y los sectores vulnerables”. Calificó como “insensible” al Gobierno. Junto a Pablo Juliano fueron los únicos radicales que votaron en contra, mientras que los dos se abstuvieron en la votación de la segunda y más acotada versión como también en el paquete fiscal. 

Ya con las herramientas aprobadas que requería el Poder Ejecutivo, Manes retomó sus charlas en instituciones académicas, ámbitos cómodos para el perfil del neurocientífico. El jueves pasado encabezó un acto en el Aula Magna de la Universidad de Lanús bajo la consigna “Misión Argentina”. Allí profundizó sus críticas poniendo el foco en las contradicciones entre el discurso y los beneficiados con las políticas de Milei durante su primer semestre: “El Presidente vino a combatir la casta política, y no sólo que se rodeó de la casta, sino le está entregando el país a una casta de oligarcas. Los que llegan con odio gobiernan con odio y nosotros estamos acá para impedirlo”. Desde la organización apuntaron que había más del doble que la capacidad para 300 personas del lugar.

Entre las distintas consignas que dejó, resaltó como “único mensaje” del acto su intención de “crear un movimiento amplio, no restringido, entre la sociedad civil y la mejor política para hacer oposición a este gobierno que gestiona para el 20% de los argentinos”. Lo acompañaban en el escenario el rector de la Universidad de La Matanza, Daniel Martínez, y el economista Martín Rapetti que en la última campaña integró el equipo económico del diputado.

Entre los invitados estaban Gastón Manes, presidente de la Convención Nacional de la UCR, y los siete diputados nacionales que junto a él conformaron un espacio interno dentro del bloque que conduce Rodrigo de Loredo. Ellos son Pablo Juliano, el más cercano y su armador bonaerense, Jorge Rizzotti (Jujuy), Fernando Carbajal (Formosa), Pedro Galimberti (Entre Ríos), Marcela Coli (La Pampa), Juan Carlos Polini (Chaco) y Manuel Aguirre (Corrientes).

Al lado de ellos estaban varios dirigentes de Evolución, el espacio que conduce Martín Lousteau. La cara más conocida era la de Danya Tavela, diputada cuyo mandato vence el año próximo. Desde el entorno del senador nacional señalaron a El Destape que entre el neurocientífico y el economista “hay diálogo y coincidencias” en torno al diagnóstico de la crisis del país y la intención de construir una alternativa electoral a los modelos kirchnerista y mileísta. “Facundo expresa la misma preocupación que Martín respecto de lo que creemos está haciendo el gobierno de Milei”,explicaron y confiaron: “No especulamos con los resultados electorales que puede darnos ir en una alianza con la Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires o en Córdoba”. Teléfono para Maximiliano Abad y Rodrigo de Loredo. 

Pero por fuera de los radicales, las presencias que más llamaron la atención fueron las de Alejandro “Topo” Rodríguez y Fernando Asencio, dos referentes del peronismo bonaerense de La Matanza. El primero fue diputado nacional hasta el año pasado y el segundo formó parte de la gestión del exgobernador Felipe Solá y fue exfuncionario en Cancillería. Ambos están históricamente ligados a Lavagna y forman parte del Instituto Consenso Federal. Ambos ven en Manes “la capacidad y voluntad” de liderar una amplia coalición que creen necesaria conformar de cara al 2027. También estaba Pedro Del Piero, ex senador nacional del Frepaso.

Ninguno está ligado al kirchnerismo, que junto al mileísmo representan los dos polos de los que el radical busca alejarse y así consolidar una “nueva oposición” de centro que atraiga a dirigentes que no se sienten representados por los extremos. Es lo que propuso para los últimos comicios, como cuando buscó sumar a Juntos por el Cambio sin suerte al peronista cordobés Juan Schiaretti.

Manes evaluó que “este momento económico y social de Argentina se irá complejizando más” por lo que llamó a “tener una causa, un propósito mayor a uno mismo” y para cerrar reclamó: “Dejémonos de bancar delirios y mentiras, pongámonos a trabajar".

La charla fue la primera de una serie de actividades que se llevarán adelante en distintas universidades e instituciones del país y en las que participarán representantes de múltiples sectores de la economía, del trabajo y de la educación. Queda poco más de un año para 24 elecciones legislativas que tendrán mayor o menor coincidencia en cada una de ellas con la lógica nacional. Es la primera estación de cara al 2027 y en la que Facundo Manes quiere sembrar la semilla de su construcción nacional antigrieta.

Por Lucas Bo / El Destape