Haciendo hincapié en que Israel no había convencido a la Corte Internacional de Justicia de que se habían hecho suficientes esfuerzos para proteger la vida civil, la CIJ ordenó el viernes a las Fuerzas de Defensa de Israel que pusieran fin de inmediato a su ofensiva militar en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, y abrieran el paso fronterizo sur de Egipto a la ayuda humanitaria.

"Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar o cualquier otra acción en  Rafah que pueda infligir al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que podrían provocar su destrucción física total o parcial", dijo el juez Nawaf Salam, presidente del tribunal, que es el máximo panel judicial de las Naciones Unidas.

Añadió que el tribunal "no estaba convencido de que los esfuerzos de evacuación y las medidas conexas que Israel afirma haber adoptado para mejorar la seguridad de los civiles en la Franja de Gaza y en particular de los recientemente desplazados de  Rafah [son] suficientes para aliviar el inmenso riesgo al que está expuesta la población palestina como resultado de la ofensiva militar en Rafah".

Salam dijo que al examinar el caso de Sudáfrica, que ha obligado a más de 800.000 personas a huir de Rafah tras el desplazamiento de más de 1 millón de personas a la ciudad desde octubre, el tribunal concluyó que la situación humanitaria ahora es "desastrosa" y se ha "deteriorado aún más" desde que la CIJ emitió su última orden a Israel en marzo.

Esa orden exigía que Israel permitiera la entrada de ayuda humanitaria que se necesitaba desesperadamente en Gaza, ya que se informó de decenas de muertes por inanición, incluso entre niños.

Pero el 6 de mayo, Israel tomó el control del cruce de Rafah, dejando a los hospitales locales con un suministro de equipos médicos y combustible que se agotaba rápidamente e intensificando la crisis de hambruna en la ciudad y en toda Gaza.

El tribunal ordenó a Israel "abrir el cruce de Rafah para la provisión sin obstáculos y a gran escala de servicios básicos y asistencia humanitaria que se necesitan con urgencia".

También dijo que Israel debe "garantizar el acceso sin obstáculos a la Franja de Gaza de cualquier comisión de investigación, misión de investigación u organismo de investigación encargado por los órganos competentes de la ONU para investigar acusaciones de genocidio".

Los fallos de la CIJ son jurídicamente vinculantes, pero el ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, que en abril pidió la "aniquilación total" de Rafah y otras ciudades de Gaza, dijo el viernes que el gobierno "no aceptará" detener su ataque militar.

Al Jazeera informó que Israel no planea "responder a la decisión del tribunal, ni política ni militarmente".

Sarah Leah Whitson, directora ejecutiva de Democracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN), dijo que los países (incluido Estados Unidos) que han seguido financiando a las Fuerzas de Defensa de Israel mientras el número de muertes civiles en Gaza se ha disparado deben suspender su apoyo a la luz de la decisión.

"El fallo claro e inequívoco del tribunal que ordena detener la ofensiva militar de Israel en Rafah no deja ambigüedad sobre lo que debería seguir: un embargo de armas a Israel", dijo Whitson. "Las continuas transferencias de armas estadounidenses a Israel constituirían un desafío deliberado a las órdenes del tribunal y convertirían a nuestro gobierno en cómplice del genocidio".

Si bien Israel "no se responsabilizará y no pondrá fin voluntariamente a sus crímenes", dijo el director de defensa de DAWN, Raed Jarrar, el fallo confirmó que "se necesita acción internacional".

"La comunidad internacional tiene la obligación de utilizar presión y sanciones para obligar a Israel a poner fin a sus atrocidades, del mismo modo que utilizó presión y sanciones para obligar a Sudáfrica a poner fin al apartheid", dijo Jarrar.

Publicado en el portal Common Dreams