Cuándo se podrá volar de Nueva York a París en 90 minutos: una empresa avanza para lograrlo

Actualidad - Internacional26/08/2023
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Una startup de la industria aérea pretende concretar un vuelo de 90 minutos entre Nueva York y París. ¿Lo logrará?

Según Forbes, “a principios de este mes, un esqueleto de aluminio curvado de 12 metros de largo esperaba en la cavernosa fábrica de Hermeus en Atlanta. Era el prototipo de un dron llamado Quarterhorse. Nunca volará”.

“En cambio, está previsto que se pruebe en tierra a partir de septiembre. AJ Piplica, CEO de Hermeus, y sus cofundadores creen que es el primer paso de un largo camino hacia un objetivo audaz: construir un avión capaz de transportar 20 pasajeros a velocidad hipersónica, cinco veces más rápido que el sonido, o 6195 kilómetros por hora.

“Imagínese de Nueva York a París en 90 minutos. Toda una mejora respecto a las siete horas y media de un vuelo comercial actual”, indicó Forbes.

“Han pasado 20 años desde el último vuelo del Concorde, el innovador avión supersónico que perdía dinero. Hasta ahora, ninguna de las empresas que han intentado recuperar los viajes supersónicos ha despegado. Piplica reconoce que Hermeus se enfrenta a retos técnicos aún más difíciles al construir un avión de pasajeros que pueda volar durante largos periodos de tiempo con el intenso calor y la extraña dinámica que se crea cuanto más se asciende por encima de la velocidad del sonido”, indicó.

“Pero dice que ése no es el mayor problema. “Los retos empresariales son los más difíciles”, explica Piplica, de 35 años, a Forbes. “No vas a recaudar miles de millones de dólares para desarrollar un avión de pasajeros”, indicó.

“La solución de Piplica: probar la tecnología en gran medida con el dinero del Pentágono desarrollando drones hipersónicos más pequeños, aprovechando la urgencia de Washington por alcanzar a Rusia y China en el despliegue de misiles hipersónicos maniobrables”, expresó.

“Quarterhorse pretende servir de banco de pruebas reutilizable para someter materiales y equipos a condiciones de alta velocidad. Hermeus obtuvo un contrato de 30 millones de dólares de las Fuerzas Aéreas estadounidenses que se destinarán a la construcción y el vuelo de tres versiones de la aeronave. El primer vuelo está previsto para 2024, y Piplica afirma que espera que el costo total de desarrollo sea inferior a 100 millones de dólares”, se precisó.

“También está previsto utilizar un segundo dron más grande, Darkhorse, que Hermeus espera empezar a probar en vuelo en 2026, como vehículo de pruebas, así como para vigilancia y ataque de largo alcance”, afirmó.

“Darkhorse, que aparece aquí en una representación artística, tendrá aproximadamente el tamaño de un caza F-15 y será propulsado desde el despegue por el mismo motor, un turboventilador F100″.

En ese momento, dice, Hermeus “habrá construido una base financiera lo suficientemente sólida como para invertir realmente en hacer la transición a Halcyon sin una cantidad ridícula de capital privado”.

Sobre la base de ese plan de negocio, Hermeus ha recaudado 119 millones de dólares.

“El objetivo de Hermeus de tener aviones en servicio a mediados de la década de 2030 es una tarea increíblemente difícil”, indicaron los expertos a Forbes.

“El reto no consiste en alcanzar velocidades hipersónicas: los misiles y los vehículos espaciales lo hacen con regularidad. La dificultad estriba en construir algo que pueda mantener esas velocidades y tensiones y que sea reutilizable”, afirmó Luca Maddalena, investigador en hipersónica de la Universidad de Texas en Arlington.

“Un avión se vuelve supersónico cuando supera la velocidad del sonido, o Mach 1, pero no hay una velocidad específica a la que comience el territorio hipersónico. Se define por su dinámica peculiar. A medida que aumenta la velocidad por encima de Mach 5, el calor empieza a provocar reacciones químicas en el aire que rodea al vehículo”.

“El oxígeno y el nitrógeno se dividen en átomos individuales y pueden reaccionar con la piel del avión. El avión ya no vuela en el aire que lo rodeaba en la pista. “Es una sopa de gases diferentes”, dice Maddalena, “y lo más probable es que sea diferente en cada punto del vehículo” debido a las variaciones de temperatura y presión. A mayor velocidad, parte del gas puede convertirse en plasma. Predecir el comportamiento de un avión requiere combinar la química y la mecánica cuántica con la aerodinámica. A los científicos aún les queda mucho trabajo por hacer.

“Si funciona, para cuando Hermeus empiece a construir Halcyon, su avión de pasajeros, Piplica dice que habrán construido sucesivamente de seis a diez prototipos de Quarterhorse y Darkhorse y encontrado soluciones a muchas de las incógnitas técnicas del vuelo a alta velocidad. Al fin y al cabo, según Piplica, el ser humano sólo tiene unos 30 minutos de experiencia por encima de Mach 4 con los llamados aviones de respiración aérea, que utilizan el oxígeno que les rodea para la combustión del combustible en lugar de llevarlo a bordo como hacen los cohetes, lo que deja menos espacio para la carga útil, como los pasajeros. Cuando acaben todas las pruebas, Piplica espera tener una flota de drones hipersónicos que obtengan ingresos sólidos realizando misiones del Departamento de Defensa”, indicó.

Un requisito clave para que un avión hipersónico sea viable será su durabilidad. “No puede llegar con la mitad de vida útil que un vehículo subsónico actual”, afirmó Mary Jo Long-Davis, responsable del Proyecto de Tecnología Hipersónica de la NASA. “Eso no cerrará el modelo de negocio”.

Nota:infobae.com

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