Los memes como estructura de cada tribu cultural





"Una tribu es un grupo de personas conectadas entre sí. Este grupo está conectado a un líder y a una idea que consigue inspirar pasión entre todos sus miembros"
Tribus, 2008),
Seth Godin
El concepto de "impulso cultural" propuesto por el científico Alan Wilson, de la Universidad de California en Berkeley, remeda el conocido concepto de meme cultural del conocido biólogo evolucionista Charles Dawkins. Esto implica cómo las microhistorias se incorporan, transmiten y modifican la cultura de las personas, así como también su entorno y medio ambiente, lo que Dawkins llama "fenotipo extendido", siendo el meme la mínima unidad teórica de transmisión cultural, como si fuera un germen o un gen que produce una proteína.
Si bien historicidad puede ser transmitida por el impulso cultural antes planteado, también puede serlo por posibles impactos epigenéticos; es decir, modificaciones genéticas heredables provocadas por el medio ambiente que apoyen esos cambios.
La transmisión de la información conlleva procesos grupales y gregarios, trascendentes para la evolución de la cultura del ser humano. Entender lo que le pasa al otro (teoría de la mente) y así desarrollar la intersubjetividad que transmite conocimiento. Los procesos emparentados con ideales imaginarios tribales probablemente hayan constituido nuestra conducta social, generando afectos comunitarios y la organización estructural grupal. La transmisión acumulativa de aprendizaje deriva en una supersociabilidad en el humano.
Se genera así un "orden imaginado", un concepto que implica muchos de los ordenamientos que presentamos en la sociedad, basados en los sistemas de creencias. Este orden propuesto por el historiador Yuval Harari permitiría agrupar a miles de millones de personas bajo un mito imaginario, como ser patria, dios, objetos sobrenaturales u otros. Estas ficciones son procesos imprescindibles para la conformación de grandes grupos humanos.
El homo sapiens se convirtió en una especie con gran capacidad para aprender y transmitir habilidades y tecnología. Lo que el estudioso de primates Robert Sapolsky, de la Universidad de Stanford, propone es que el humano es el único primate que va más allá de los límites de la evolución, especialmente a través de la cultura, pudiendo superarse día a día. En su esperanza de vida, en la altura corporal y en las metas a alcanzar, desde las deportivas hasta las intelectuales (entre otros progresos). Si bien se plantea que la humana es la única especie que puede practicar el altruismo con otras especies, Sapolsky estudió otra variable: la agresividad.
Mark Pagel, especialista en biología evolutiva de la Universidad de Reading, postuló que hace 60.000 años se produjo una aceleración evolutiva: cuando el hombre salió de África hacia Europa y Asia. A pesar de que se han descubierto actualmente, puntas de lanzas y adornos colgantes, en Sudáfrica y Etiopía miles de años antes de esa fecha y mucho antes de los primeros esbozos de actividad simbólica encontradas en Europa y que datan de hace aproximadamente 35.000 años. Es decir, el proceso cultural generado por nuestro cerebro abstracto comenzó mucho antes que lo pensado y en lugares muy variados. Así, el ser humano se convirtió en una especie con gran capacidad para aprender y transmitir tanto habilidades como tecnología.
El sistema nervioso no solo estimula y aprende sino que también produce innovación creativa, generando el "impulso cultural" descrito por Wilson, quien planteó la hipótesis de una relación directa entre tasa de innovación y el tamaño cerebral, base de la flexibilidad cognitiva.
ADN y metilación
La epigenética podría ser otro de los mecanismos claves de transmisión fenotípica. En los últimos años se ha mencionado la "metilación del ADN" como base de la epigenética, ya que se incluye siempre una de las bases del ADN, la citosina (especialmente cuando se repite el dinucleótido citosina-guanina). Dependiendo de qué sector se ADN se mutile se activará o se suspenderá un gen, llamándose "promotores o interruptores genéticos". Este mecanismo de metilación puede estudiarse y diagnosticarse, pero además genera algo revolucionario que altera las concepciones darwinianas de la evolución: podría heredarse y generar situaciones repetibles en la descendencia, algo que se parece más a la teoría del lamarckismo. Algo parecido a lo que Kevin Laland llama "sinfonía inacabada de Darwin", quizá porque entre otras cosas no consideró el darwinismo (no a Darwin) como la posible herencia de la epigenética.
El mismo Laland acuñó el término "nicho de construcción", que contempla especialmente la modificación que realiza una especie en su propio medio ambiente o sobre otro al cual emigre y el impacto que esto genera sobre sí y otras especies. Algo parecido a los memes culturales que el homo sapiens genera sobre su propia especie.
En ese marco, se plantea que las culturas exitosas son aquellas capaces de reproducir y difundir sus memes a las demás culturas como una unidad contagiosa, a pesar de que los nacionalismos no están de ello. Si bien los memes han adquirido otra concepción semántica, el concepto revolucionario de "memes culturales" implica una "acumulación cultural" que modifica su "nicho de construcción" a través de la transmisión intersubjetiva y nuestro refinado lenguaje; pero, probablemente, además con la intervención de la extensión fenotípica de la epigenética.
Por Ignacio Brusco * Neurocientífico y profesor. Decano de la Facultad de Ciencias Médicas (UBA). PhD en Medicina y en Filosofía. / BaeNegocios