Lejos de apaciguarse tras la renuncia de Mauricio Macri, la interna dentro de Juntos por el Cambio se agudizó en los últimos días con pases de factura por el armado en la Ciudad de Buenos Aires y las chicanas entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, que alimentan un clima de tensión de cara a las elecciones 2023. Con el expresidente corrido de la disputa por el Ejecutivo, hay dudas por las candidaturas en la Provincia y en CABA, donde el jefe de Gobierno debe definir cuándo serán las elecciones y cómo se votará.

Reproches, chicanas y una respuesta light

Sin haber firmado la pipa de la paz, Rodríguez Larreta y Bullrich tuvieron una única coincidencia esta semana: las críticas lanzadas al gobierno nacional tras el crimen del colectivero Daniel Barrientos en La Matanza, que derivó una seguidilla de protestas de choferes que exigían medidas de seguridad y terminó con el ataque contra el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.

Con un tono similar, Bullrich y Larreta repudiaron las agresiones contra el funcionario de la Provincia. “No admito la violencia contra la autoridad, ni hoy ni cuando fuimos víctimas”, disparó la exministra de Seguridad. El jefe de Gobierno también condenó “las agresiones al ministro Berni”. “Estamos en contra de toda violencia”, dijo.

Bullrich y Larreta volvieron a protagonizar un cruce fuerte días atrás, luego de que la titular del PRO dijera que si llegara a ser presidenta lo convocaría para ocupar algún ministerio. Sus palabras no cayeron bien en el larretismo. El jefe de Gobierno porteño la escuchó en vivo en un programa de televisión y sin tiempo para el ensayo esbozó una respuesta: “Todos aquellos que están en carrera para la presidencial, decir que uno los haría ministros es bajarle el precio. Es una falta de respeto”.

Pero además, esta semana Bullrich insistió en que hay proyectos en los que está más cerca de Javier Milei que de Larreta. Es cierto que la exministra tiene mayor afinidad y un vínculo frecuente con el libertario que amenaza con recortar planes sociales, privatizar empresas estatales y cerrar el Banco Central. Incluso hay quienes no descartan un acuerdo en caso de que alguno de los dos llegue a un eventual ballotage en las elecciones 2023.

En el larretismo se preguntan por qué Milei continúa atacando al jefe de Gobierno, si al libertario le conviene confrontar con la presidenta del PRO debido a que las bases de electorado son similares. Sin embargo, el blanco de las críticas que el libertario lanza en cuanto programa de televisión lo entrevisten suele ser Larreta y no Bullrich.

La sucesión porteña, danza de nombres y una pelea subterránea

La interna en Juntos por el Cambio también se agitó también en territorio porteño. Semanas atrás Macri le exigió a Rodríguez Larreta que el PRO lleve un candidato único en la Ciudad y que sea Jorge Macri. Por ahora no hay novedades de que el resto de los aspirantes amarillos vayan a bajarse. De hecho, en los últimos días continuaron las recorridas del ministro de Salud, Fernán Quirós, y su par de Educación, Soledad Acuña, quienes hace meses levantaron el perfil como posibles sucesores de Larreta.

La posible candidatura única y sin PASO de Jorge Macri desató fuertes críticas incluso de la propia Elisa Carrió. Desde la Coalición Cívica cuestionaron al exintendente de Vicente López por el salto a la Ciudad y se preguntaron si podía ser candidato, por los años de residencia en CABA. Facundo del Gaiso, legislador porteño cercano a Carrió, lanzó por Twitter: “Se tiene que aclarar para despejar dudas sobre la posibilidad de competir en la Ciudad”.

Pero además, en las redes sociales apareció – y se viralizó – un video muy reciente, de 2021, en el que Jorge Macri cuestionaba el salto de Diego Santilli de la Ciudad a la Provincia. “Si yo dijera que quiero ser candidato en la Ciudad de Buenos Aires, ¿qué dirían ustedes? Sería raro, extraño. No sé por qué naturalizamos la idea de Larreta de querer cruzar candidatos”, decía Macri (Jorge) hace apenas dos años.

Carrió avisó hace meses que apoyaría la candidatura de Quirós. En el radar, además, aparece el resto de los candidatos de Juntos por el Cambio, como Martín Lousteau, que una semana atrás se reunió con Macri (Mauricio), quien se niega a que el PRO pierda la hegemonía que mantiene en la Ciudad hace 16 años en manos de la UCR. Lousteu ya compitió en 2015 como candidato a jefe de Gobierno y forzó un ballotage con Larreta, aunque luego se alió al macrismo. Ahora, cuenta con un fuerte respaldo de Daniel Angelici.

En este escenario, Rodríguez Larreta tiene plazo hasta el 14 de abril para definir cómo se votará en la Ciudad de Buenos Aires: si se desdoblan las elecciones, si las elecciones 2023 se llevan adelante el mismo día que las nacionales o si se opta por un esquema de “desdoblamiento recurrente” que implicaría votar todo un mismo día, pero las candidaturas nacionales se votan con la boleta tradicional de papel y las de la Ciudad, con Boleta Única de Papel o boleta electrónica.

María Eugenia Vidal le mete suspenso a su candidatura

María Eugenia Vidal, por su parte, sostiene el misterio respecto a su candidatura. Por ahora está anotada como precandidata a presidenta. “Tengo vocación, quiero ser presidenta”, avisó días atrás durante una visita a Entre Ríos. 

Sin embargo, suele aclarar que no es el momento para dar el debate de las candidaturas y repite, cual mantra surgido de un focus group, que “la política es un circo sin gente y los argentinos están afuera de la carpa”.

Vidal anunciaría a fin de mes si se presenta o no, siempre en función de lo que marquen las encuestas. Por ahora, la exgobernadora bonaerense que saltó a la Ciudad en 2021 aparece tercera en la interna del PRO, por debajo de Bullrich y Larreta.

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