Eficiencia energética en Argentina, un tema pendiente

Economía 04 de marzo de 2023
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Si bien esta vez Cammesa estuvo a las alturas de los problemas y rápidamente fue reestableciendo el servicio, luego del gran apagón del miércoles último, cuando se analiza las causas siempre se habla de exceso de consumo, ya sea por el calor, falta de agua o de gas natural, pero no se dice absolutamente nada de lo que se denomina eficiencia energética, que precisamente, hace que los países en general y las personas en particular consuman menos energía o en el mejor de los casos en forma más ordenada.

Cuando se habla de eficiencia energética se refiere “al conjunto de acciones que permiten mejorar la relación entre la cantidad de energía consumida y los productos y servicios que se obtienen a partir de su uso, sin afectar la calidad de vida de los usuarios”.

En términos estrictamente económicos, se debería partir de la base que los productos energéticos, deberían ser pagados a un precio justo y razonable a cambio de una prestación acorde a parámetros internacionales y regulados por una autoridad de control con capacidad técnica y operativa y poder real sobre las empresas prestadoras.

Se debería partir de la base que los productos energéticos, deberían ser pagados a un precio justo y razonable a cambio de una prestación acorde a parámetros internacionales y regulados
Ya empezamos mal, los precios de los combustibles líquidos, energía eléctrica y gas natural están totalmente desfazados con la realidad sujetos a medidas políticas, basta solo analizar la diferencia de precio entre una factura de electricidad de un habitante del AMBA comparado con cualquier provincia del interior de nuestro país.

Los entes reguladores se encuentran intervenidos desde el comienzo de la gestión del presidente Alberto Fernández y actúan solo como “concededores de precio” a la cadena de valor producción transporte y distribución y además carecen de habilidades técnicas y operativas como para implementar medidas de ahorro energético tanto para los usuarios particulares como para los sectores productivos y el transporte.

A diferencia de otros países, y a pesar de los últimos aumentos sancionados el consumo desmedido de electricidad y gas natural, especialmente en el AMBA comparado con lo que se abona es irrisorio y no hace que se tenga una mentalidad de “ahorro energético”. Solo basta viajar a nuestros países vecinos y ver como el consumo de los energéticos es totalmente medido y mediante algunas directivas de precios más bajos en determinados horarios, premios al menor consumo y castigo al mayor uso se empieza a racionalizar la ecuación producción consumo costo en la factura.

Mientras que en el resto del mundo se insta a los habitantes de los hogares a limitar el consumo a lo estrictamente necesario, todavía en Argentina se usa cantidad innecesaria de artefactos lumínicos encendidos, aires acondicionados seteados a menos de 24 grados centígrados, en invierno muchas veces se regula la temperatura de los ambientes abriendo o cerrando las ventanas en lugar de modificar los mínimos y máximos de las calefacciones.

En invierno muchas veces se regula la temperatura de los ambientes abriendo o cerrando las ventanas en lugar de modificar los mínimos y máximos de las calefacciones
Aún se pueden ver calefones con pilotos eternamente encendidos y termotanques encendidos todo el día fuera del horario del verdadero uso. Los artefactos electrónicos no se apagan, sino que se dejan en stand by y se podría seguir con una lista interminable de medidas que practicadas en forma individual no mueven ningún índice de consumo, practicado en forma general podrían llegar bajar el consumo de energía en un 20 por ciento.

Código urbano
Otro tema para tener en cuenta es que en la Argentina no existe una norma específica de edificación orientada a la eficiencia energética, como por ejemplo la calidad y fuente de los electrodomésticos, la utilización de materiales aislantes y el uso de puertas y ventanas que sean eficientes en cuanto a la aislación de temperatura y humedad con respecto al exterior.

Este tema es fundamental ya que desde el usuario final hasta la autoridad regulatoria no existe en forma activa el concepto de eficiencia energética, porque se da como un hecho que la electricidad y el gas natural son bienes de fácil adquisición y de precios bajos, por lo tanto, no nos preocupamos en el ahorro hasta que de golpe y sin aviso, nos quedamos sin energía eléctrico o vemos que la presión de gas disminuye notoriamente.

Se da como un hecho que la electricidad y el gas natural son bienes de fácil adquisición y de precios bajos
En lo que al sector industrial se refiere el “ahorro de energía” se regula solamente con el precio, no hay políticas por parte del Gobierno para hacer más eficientes los procesos productivos y deja a cada empresa arreglarse como puede, en algunos casos se recurre a la auto producción de energía, pero aún no se encuentra instalado el concepto de generación distribuida, en donde una industria puede ser consumidor y proveedor de energía al mismo tiempo.

En cuanto a lo que transporte se refiere, más allá de implementar algunas medidas para que los camiones utilicen gas natural en lugar de fuel oil, no existe una política en el corto y mediano plazo para combinar el uso de rutas, vías férreas y canales marítimos, más allá que el costo del transporte, ineficiente per se, es extremadamente caro con respecto a otras variables de la economía internacional y doméstica.

En definitiva, la gestión de la energía en un país, no se trata solamente de la administración de la producción transporte y distribución, se trata de planificar la forma de producir más al menor costo posible y consumir menos manteniendo los niveles de confort. Para ello es necesario una planificación para el corto y mediano plazo, sumado a la seguridad de que lo que se declara y se promete se cumpla en tiempo y forma.

La Argentina tiene los recursos, tiene una infraestructura medianamente aceptable, lo único que falta es una decisión política de llevar adelante planes que, si no se hace hoy, va a costar mucho dinero y esfuerzo en el futuro inmediato.

Nota:infobae.com

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