Argentina, los BRICS y la expectativa de un siglo XXI promisorio

Economía 24 de junio de 2022
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Con valores humanistas renovados y atractivos planes para el siglo XXI, se realizó en Beijing, en forma virtual, la XIV Cumbre de los BRICS. Entre bambalinas, se colaba una realidad mucho más sórdida que llegaba desde Occidente: guerra, escasez, irritación social y lucha feroz por el poder. Una y otra vez -en cada cumbre, en cada foro internacional-, surge el mismo dilema de fondo, cuál de los modelos hoy en pugna pondrá fin a la actual etapa de transición global. ¿Cómo será ese mundo del futuro?

Para Rusia, que ya ha cruzado el Rubicón y siente que su suerte está echada, no hay dudas. “La era del orden mundial unipolar se terminó”, sentenció Vladimir Putin, el 17 de junio pasado en San Petersburgo. “Nada es eterno. Nuestros colegas de Occidente no solo niegan la realidad, sino que intentan ignorar el curso de la historia. Piensan en categorías del siglo pasado, están cautivos de sus propios conceptos erróneos", fustigó. Y criticó a Estados Unidos porque “al declararse vencedor de la Guerra Fría (se creyó) el mensajero de Dios en la Tierra. (Se presume) sin obligaciones y que sus intereses son sagrados". 

Con un discurso menos beligerante, China adhiere a la misma concepción de un mundo multipolar, con derechos y obligaciones iguales para todos y en el que nadie se salva solo. Las palabras-fuerza del presidente Xi Jinping, antes y durante la Cumbre de los BRICS, fueron cooperación (y no confrontación); integración económica (y no sanciones); globalización (y no desvinculación); productividad (y no especulación financiera); respeto mutuo y neutralidad (y no intervención y guerra).

Para Xi (quien presidió esta cumbre como presidente pro tempore de los BRICS) sólo se puede alcanzar ese nuevo orden global virtuoso “aumentando la representación y las voces de los mercados emergentes y los países en desarrollo” para lo cual, según él, “el mecanismo BRICS es una importante plataforma de cooperación y ahora ha entrado en una nueva etapa de desarrollo de alta calidad”.

“Al agregar 'sangre nueva' a nuestra agrupación –dijo XI en el discurso inaugural del 23 de junio-, le imprimiremos energía adicional. Este año debatimos en numerosas ocasiones y en diversos formatos el problema de la ampliación, debemos acelerar este proceso para que los que tienen ideas afines puedan unirse lo más rápido posible a la familia.” 

De esto se trata el BRICS plus o ampliado (BRICS +). Siete países de distintos continentes aspiran a integrarse a esta organización que –a diferencia de las occidentales- no impone a los socios sus valores políticos o morales, sino que se basa en la conveniencia mutua. Además de Argentina, se han postulado Nigeria, Indonesia, Malasia, Egipto, Kazajastán, Senegal, Tailandia y Argelia.

De acuerdo con los datos del Banco Mundial en 2019, los cinco países del BRICS representan el 42% de la población del planeta; 24% del PBI mundial (cuando se creó en 2009 era apenas el 3% del PBI mundial) y más del 16% del crecimiento global. Estas naciones sin ricas en recursos naturales estratégicos, que cuentan con la mayor biodiversidad del planeta, han contribuido en un 50% al crecimiento del Producto Bruto de la Tierra.

El embajador argentino en China, Sabino Vaca Narvaja, coincide con la “gran importancia de los BRICS para la construcción de un mundo nuevo, multipolar y más equilibrado”. “Estamos interesados en unirnos, entre otras cosas, porque no hay ataduras y toda cooperación es mutuamente beneficiosa. El ingreso de Argentina se consolidará probablemente en el 2023. Contamos con el apoyo de los cinco países fundadores: Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica. Si en octubre Lula gana las elecciones presidenciales en Brasil, esto sería mucho más dinámico”, agregó.

El economista Gustavo Girado, uno de los más importantes sinólogos de Argentina, subraya también la importancia de la incorporación: “Se da en un momento muy especial, justamente cuando China levanta la agenda del desarrollo sustentable para que los países en vías de desarrollo sean los abanderados de ese proyecto. Para Argentina, es doblemente importante ya que tiene recursos, como alimentos y energía, en un mundo necesitado de ellos a causa de la guerra”.

En febrero, Argentina se unió a la más fabulosa obra de infraestructura contemporánea, la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, sus siglas en inglés), conocida popularmente como “la ruta de la Seda”. Próximamente nuestro país ingresará al Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS (BND) cuyo objetivo central es financiar proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible para los socios. Uruguay ingresó el año pasado. El proyecto del BND 2022-2026 contempla asistencia financiera para los países miembros por 30.000 millones de dólares.

Además de imaginar el futuro orden multipolar global del siglo XXI, los BRICS avanzaron en la creación efectiva de nuevas entidades como el Centro de Investigación y Desarrollo de Vacunas (fundamental durante la pandemia) y el Centro de Innovación para una Nueva Revolución Industrial que ya formó a 120 mil personas de 28 países en cien proyectos vinculados a la economía digital.

Para concretar otra de sus metas medulares -el diseño de una nueva arquitectura financiera orientada a la productividad-, se creó junto al mencionado BND el Acuerdo de Reservas de Contingencias (ARC). Su fin es preventivo. La idea es fortalecer una red de protección financiera mundial por eventuales crisis de liquidez, volatilidad de los mercados, etcétera.
“Ya en el pasado, cuando el ex presidente Donald Trump se retiraba de los organismos multilaterales, China defendió el libre comercio, el multilateralismo y del desarrollo de nuevos esquemas de gobernanza global”, analiza Girado, autor de “Un mundo made in China: la larga marcha hacia la creación de un nuevo orden mundial”. “Ahora, corriéndose un poco del epicentro que es la guerra, Xi pone nuevamente por delante las necesidades globales que requieren una mirada estratégica a largo plazo.” 

Sobre la guerra, en la declaración final de la cumbre, se consignó el “apoyo a las negociaciones” entre Kiev y Moscú. Los cinco reafirmaron además el “compromiso con un mundo libre de armas nucleares y subrayaron su firme dedicación al desarme nuclear”. No obstante, tres de los cinco países poseen armamento atómico. Si se recorren todas las propuestas de lo BRICS, no caben dudas de que el mundo del futuro se escribe en Asia. Al comenzar esta XIV cumbre, los diarios chinos informaron que “el 2022 será el año de lanzamiento para la cooperación en la constelación de satélites de teledetección, intercambio de datos y observación conjunta, y cooperación espacial entre Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica”.  

Pronto Argentina, que tiene mucho que ofrecer en recursos naturales y humanos, también será parte del futuro.

Por Telma Luzzani para El Destape

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