Sus hojas forman parte de la vida escolar de varias generaciones familiares. Abuelos, padres e hijos escribieron sobre sus renglones y repasaron la marca de agua que lleva su nombre al costado del margen. Rivadavia es una de las marcas más reconocidas del colegio y es líder dentro de su segmento. La historia detrás de su creadora comenzó a mediados del siglo XIX en Buenos Aires.

Ángel de Estrada nació en el seno de una familia patricia en 1840. A sus 29 años fundó la primera editorial argentina, que luego sería conocida como Editorial Estrada. Para 1884 arma una fábrica de papel la cual se convertiría en la base de las múltiples marcas por las que hoy es reconocida la compañía.

 Ángel de Estrada, fundador de la editorial que lleva su apellido
Sin embargo, Rivadavia no fue la primera de ellas. Ángel Estrada SA (AESA) se inició en el rubro con los cuadernos de dibujo El Nene lanzados en 1895. A su vez, la firma se dedicaba a importar todo tipo de productos escolares, como libros, mapas, láminas y globos terráqueos. En 1917 llegaría su marca insignia, Rivadavia, en homenaje al primer presidente argentino y cuyo logo se asemeja a la firma del propio Bernardino Rivadavia.

CAMBIO DE MANOS
La familia Estrada retuvo el control hasta 1990 cuando, por la ajustada situación financiera de la sociedad, decidieron vender su participación mayoritaria a Sudam Paper SA. Esta manejo la empresa hasta diciembre de 2004. En ese momento le transfirió su tenencia al empresario Francisco Soler.

Al mismo tiempo, la inversora Fiduc, a cargo del húngaro y exFord, Zsolt Agardy, se había quedado con una participación. Más tarde Soler y Agardy les compraron su parte a los accionistas minoritarios para ser controlantes del 100%. Actualmente Agardy es el socio controlante y su hijo, Federico, es presidente de AESA.

A mediados de 2006, JP Morgan salió a buscar socio, comprador o accionista para Ángel Estrada. La compañía se encontraba con patrimonio negativo y la necesidad de reducir su deuda. Para fin de año había logrado renegociarla con quita de intereses y se había comprometido a una capitalización.

Para sanear su situación se desprendió de algunos negocios. En 2007 le vendió Editorial Estrada a MacMillan Publishers por u$s 14,5 millones. También le revendió su participación mayoritaria en Pelikan Argentina a la propia Pelikan por u$s 3,5 millones. AESA había comprado un 75% de la filial de Pelikan en 1994 para complementar sus negocios de hojas y escritura.

 

NÚMEROS DE RIVADAVIA
Hoy Rivadavia fabrica todos sus produces en la planta de AESA en La Rioja, que tiene una capacidad de 12.000 toneladas en conversión de materiales. El 65% de sus ventas, que en su balance de 2020 alcanzaron los $ 2006 millones, se concentran entre noviembre y febrero. Además, controla otras marcas de la industria, como América, Mis Apuntes, Miguel Ángel, Laprida y Congreso.

 En 2016 lanzó la marca Rvd para mochilas y cartucheras.

Más allá de las reconocidas hojas, en el portfolio de Rivadavia aparecen más productos escolares. Entre ellos se destacan los mapas, diccionarios, carpetas, folios y separadores. Asimismo, cuenta con hojas especiales de música, contabilidad, caligrafía y de calcar. Desde 2016, la compañía lanzó una nueva unidad, llamada Rvd, dedicada al negocio textil con cartucheras y mochilas.

Nota: apertura.com