Hacía tortas en su casa y creó un alfajor light que vendió por u$s 15 M: la historia de Chocoarroz

Historia 11 de mayo de 2022
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Dentro de los kioscos, el alfajor es prócer de ventas y tentaciones. Y en 2009 una empresa creó un segmento nuevo dentro de esta categoría con los riesgos que esto puede conllevar. Pero no se trataba de una firma de gran tamaño, sino una PyME que se fundó en la cocina de una familia en Belgrano. Tres años después vendieron su marca por u$s 15 millones. Chocoarroz hoy es un genérico y la historia del emprendimiento que lo lanzó se gestó casi por casualidad.

Mónica Hertz siempre había tenido buena mano para la cocina y para el cumpleaños de una de sus amigas le encargaron un menú dulce. Pero la consigna es que la mesa debía ser light. Ella fue a la dietética para buscar provisiones y, sin buscarlo, en el local se encontró con su primer cliente en 1995. «Todo empezó con la idea de hacer un cumpleaños light, para mis amigas. Fui a comprar productos a una dietética para preparar postres bajas calorías y el dueño me dijo que quería probarlos. Le llevé algunos y enseguida me ofreció venderlos en su local», contó la emprendedora.

Una PyME en casa
Así fue como Hertz empezó a elaborar tortas y tartas bajas en calorías en su casa, las cuales luego eran repartidas por sus hijos. Su marido, Daniel Grodzki, se dedicaba al negocio textil y ella continuó con su proyecto por una necesidad económica. «Como salida laboral era lo más práctico que podía hacer porque mis tres chicos estaban en edad escolar», explicó. A lo dulce le sumó platos salados a medida que su red comercial crecía.

Al ver que su proyecto se volvía cosa seria, la fundadora decidió profesionalizarse y estudió tecnicatura en alimentos. A su vez, aprendió a delegar. «Hasta entonces lo que hacía era buscar ‘manos izquierdas’ porque creía que no había alguien mejor que yo», afirmó en diálogo con El País. Grodzki dejó su trabajo para dedicarse full time como gerente del emprendimiento familiar.

Pero el tamaño de la PyME llegó a tal punto que debían dar un salto. En 2004 oficializaron la marca Deli Light con una nueva sociedad y una planta propia en La Paternal que demandó una inversión de $ 80.000.

Nacimiento del Chocoarroz
Con su título de técnica y una compañía profesionalizada, Hertz podía dedicar su tiempo a idear nuevos lanzamientos. Se propuso crear una golosina saludable y empezó a probar distintas combinaciones hasta que llegó la inspiración. «La idea había surgido en unas vacaciones: mamá vio en una dietética una galleta bañada y pensó en hacer un alfajor, que empezó a poner como colación en las dietas que vendía, y a la gente le gustó», señaló Emiliano Grodzki, hijo de Mónica, a La Nación.

En 2009 lanzó la marca Chocoarroz en kioscos y rápidamente se posicionó entre los consumidores. La galletita era reemplazada por dos galletas de arroz inflado, rellenas de dulce de leche descremado y cobertura de chocolate. Dos años después llegó a los supermercados y farmacias y captó un 50% del market share dentro de su categoría.

Su crecimiento veloz llamó la atención del grupo Perez Companc que, a través de su holding Molinos Río de la Plata se comunicó con Hertz para comprar su emprendimiento. «La realidad es que yo no quería vender. Éramos felices y aprendí con las cosas duras que me pasaron que la felicidad no tiene un precio, pasa por ser lo que uno quiere ser» reflexionó la creadora de la firma. Sin embargo, tras 18 meses de negociación, la alimenticia compró Chocoarroz por u$s 15 millones.

Intento premium
«Ya pasó el boom del alfajor de arroz, pero se mantiene estable», aseguran desde la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines (ADGYA). Desde el nacimiento de la marca hoy manejada por Molinos, varias empresas lanzaron su versión, como Vauquita, Cachafaz, Dos Hermanos, entre otras.

En julio de 2019 la alimenticia de los Perez Companc anunció una inversión de $ 1200 millones para montar una nueva línea de producción. La misma estaría dedicada a elaborar snacks para sus marcas Gallo y Chocoarroz.

Después de vender Chocoarroz, los hermanos Grodzki fundaron My Urban, con el objetivo de entrar en el segmento de alfajores premium y competirle a Havanna. Unos años más tarde fueron adquiridos por Grupo Blend, hoy dueño de La Nirva y en medio de un concurso preventivo. Uno de los hermanos, Emiliano, actualmente es una de las cabezas detrás de Bitfarms, reciente unicornio argentino.

Fuente: https://www.cronista.com/apertura/empresas/hacia-tortas-en-su-casa-y-creo-un-alfajor-light-que-vendio-por-us-15-m-la-historia-de-chocoarroz/

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