
Usaré la fuerza para defender las Malvinas” promete Boris Johnson
Actualidad - Internacional16/03/2021




El primer ministro británico ha prometido utilizar al ejército para proteger sus territorios de ultramar, incluido Gibraltar, según documentos filtrados de la revisión de la defensa.


En el marco de la revisión integrada de la Política Exterior y de Defensa del Primer Ministro, Johnson se comprometió a usar las Fuerzas Armadas para proteger al Reino Unido y en ese sentido se incluye la “responsabilidad de garantizar la seguridad de los 14 territorios de ultramar”.
La nueva estrategia que aglutina la Política Exterior y Defensa titulada “Global Britain In a Competitive Age” (Gran Bretaña global en una era competitiva) establece que el método elegido para defender los territorios de ultramar “disuadiendo y defendiendo contra las amenazas estatales y no estatales”.
Se estipula que las Fuerzas Armadas “disuadirán y desafiarán las incursiones en aguas territoriales británicas de Gibraltar” y “mantendrán una presencia permanente en las Islas Malvinas, La Isla de Ascensión y el Territorio Británico del Océano Índico”.
La nueva disposición estratégica del Reino Unido se traduce como un compromiso con la soberanía de Malvinas y Gibraltar en un momento de gran tensión posterior al Brexit. El divorcio entre la Unión Europea y la Corona puso en relevancia la disposición de los territorios de ultramar de UK y la disputa que acarrea con España y Argentina respectivamente.
Se afirma en la misma que “el Reino Unido está lejos de abandonar sus compromisos transatlánticos. Se están reforzando y se mantienen en alta estima”. El Gobierno dice que gastará 6.600 millones de libras “en los próximos cuatro años en I+D en áreas como el espacio, la cibernética, las tecnologías cuánticas, la ingeniería biológica, las armas de energía dirigida y los misiles avanzados de alta velocidad”.
Johnson dispone la militarización de las Islas Malvinas en medio de un nuevo impulso por parte del gobierno argentino de reclamar que se retomen las negociaciones entre los Estados, mientras se recurre a las Naciones Unidas para reclamar la cuestión de la soberanía de las Islas.







