Empezaron en una panadería y hoy son sinónimo de Argentina: los Don Satur que probó hasta el FMI





Si se recorren las góndolas de los supermercados existen varias opciones para acompañar el mate. Sin embargo, los bizcochitos de grasa pican en punta como los más elegidos para maridar con unos amargos. Dentro de este segmento hay una marca que logró que ya lleva décadas en el mercado y con el tiempo logró hacerse un nombre sin perder la esencia familiar. La historia de Don Satur empezó hace más de 60 años en una pequeña panadería porteña.
Don Saturnino Martínez nació en 1903 en Soria, ciudad española ubicada al este de la comunidad autónoma de Castilla. A los 53 años arribó a la Argentina junto a su familia y al poco tiempo abrió un negocio de panificados en Liniers. Este emprendimiento se volvió popular especialmente por sus bizcochitos y sus clientes concurrían solo para poder comprar una bolsa de esta salada tentación.
Fernando Martínez, uno de los fundadores de Don Satur y Dulcypas
El fervor por este producto fue tal que en 1967 Martínez, junto a sus hijos Fernando y Pedro, decidieron dejar la panadería y abrir una empresa en Ramos Mejía que se dedicara exclusivamente a la fabricación de bizcochos de grasa bajo el nombre de Don Satur SA. La cara de Saturnino se convirtió en un emblema de la marca y hoy su slogan lo nombre como 'el prócer del bizcocho'.
La industria de galletitas y bizcochos mueve alrededor de 420.000 toneladas por año y cerca de u$s 1000 millones en el mercado local. Existen varias empresas top que dominan este negocio, sin embargo en lo que respecta al segmento de Don Satur hay pocos jugadores de peso. La principal competencia de la marca es 9 de oro, propiedad de Molino Cañuelas y lanzada en 1985. Recientemente Grupo Werthein desembolsó $ 250 millones para hacerse un lugar con su marca Cachamai.
POPULAR Y VIRAL
El fervor digital y el micromundo de las rápidas reacciones de Twitter también alcanzaron a Don Satur. En 2019 protagonizó dos hechos que tuvieron gran repercusión en las redes.
Kicillof recibió a los enviados del FMI con mate y bizcochos agridulces.
Por un lado, dos jóvenes que se disfrazaron de un paquete de la marca para una fiesta de su viaje de egresados. Ese mismo año se viralizó una imagen de Axel Kicillof, en ese entonces dirigente opositor, con unos bizcochitos agridulces sobre la mesa durante una reunión con la misión del FMI en la Argentina.
Ahora, la marca es muy activa en las redes sociales, en particular en Instagram. Ahí suele comunicarse con memes de los temas del momento, como uno dedicado a El Juego del Calamar u otro de Don Satur disfrazado como James Bond durante el estreno de su última película.
OTROS EMPRENDIMIENTOS
En 1992 los Martínez quisieron ampliar su negocio y se asociaron con otra sociedad española para empezar a producir madalenas. Luego crearon otra compañía para crecer en el rubro de los panificados, Dulcypas. La misma formó parte del grupo hasta 2010 cuando se dividió de la etiqueta de bizcochos. Fernando Martínez quedó a cargo de esta compañía, que hoy es administrada por sus hijos, Fernando Jorge y Daniel Eduardo.
En tanto, Don Satur extendió su portfolio aún más. Actualmente no solo comercializa bizcochos en sus varias versiones (salados, agridulces, con azúcar negra y sabor queso), sino que también cuenta con mini crackers, talitas, pepas, pan dulce, budines y yerba mate.
Desde 2014 cuenta con una nueva fábrica en Lobos que le permitió duplicar su capacidad productiva. Según la empresa para ese año contaban con más de la mitad (56%) del mercado de bizcochitos en territorio bonaerense.
En 2018 surgieron rumores sobre un posible cierre de la compañía debido a la crisis económica. Sin embargo, luego se desmintió este hecho. En cambio, se trataba de la desaparición de panificadora Maitén, proveedora de la marca pero no la firma original.
Nota publicada por https://www.cronista.com/