Fueron tantos los que faltaron que si falta uno más no cabe

Actualidad - Nacional02/11/2021
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Macedonio Fernández escribió hace muchos años –y sin siquiera conocer a Mauricio Macri– la frase: “Fueron tantos los que faltaron que si falta uno más no cabe”. Frase que describe perfectamente el volumen ínfimo del acto de respaldo político que pretendió hacer Mauricio, antes de “no” declarar en Dolores el jueves pasado. Reactualización de la vieja frase de Macri: “Lástima el feo día. Mucha gente habrá querido venir”. Dicha luego de saludar a una plaza vacía, el día de su primera apertura de sesiones en el Congreso.

Para justificar las ausencias, Macri recurrió a las explicaciones tan falsas como paranoicas y justificó la vacía calle en los controles policiales excesivos que, dijo, se habían instaurado en la ruta a propósito de su declaración. Como de costumbre la realidad lo desmintió, porque ni una sola foto de retén policial o filas de vehículos detenidos en la ruta dio asidero a su afirmación. Y el organismo que organiza los controles en las rutas desmintió haber incrementado los controles ese día.

Esos son los límites del relato de Mauricio Macri: la realidad. Igual no dejo de sentir cierta piedad respecto al ingeniero que desea sentir el clamor popular –al punto de justificar porque no lo recibe— y este clamor que insiste en desoír su deseo.

Presumo que para Macri debe resultar incomprensible por qué una chica de La Plata concita una pasión que él no logra emular. Podrá haber ocupado el mismo cargo, pero jamás generado esa corriente de afecto y lealtad que el pueblo siente ante CFK. Y tal vez una respuesta es entender que el pueblo ama, sigue y defiende como propios a quienes siente leales. Y claramente no es el caso de Macri. Que gobernó un país que no entiende y al que no quiere. Esas cosas el pueblo las nota y anota.

También toma nota el pueblo de que Macri está acusado y debía declarar en una causa que se investiga si bajo sus órdenes, su gobierno realizó maniobras de inteligencia ilegal sobre los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan. Que hoy son héroes del pueblo, muertos por la negligencia de los mandos militares, que reportaron tarde y mal las novedades sobre lo que había acontecido con el submarino.

Hay muchas hipótesis sobre lo que sucedió en realidad. Una de las más escalofriantes es que el submarino recibió la orden de navegar sobre un área militarizada por Gran Bretaña y que como consecuencia de esto, recibió el impacto de un torpedo inglés y se hundió. Y que el gobierno de Macri decidió ocultar lo sucedido para no entorpecer las relaciones diplomáticas con Inglaterra. Esta hipótesis se basa en que se detectaron ondas de sonido en la zona del hundimiento del submarino compatibles con las del impacto de un torpedo. La investigación sobre el hundimiento del ARA San Juan aun está en curso y deseo con honestidad que llegue a develar la verdad acerca de por qué 44 argentinos descansan en el fondo del mar.

Es precisamente a los familiares de esas víctimas a quienes el gobierno de Mauricio Macri espió. Ellos mismos lo denunciaron y en la Agencia Federal de Inteligencia apareció nutrida prueba de esas actividades de seguimiento y espionaje del que fueron objeto. Lo extraño de la causa es que tanto Gustavo Arribas como Silvia Majdalani, jefes de la AFI en aquellos tiempos, negaron haber realizado maniobras de inteligencia sobre los mismos. Hoy ambos están procesados por ese espionaje.

Me sorprendió mucho que unos días antes de la fecha de declaración, su secretario privado Darío Nieto dijese públicamente que “Macri tenía conocimiento sobre el accionar de la AFI, pero no mandó a espiar a nadie”. Tambien aseguró que “históricamente, el tema de inteligencia fue un tema complicado en la Argentina. En este caso, calculamos que fue un grupo de cuentapropistas. Pero no soy quién para evaluar la gestión de inteligencia porque no es un tema que conozco ni mucho menos”. Con toda honestidad me pregunto qué cuentapropista espiaría a los familiares de las víctimas del hundimiento y por qué lo haría. Y sobre todo para quién lo haría: quién podría interesarse en tener información sobre lo que reclamaban y pensaban los familiares de las víctimas, que le reclamaban al gobierno que diese explicaciones y colaborase con la búsqueda del submarino hundido.

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