


Cáncer de piel: ¿cómo actúa la nueva vacuna desarrollada por científicos argentinos?
29/11/2025




Una nueva opción frente al melanoma, el cáncer de piel más agresivo, está disponible. Se llama Vaccimel, fue impulsada por investigadores del Conicet hace décadas, desarrollada por el Laboratorio Pablo Cassará y ya se comercializa luego de más de un año de idas y vueltas burocráticas que impedían su accesibilidad. A diferencia de otras vacunas, que sirven para prevenir afecciones y que las personas utilizan para evitar la enfermedad, esta se emplea cuando el paciente ya padece la afección. Vale destacar que no se vende en farmacias, sino que se adquiere a partir del circuito que siguen las familias para obtener cualquier medicamento oncológico, dependiendo de la cobertura que cada persona posea. Lo de la cobertura es decisivo porque se trata de una tecnología de alto precio.
El tratamiento consta de 13 dosis, dura dos años y ya se ofrece en el Hospital de Oncología Marie Curie, en CABA. Está destinado a personas que cursan un melanoma cutáneo y que se hallan en una fase temprana del cuadro. Luego de la intervención quirúrgica que remueve el lunar, la vacuna podrá indicarse en individuos que se caractericen por un riesgo medio-alto de recaída en el futuro y que tengan más chances de hacer metástasis según su evolución.
Jorge Cassará, director de Laboratorio Cassará, refiere a Página 12: “En el melanoma hay cuatro estadios. En el primero, se considera que el cáncer tiene muy poca agresividad, es superficial y se entiende que hay bajo riesgo. Solo se saca el lunar para luego analizarlo. En el segundo y en el tercero, más allá de que hay una enorme variedad de tipos, se saca el lunar, se lo estudia y con el resultado del análisis (la profundidad, su diámetro, posibles ulceraciones y otras cuestiones), se puede recomendar Vaccimel para que el cáncer no evolucione y se vuelva más grave. El cuarto es, precisamente, el más grave, en el que ya hay metástasis en cerebro, pulmones y otros órganos, y los tratamientos recomendados suelen ser más agresivos”.
Esto es: Vaccimel es un tratamiento para una porción específica de la población afectada con cáncer de piel; una tecnología cuyo suministro deberá ser indiciado y supervisado por un profesional experto a cargo. Una de las ventajas es que, según advierten sus desarrolladores, no posee efectos adversos considerables.
Incrementar las chances de sobrevida es el gran desafío que persigue esta nueva herramienta sanitaria a disposición. Se estima que, aproximadamente, 1700 pacientes afrontan un melanoma cada año y de ellos, un 25 por ciento podrían recibir Vaccimel en Argentina. Según la Sociedad Americana de Cáncer, se proyecta que, en 2025, 106 mil personas contraerán melanoma a nivel mundial y, con las terapias actuales, fallecerán alrededor de 8400.
Terapia celular innovadora
Como los especialistas suelen explicar, el cáncer desarrolla diferentes estrategias para burlar al sistema inmune del organismo. Lo hace con tal destreza que evita que las defensas del propio cuerpo puedan cumplir su papel de la forma en la que habitualmente lo hacen frente a cualquier agente externo. Así es como el tumor sigue creciendo y afecta a las células sanas. Con esta terapia celular, lo que se busca es estimular al propio sistema inmune para que logre reconocer al tumor y eliminarlo.
Daniel Alonso, investigador del Conicet y experto en oncología de la Universidad Nacional de Quilmes opina sobre el desarrollo de sus colegas: “Se comporta como ‘vacuna terapéutica’ para direccionar las defensas del paciente contra antígenos específicos de las células de melanoma. Y la gran expectativa sería su combinación a otras inmunoterapias ya establecidas, como inhibidores de punto de control que activan de manera más general la inmunidad en los pacientes oncológicos”.
Cassará relata el origen de la idea y cómo llegó a convertirse en tratamiento para los pacientes. “El desarrollo de Conicet se inició con el doctor José Mordoh y se llegó a una fase preclínica y a una fase clínica inicial. Nosotros, desde Cassará, realizamos un convenio de licencia y continuamos el desarrollo haciendo todo el escalado industrial y la adecuación de la tecnología al cumplimiento de las normativas regulatorias de Anmat".
Y remata: “Así fue como terminamos el estudio clínico de fase 2 y 3, que fue lo que permitió la autorización de Anmat. En el presente, nos encargaremos de la producción y comercialización”, dice el titular del laboratorio a cargo de la innovación.
De argentinos para argentinos
Vaccimel es el resultado de tres décadas de trabajo en la que participaron investigadores del Conicet liderados por Mordoh, de los Institutos Leloir y Alexander Fleming, y el apoyo de grupos privados como la Fundación Sales.
Cassará destaca: “La articulación público-privada no es un invento argentino. Todas las innovaciones de salud en el mundo surgen de las universidades y de instituciones de investigación. Las compañías suelen adquirir las tecnologías una vez que se desarrollan con éxito en el sector público”. Pasa en Argentina, pero también ocurre en Estados Unidos, Europa y China: las ideas son de las universidades, el apoyo económico y financiero son de las firmas.
Al respecto, Alonso apunta: “Es un medicamento desarrollado íntegramente en nuestro país, con la participación de investigadores argentinos y una empresa argentina. Un logro que es un excelente ejemplo de la importancia de la cooperación público-privada. También del esfuerzo y el tiempo que se requiere para lograr estos avances, para llevar efectivamente a los pacientes un hallazgo de laboratorio”.
Por Pablo Esteban / P12
















