La bestia en mí

Actualidad23/11/2025
nov-23-OK

Recién se estrenó una serie estadounidense que dice algunas cosas sobre la lógica política de la tercera década del siglo en la fase actual del capitalismo, y por supuesto también sobre la Argentina. No la voy a espoilear porque solo vi los dos primeros rounds de estudio. Hay personajes paradigmáticos como el constructor Nile Jarvis, que levanta edificios suntuosos en barrios que se vuelven inaccesibles para los ciudadanos más pobres e incluso para los de clase media aspiracional cuyos edificios vintage están cada vez más lejos de su presupuesto, degradados por falta de mantenimiento.

Jarvis es implacable en la imposición de su voluntad, cree que cada persona tiene un precio, y arrastra una fama de la que no puede librarse. Su esposa ha desaparecido y su cuerpo no fue hallado, por lo que la falta de pruebas no lo exime de la reprobación social. Lo consideran un monstruo impune, una turbia celebrity. Su vecina en un barrio cerrado en medio de un bosque es Aggie Wiggs, una escritora que publicó cuatro años antes un best-seller sobre su pésima relación con su padre, cuyo egoísmo la atormenta menos que su ausencia. Pero entonces su hijo de ocho años murió atropellado por un muchachón siempre con una birra en la mano, que se negó al test de alcoholemia. En el análisis de sangre estaba por debajo de lo permitido y no fue condenado. Aggie quedó congelada en aquel momento atroz. No ha podido avanzar con su biografía conjunta de Ruth Bader-Ginsberg y Antonín Scalia y la sorprendente amistad entre los líderes de los bloques enfrentados en la Corte Suprema. Scalía es un conservador duro, miembro del Club del Rifle y hedonista sin culpa, Bader-Ginsberg la jueza más auténticamente progresista en décadas. Como la realidad imita al arte, el electo Zohram Mamdani, que lleva al extremo las posiciones de Bader-Ginsberg, acaba de confirmar como jefa de policía de Nueva York a Jessica Tisch, una especie de Patio Bullrich que además combate la corrupción en sus filas. Y luego visitó a Trump.

Tisch-MamdaniAlcalde Mamdani y jefa de policía Tisch.
 

Los militantes contra Jarvis usan el slogan de Mamdani: la accesibilidad para los más pobres. A la salud, a la educación, al transporte, a una alimentación decente. Su líder es una paráfrasis de Alexandria Ocasio-Cortés.

El constructor quiere pavimentar una pista para correr en el bosque en medio del barrio y Aggie es la única condómina que se niega, desdeñando la chequera que él exhibe sin pudor. Jarvis no acepta la negativa. Comienza un juego de seducción y amenaza en el que le va mostrando que no son tan distintos. Ambos tienen sed de sangre, pero él lo proclama y ella ni se anima a pensarlo. ¿Pero actúan cada uno en consecuencia con sus convicciones? Hay indicios contradictorios, y esa es la gracia hitchcockiana de la historia. Bienvenidos a la escena política argentina.

El bestiario

Al tiempo del estreno de la serie, la ex Presidenta CFK llamó "bestiario" a la manada de comunicadores que clamaron por la restricción o la anulación de su prisión domiciliaria, y la confiscación de todos sus bienes. En punta pica la esposa de un ministro de Milei. Siempre sabe antes que nadie qué está por ocurrir (en general pasa lo que ella había pedido con insistencia, en editoriales que lleva por escrito, para no equivocarse u olvidar algo del guión). Ante el despliegue impúdico de esos guacamayos mediáticos, para reponer el equilibrio del cosmos deberían alinearse impolutos los jueces, que asignan a cada uno lo que corresponde, sin atender a esas presiones. Por ejemplo, en 2018, el camarista Martín Irurzun sostuvo que era necesario "que las vacantes se cubran mediante la designación regular de magistrados, tal y como lo impone la Constitución Nacional". Es decir, con acuerdo del Senado. Pero cien días después el entonces Presidente Maurizio Macrì decretó el traslado de dos jueces en discusión.

¿Macrì es el mal e Irurzun la virtud? No, Irurzun firmó la doctrina procesal, por la cual es posible negarle la libertad a un imputado, aunque no haya riesgo de fuga ni de destrucción de la prueba, porque si alguna vez tuvo poder, algún residuo le queda. ¿Goering, por ejemplo? El verdadero autor de la doctrina es el ex presidente de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, quien se la dio a firmar a Irurzun. Ah, ¿entonces el malvado es Lorenzetti?

Lorenzetti e Irurzun.

Sí, pero de los actuales jueces de la Corte, fue el único que impulsó con ganas los juicios por Crímenes de Lesa Humanidad y suscribió la valiosa idea de que forman parte del contrato social de los argentinos, expuesta por el ex secretario de la Corte, Alfredo Kraut. Ahora definitivamente en minoría, Lorenzetti busca cámaras y micrófonos para decir que su relación con Macrì fue terrible. Nada más difícil que mirarse al espejo. Hay matices y gradaciones, de todos modos.

Al comenzar el juicio de Vialidad, en mayo de 2019, el juez Jorge Gorini le cerró el micrófono al abogado defensor de Julio De Vido, Maximiliano Rusconi, y en forma autoritaria lo hizo callar y rechazó su reposición sin consultar con los otros dos miembros del Tribunal. Rusconi quería plantear cuestiones previas a la lectura de la acusación, que a su juicio eran causales de nulidad, porque incluía pruebas negadas a su cliente para defenderse y que no podrían repetirse después. Gorini parecía consciente de que, si Rusconi se hacía escuchar, sería muy difícil no suspender el debate hasta que esas pruebas se adquirieran.

Pero ¿por qué no quería, si en 2015 el mismo Gorini procedió a la inversa? Una vez que se abrió el debate por el encubrimiento al atentado contra la DAIA, el defensor del ex juez Juan Galeano comenzó a plantear cuestiones previas. El abogado de Memoria Activa, Rodrigo Borda, le solicitó que no lo permitiera, pero Gorini lo dejó seguir. "O en estos años Gorini aprendió derecho procesal, o está violándolo con parcialidad", comentó con pura lógica un abogado que asistió a los dos juicios. Por si no lo tenés presente, Gorini es quien acaba de extremar las condiciones en que Cristina cumple su prisión domiciliaria.

La oralidad tiene la ventaja de que todo queda a la vista. De 51 obras construidas en Santa Cruz por Lázaro Báez, el juez de instrucción Julián Ercolini decidió no peritar ninguna. El TOF 2 ordenó auditar 5, y sólo terminó 1, en la que no se comprobaron demoras, sobreprecios ni defectos constructivos. Cristina recusó al perito de la Corte Suprema, ingeniero Eloy Pablo Bona, por la catarata de declaraciones públicas que suscribió, insultantes hacia ella, sus hijos y hasta su nieto Néstor Iván, entonces de 6 años. Lo confirmaron. También todos vimos y oímos a Cristina apostrofar a sus juzgadores: "¿Preguntas? Ustedes son lo que deberán contestar preguntas". Pedagógico.

Gorini admite que las nueve personas que se reunieron con Cristina el Día del Militante, 17 de noviembre, habían solicitado y recibido autorización a fin de "mantener intercambios de índole político, económico, social, académico y cultural". Pero como no mencionaron que sería con todos a la vez, "esto último, sin más, convierte la reunión en un acto efectuado sin la debida autorización". ¿Sin más? Cuando intenta fundamentarlo, Gorini afirma que "excede los términos de la autorización requerida, así como el sentido común". Sin citar ley ni código alguno, legisla que es "sensato y razonable" que el ingreso simultáneo se comunique con antelación. ¿Sensato es sinónimo de obligatorio? Invoca razones de seguridad y el carácter de la sanción penal. ¿Tres al mismo tiempo, como se autoriza ahora, no afectan el carácter de sanción penal y nueve sí? ¿Y si fueran cinco? Esa álgebra, ¿proviene de Las mil y una noches? Los términos en que Cristina difundió el encuentro, constituyen una "falta de prudencia". Tiene que ser castigada, repiten los guacamayos.

Nada más que 214

El sensato y razonable Gorini desconoce la Constitución Nacional y sus antecedentes, como el Decreto de Seguridad Individual de 1811 (firmado por Chiclana, Paso y Sarratea, y con Rivadavia como secretario). Las cárceles no serán para castigo, sólo para seguridad, escribieron hace 214 años. Y el juez que autorice "mortificarlos más allá de lo que aquélla exija" deberá responder por ello. La Constitución actual conserva ese criterio, y la ley de ejecución penal 24.660, de 1996, explicita sus consecuencias. En su artículo 138 recomienda “fomentar las visitas y todas las actividades que incrementen el contacto con el mundo exterior", incluyendo "la facilitación del derecho a enseñar de aquellos internos con aptitud para ello". ¿Cristina carece de aptitud docente?

La propia Corte Suprema sentenció hace treinta años que "la Constitución nacional y sus inseparables raíces humanistas, con el peso de todos los derechos y garantías que consagra en el capítulo único de su primera parte, irresistible incluso para las recias puertas de las cárceles”, establece que "ningún habitante de la Nación puede ser privado de su dignidad humana, aunque su conducta haya sido reprobada y se encuentre cumpliendo una pena privativa de la libertad” (Fallos:318:1894, “Dessy”, 1995, voto de los jueces Petracchi, Fayt y Boggiano). Es cierto que la Corte no tiene hoy un juez excepcional como Petracchi, pero aún con su actual composición es difícil imaginar que despachen con un burocrático 280 una apelación basada en esos antecedentes constitucionales y con el presumible apoyo de organizaciones no gubernamentales y personalidades nacionales e internacionales.

El mismo 18 de noviembre el juez Gorini (esta vez junto con el futbolista con abrojos Rodrigo Giménez Uriburu y Andrés Basso), ordenaron el decomiso de una larga lista de bienes de Cristina y de sus hijos, Florencia y Máximo Kirchner. Cuando se inició el juicio, el padre de Giménez Uriburu publicó en las redes antisociales del equipo Liverpool un dictamen de Pablo Rossi. La cacatúa cordobesa instaba a encarcelar a la ex Presidenta: "¿Cuántos más detalles de lo que robó y malversó Cristina tenemos que mostrar? Se necesitan más indagatorias, más interrogatorios para terminar con esta hipocresía y show". La apelación ya fue anunciada por los defensores de la ex Presidenta, Alberto Beraldi y Ary Llernovoy, y el de sus hijos, Joel Goldin. Ambas defensas invocan el artículo 23 del Código Penal: el decomiso recaerá en "las cosas que han servido para cometer el hecho y de las cosas o ganancias que son el producto o el provecho del delito". Los ejemplos que pone Goldín son el arma esgrimida para realizar un robo o el vehículo usado para transportar material estupefaciente, el dinero robado o el bien sustraído y la renta percibida a partir del alquiler de un bien hurtado. Todo esto debe ser debidamente acreditado por la parte acusadora en el marco de un procedimiento respetuoso del derecho de defensa en juicio. Nada de ello ocurrió en estos casos.

La defensa de los hermanos Kirchner cita en su favor un fallo de hace un año y medio, Bazoalto Rojas (CFP 895/2021/TO1, causa N° 3267, rta. el 14/02/2024). El tribunal rechazó el decomiso de un auto, dado que "conforme surge del Registro de la Propiedad Automotor, el nombrado es titular de la totalidad de este bien con anterioridad a los sucesos aquí juzgados. Por lo cual, su adquisición no guarda relación con el producido del delito en cuestión. […] Hacer lugar a lo peticionado importaría una grave afectación al derecho a la propiedad privada, garantizado constitucionalmente". Firma el fallo Jorge Gorini. Una académica del interior, que lleva veinte años estudiando el funcionamiento de las instituciones judiciales, se burla de este análisis: "¿Recién se dan cuenta que la justicia falla según las relaciones políticas de fuerza, con prescindencia de la ley?", sonríe fatigada. Lo que debería ser, no es.

La ex Presidenta también recurrió a las redes antisociales. “No es la foto… es la Economía estúpido", comenzó. Según ella, "lo que molestó de verdad al bestiario mediático, a sus patrones económicos y al Gobierno es que hablamos de un Modelo Económico Nacional de crecimiento productivo y federal para el Siglo XXI en una Argentina que, bajo el gobierno y las políticas de Milei, no deja de destruir empresas y puestos". También volvió a publicar dos fotos recientes, con 6 y 7 personas, dirigentes de la política universitaria y candidatos a legisladores por la Capital. Más político no se consigue.

CFK definió el documento como una hoja de ruta, sobre la cual trabajar. Por eso comprometió a todos los participantes a no difundirlo, de modo que sólo se conocen trascendidos y opiniones de algunos presentes. Confluyeron allí dos enfoques,

  • uno neodesarrollista con influencia del ex ministro durante el gobierno del Doctor Fernández, Matías Kulfas. Considera imprescindible el ordenamiento de la macroeconomía e identifica el déficit fiscal como problema decisivo. El tema se complica porque el gobierno de los traders del JPMorgan y los Hermanos Milei, maquilla el déficit, barriendo bajo la alfombra los intereses, que se capitalizan porque no es posible pagarlos. El gobierno se jacta de haber acabado con el déficit fiscal, con la motosierra y la licuadora, y sus consecuencias sociales. Pero si se computan también los intereses de la deuda, el déficit fiscal supera el 2%.
  • Otro enfoque va en línea con los planteos que ya ha hecho públicos CFK, acerca del peso de la deuda externa y el carácter bimonetario de la Argentina, que se expresa en la carencia de dólares genuinos y en la fuga de capitales del espacio nacional. Ella misma advirtió a los asistentes, que esos deberían ser los temas centrales.

Las reiteradas crisis de deuda han colocado al país en un estado de vulnerabilidad frente al capital financiero y los países centrales: 1981/82; 89/90 con la hiperinflación de Alfonsín, que el menemismo enfrentó con el plan Brady que implicó una gran pérdida de patrimonio, contrario a los intereses populares; la del fracaso de la convertibilidad en 2001, la de Macrì en 2018. Cuando su crecimiento llega al punto en que no es posible pagar, se incrementa la fuga. Contra el relato predominante, en el último medio siglo, el peronismo no generó desborde fiscal. Los canjes de Kirchner en 2005 y 2010 fueron producto de negociaciones muy duras, luego de las cuales la macroeconomía estuvo mucho tiempo estable. Esto es así porque sin el problema de la deuda es posible plantear soluciones económicas amigables. De otro modo fracasan respuestas cortoplacistas como la del Frente de Todos y generan más inestabilidad, que en ese caso fue acentuada por la sequía, la pandemia, la guerra. Los mercados confían cuando hay una solución realista, un sendero sustentable, no a dos años. La balanza energética ya tiene un cambio positivo, que se acrecentará en los próximos años, pero por ahora los dólares faltan. No es posible patear esos pagos tres años hasta que lleguen los ingresos. Y además con el RIGI, quienes inviertan pueden no liquidar las divisas después de los dos primeros años.

Milei llevó la deuda a otro orden. Un cuarto del total vence en dos años. En 2001 sólo el 25% se debía a organismos internacionales, ahora la mitad. Y además interviene el Tesoro de Estados Unidos, novedad y condicionamiento absolutos. De acuerdo con los cálculos del economista jefe de la Confederación Sindical Internacional (CSI), Daniel Kostzer, la Argentina recibió préstamos por 65.000 millones de dólares, cuando su posición en el FMI no habilitaba más de 19.000. Eso es lo que correspondería y lo que el país podría pagar, mientras el resto debería renegociarse.

Esto es más complejo que nunca, cuando del otro lado aparecen el extravagante Presidente Donald Trump, desesperado por salvar un imperio que se hunde, como ocurrió hace un siglo con Gran Bretaña, cuyas consecuencias fueron demoledoras para la Argentina y se recuerdan con los apellidos Runciman y Roca. Como te anticipé cuando nadie se daba cuenta, hace más de un mes, la grieta en Estados Unidos es profunda entre Trump y Bessent, a quien ayer amenazó con despedir de "una patada en el culo".

Hijos nuestros

Trump y su ministro de Economía, el exitoso timbero Scott Bessent, pugnan con los bancos, que se niegan al megacanje por otros 20.000 millones de dólares (que ahora fue rebautizado recompra de deuda), salvo que el garante de esa nueva deuda sea el Tesoro estadounidense. Trump, cuyos índices de aprobación son peores que los de Milei, está bajo escrutinio de los sectores productivos, que son más vocales que los de aquí. La alternativa es que el nuevo socorro oneroso no pase de los 5.000 millones y se utilice para cancelar el próximo vencimiento con el FMI. "Todo el hemisferio está viniendo hacia nosotros" se jactó Bessent, al comentar las elecciones en Paraguay, Ecuador y Chile. "Estamos recuperando América Latina a través de nuestro liderazgo económico. No habrá balas", dijo. Al referirse al préstamo a la Argentina hizo una demostración explícita de paternalismo.

Con reservas negativas, la posibilidad de garantizar un modesto repo con nuevas entregas de oro en barra, la estabilidad que pregona el ministro Luis Caputo sigue prendida con alfileres. Al cabo de un mes durante el cual los trascendidos desde Washington y Buenos Aires a la prensa consideraban inminente la entrega de 20.000 millones de dólares por parte de cinco grandes bancos encabezados por el JPMorgan, Caputo dijo muy suelto de cuerpo que era una operación desestabilizadora, porque ellos nunca habían hablado de esa cifra. En forma oficial, no, claro, si nadie informa más que generalidades. El indicador del riesgo crediticio del país, volvió a empinarse, porque la versión del desinfle la publicó nada menos que el Wall Street Journal.

El documento sobre el que ahora trabaja Cristina plantea poner de nuevo a la Argentina en el eje de la producción, con política industrial activa, con crédito para la producción y mejorando la participación de los trabajadores en el ingreso, con regulaciones que impidan que el excedente se acumule fuera del país. Es preciso enfrentar las cuestiones fiscales y monetarias, pero no es viable ignorar las principales. Para lograr una moneda fuerte, con estabilidad y sin inflación, pero en condiciones distintas al rumbo suicida de Milei, son precisas regulaciones para el atesoramiento, fiscalizar mejor la evasión, nivelar la cancha entre las grandes empresas y las pymes, que no pueden beneficiarse con los precios de transferencia con sus casas centrales para agrandar la fuga. El poder económico ha logrado instalar la idea de que la presión impositiva es muy alta. Esto puede ser cierto en algunos casos para pymes, que están ahogadas, pero no para las grandes empresas, que están tributando el 3% de sus ganancias, y no el 35% como deberían, con sus abogados y estudios contables especializados, los mismos que le redactan a Milei las nuevas leyes desreguladoras y precarizadoras. Para nivelar la cancha entre pymes y grandes es preciso un impuesto mínimo a las grandes, instalar como figura económica que tribute en consecuencia al grupo económico, simplificar el trámite tributario para las pymes, revisar las exenciones impositivas que deberían ser menos del 4%.

Estas son las condiciones más críticas que se hayan conocido. En seis meses, y sólo las personas físicas, fugaron más dólares que toda la economía en 2001. Se requieren controles más estrictos, un tipo de cambio más alto y con socios distintos a Estados Unidos, para que un verdadero mercado único termine por desarmar la bicicleta del carry trade. La actual coyuntura depende más de la deuda externa que de la competitividad. El documento ni habla de devaluación, cuando no se sabe qué pasará en dos años. Es probable que se produzca, aunque el gobierno no lo quiera. Si Trump y Scott Bessent aportan una ayuda infinita para acrecentar las reservas (cosa que no parece estar ocurriendo), el problema se postergará pero será mucho mayor en 2028. El tipo de cambio debe ser acorde para generar condiciones para la industria. Vaca Muerta no puede ser un saqueo de los recursos naturales a cambio de algunos dólares. Hay que intentar que se convierta como en Noruega en una potencia para generar desarrollo industrial: desarrollar proveedores especializados, promover algunas industrias de bienes de capital, apuntalar determinadas producciones como la farmacéutica, y aminorar las importaciones del sector.

Arañazos

Cuando sus pensamientos se dedican a la Argentina, el gobierno de los Hermanos Milei divide su tiempo en tres frentes:

  • Caranchear todo lo posible los bloques legislativos ajenos, ya sean radicales con o sin peluca, PROcaces, peronistas de cualquier color y provinciales. Formalmente, la labor corresponde al Ministro del Interior Marcá al Pelado Santilli, quien trata de que no le desarmen el ministerio, quitándole la caja de herramientas para atraer a sus interlocutores. Por encima de él cortan y pinchan la Zarina y los primos Menem, mientras el consultor oxidado trata de pasar desapercibido, porque advierte lo que le espera. Esa topadora también medita cómo adelantarse al salto inevitable de la camaleónica senadora Bullrich.
  • Si por esa u otra vía logran el número necesario, apurar la legislación laboral, tributaria, previsional y farmacéutica que le reclaman a gritos, en inglés y en castellano.
  • Atajar el torrente de investigaciones sobre negocios sucios, como la criptoestafa $Libra, el 3% de ANDIS, la relación de la banda narco de Fred Machado con demasiados libertarios o allegados: el verdadero Pelado, que en diez días se queda sin fueros, la eventual senadora Lorena Villaverde, que tal vez no los obtenga nunca, y hasta un ex de Karen Reichardt. Hugo Alconada, que trata de no dar puntada sin nudo, detectó una negociación encabezada por el apoderado libertario Santiago Viola, con algunos querellantes de $Libra, para que excluyan de sus reclamos a los hermanos Milei.

La investigación del fiscal Franco Picardi sobre ANDIS, derivó de Spagnuolo a Miguel Calvete, un bandido que ya estaba en la cárcel por una variante del proxenetismo, y que manejaba desde afuera los negocios turbios con los medicamentos para la discapacidad y los de alto precio y baja incidencia. Luego de un allanamiento en el que le secuestraron 700.000 dólares, su hija, Ornella Calvete fue despedida como directora nacional de Desarrollo Regional y Sectorial de la Secretaría de Industria y Comercio. El día del atentado a la DAIA, Calvete estaba en las inmediaciones tomando un café con el suboficial del Ejército Jorge Pacífico, el compañero de curso de Omar Centeno en Campo de Mayo. Centeno es el acusador de CFK, Pacífico el de Amado Boudou, y nadie parece interesado en estudiar esta conexión. Calvete fue asesor de Guillermo Moreno en la Secretaría de Comercio. Según el diario La Nación, su relación de confianza con Moreno lo puso en contacto con el peronismo de La Matanza, pero cuando cambió la dirección del viento, su veleta le indicó que debía alinearse con el PRO. Fue concejal e hizo campaña con Patio Bullrich. Aclaro: no quiero decir que Moreno haya tenido parte en esos tratos, es sólo un producto de consumo. Un dato que seguramente Picardi tomará en cuenta es que tanto en las operaciones de lavado de dinero y de narcotráfico por las que Estados Unidos consiguió la extradición de Fred Machado a Texas, como en el lavado de dinero de ANDIS, aparece un histórico directivo de SOCMA, el conglomerado empresarial de la familia Macrì. Se trata de Sergio Daniel Mastropietro. Homeland Security lo mencionó en la documentación con la que se tramitó la extradición de Machado. Mastropietro era directivo de MacAir, la empresa de vuelos ejecutivos nacionales e internacionales de las Sociedades Macrì. Pese a que SOCMA declaró haberla vendido, todos sus ejecutivos continuaron cumpliendo funciones en Avian Líneas Aéreas. El ex fiscal Jorge Di Lello y el ex juez Sergio Torres investigaron esa venta, la concesión de rutas muy interesantes a la nueva empresa (a la que se hizo pasar como parte de la colombiana Avianca) y la asignación de los mejores hangares en el área de seguridad restringida de Aeroparque a otra empresa presidida por Mastropietro, Hangares de Buenos Aires. Imputaron a Macrì y a varios funcionarios de su gobierno por Asociación Ilícita, defraudación y tráfico de influencias. Entre ellos estaban Carlos Colunga, histórico colaborador en las operaciones aeronáuticas de los Macrì y Carlos Martín Cobas, a quien Macrì designó director de logística en la Secretaría General de la Presidencia. En 2016, Isela Costantini renunció a la presidencia de Aerolíneas Argentinas cuando se opuso a que se entregaran a la subsidiaria de Avianca las mejores rutas del país.

Ahora, Mastropietro reaparece en la investigación de Picardi, como receptor de transferencias millonarias de droguerías que habían ganado compulsas para la venta de medicamentos a ANDIS. Las facturas eran por compra de kilómetros en aeronaves de su empresa de charters Baires Fly, pero no hay registros de que los vuelos se hayan realizado y el fiscal entiende que se trataba de un mecanismo para el lavado de activos. Y no olvidar que Fred Machado compartía el abogado defensor con el Presidente Milei y con Diego Spagnuolo: Francisco Oneto. A Milei lo representó en la demanda de Patio Bullrich por calumnias e injurias durante la campaña de 2023, cuando dijo que ella ponía bombas en jardines de infantes. Luego de lo cual, la designó Ministra de Seguridad. A Spagnuolo lo patrocinó en la cautelar de Milei para frenar licitaciones del Doctor Fernández. Y ha defendido a otros acusados por traficar sustancias psicotrópicas prohibidas por las autoridades sanitarias, en distintos lugares del país. Joya.

Esta semana, el columnista David Brooks publicó en el New York Times una nota titulada El caso Epstein, no cuenten conmigo. "Nunca antes había sentido tanta incertidumbre sobre el futuro. Piensen en todos los grandes problemas que nos aquejan: la inteligencia artificial, las posibles burbujas financieras, el declive de la democracia, el auge del autoritarismo global, el desplome de los índices de lectura y la alfabetización en general, el repentino dominio científico y tecnológico de China, los avances rusos en Ucrania… La lista es interminable. ¿En qué se ha obsesionado la clase política estadounidense durante los últimos meses? Jeffrey Epstein", comienza. Luego viene la fatigosa enumeración que te ahorro, sobre la disputa entre Trump y sus rivales políticos sobre el caso. Y en el cierre, Brooks dice: "Ningún momento político es eterno. Ahora están en auge las pasiones más oscuras. Pero tras un momento cultural, los votantes suelen anhelar su opuesto, que en este caso significa líderes que proyecten integridad, unidad, honestidad y esperanza. La estrategia inteligente, diría yo, es refutar las teorías conspirativas, no fomentarlas. Cuando los grandes problemas como la IA y la hegemonía china nos alcancen, recordaremos el caso Epstein y nos preguntaremos: '¿En qué diablos estábamos pensando?'" Sacá Epstein y poné Wanda Nara o La Jueza Mackintach, o El Muñeco Gallardo. Y después mirate al espejo.

 

 Por Horacio Verbitzky 

Te puede interesar
Lo más visto

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email