





Entre enero y julio, el salario real cayó todos los meses y acumula una baja de 5,5%, de acuerdo con a los datos de asalariados privados registrados que provee el informe Situación y Evolución del Trabajo Registrado (conocido como SIPA).
La Secretaría de Empleo dice que "el salario medio real del sector privado observado en mayo de 2025 fue un 10,4% mayor al verificado en diciembre de 2023 , pero que en relación con noviembre de 2023, antes del cambio de Gobierno y de la devaluación inicial de diciembre de ese año, tiene un nivel levemente inferior. Esto implicaría que prácticamente no creció el poder de compra durante el gobierno libertario.
Los efectos de esta historia son claros. Según el estudio ¿Qué pasa con el salario? de Bumeran:
- 86% de los trabajadores argentinos dice que su sueldo no cubre necesidades básicas.
- 58% siente que su poder adquisitivo empeoró en los últimos meses (peor dato de la región).
- El 43% destina la mayor parte al alquiler.
- 9 de cada 10 no puede ahorrar.
- 7 de cada 10 tiene deudas.
Y
- si llegara un aumento, el 37% lo usaría para pagar deudas y el 27% para ahorrar.
"Estos datos abren el interrogante sobre si los ajustes salariales alcanzan para acompañar el costo de vida y garantizar condiciones acordes para los trabajadores", señala - Federico Barni, CEO de Bumeran
La segunda deuda: bienestar
Pero la historia no termina en la billetera. Porque aun si los sueldos mejoraran, el malestar en el trabajo no se resuelve solo con dinero.
Un informe de Deloitte mostró que 77% de los trabajadores sufrió burnout en su empleo actual y que 37% pensó en renunciar por problemas de salud emocional. Al mismo tiempo, Great Place to Work viene advirtiendo que el bienestar dejó de ser un beneficio accesorio y se volvió pilar estratégico de las mejores empresas.
"Si los líderes entienden que el bienestar impacta en la eficiencia y en la permanencia del talento, la ecuación cambia. No es ROI contra salud, es ROI con salud", dice Víctor Dosoretz, cofundador de Briut Salud.
Cada vez más compañías incorporan salud y flexibilidad a su propuesta de valor. Porque cuando un trabajador siente que su bienestar está cuidado, el compromiso sube.
¿Es tan importante el bienestar?
Sí: el estudio El desafío invisible: salud mental en el trabajo, realizado por Bumeran y Combo, revela que el 51% de los trabajadores argentinos reporta tener o haber tenido un diagnóstico de salud mental.
Entre los diagnósticos más frecuentes aparecen la ansiedad generalizada (37%), el trastorno de ansiedad social (16%), la depresión mayor (11%) y el estrés postraumático (7%).
Lo más preocupante es la falta de respuesta organizacional: 64% de los talentos dice que su empresa no tiene políticas de acompañamiento. Apenas el 4% reconoce que sí existen, el porcentaje más bajo de la región. "Las empresas solo colocan carteles con frases motivadoras, pero cuando alguien necesita ayuda empiezan los problemas y la estigmatización", confesó un participante del estudio.
Siempre lo primero es la salud, obviamente. Pero hasta el más preocupado por el dinero debería entender lo necesario que es cuidarla: "Un colaborador estresado cuesta hasta tres veces más en pérdidas por ausentismo y baja productividad", señala Dosoretz.
"Un aspecto central en el rol de Capital Humano hoy es ser contenedor de los equipos: escucha activa, entendimiento de las particularidades personales, acompañamiento y desarrollo son centrales para navegar en la complejidad", sostiene Cecilia Russo, fundadora y CEO de Consultora Cecilia Russo + Equipo + Humano
Salario emocional: una alternativa dudosa
Frente a un panorama de falta de bienestar, surge un "salario emocional" como respuesta. Ahora... ¿Es realmente lo que necesitan los argentinos? Solo para poner en contexto:
Según los últimos datos oficiales, la tasa de mora trepó en junio de 2025 al 5,2% del total de créditos, el registro más alto desde la crisis global de 2008.
Más de la mitad de los argentinos se reconoce dentro de la clase baja o media baja. Además, el 67,8% señaló a la clase alta como la gran beneficiada por las medidas económicas y sociales del Gobierno.
En Argentina, entre mayo de 2024 y febrero de 2025 se sucedieron diez meses consecutivos de crecimiento de la actividad económica, pero el empleo formal privado se encuentra estancado desde mediados de 2024.
El desempleo subió al 7,9% en el primer trimestre del año y alcanzó su nivel más alto desde 2021.
Por eso, aunque el bienestar es muy importante, las políticas que lo fomentan no deberían interferir con las mejoras salariales. Porque, en el fondo, estas últimas son las más importantes. Si se intenta reemplazar unas con otras, el efecto motivador del bienestar desaparece.
Dos grandes deudas
El salario es la prioridad número uno. Sin ingresos suficientes, cualquier programa de bienestar suena a maquillaje. El bienestar es la segunda deuda. Si la empresa paga, pero no cuida el clima ni la salud, el compromiso igual se desgasta.
Cuando se invierte en las dos, aparece el círculo virtuoso: menos desgaste, más compromiso y mejores resultados. Atender ambas es la única manera de empezar a saldarlas.
Fuente: BaeNegocios





