Desgaste por encuestas laborales: posibles causas y cómo solucionarlo

Recursos Humanos18/09/2025
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No son las encuestas corporativas lo que agotan a los colaboradores, sino la sensación de que su voz se pierde en el vacío. En cambio, cuando estos ven que su opinión genera cambios reales en la organización, es mucho más probable que sigan participando.

Muchas veces escuchamos: “Nuestros colaboradores están cansados de tantas encuestas.” Y es una preocupación válida: nadie quiere sobrecargar a su equipo. Pero en la mayoría de los casos, el problema no es responder una encuesta, sino lo que pasa después o, mejor dicho, lo que no pasa.

Compartir lo que uno piensa, incluso más de una vez, y no ver ningún cambio puede ser desalentador.

En ese marco, Paul Wolcott, presidente de Great Place To Work, autoridad mundial en cultura laboral, analizó los seis pasos concretos para reconstruir esa conexión y dejar atrás el miedo al desgaste por sondeos sobre clima laboral y otros aspectos vinculados con las compañías.

Empezá con un simple “gracias”

El equipo se tomó el tiempo para contar qué funciona y qué no. Reconocer ese esfuerzo es un gesto pequeño, pero muy poderoso para construir confianza.
“Agradeceles como si te hubieran entregado la encuesta en mano al salir de una reunión”, ejemplifica Wolcott.

Mostrar gratitud refuerza la idea de que el feedback se valora y no se da por sentado.

Contá qué escuchaste y qué viene después
Cuando cierra la encuesta, es clave que los colaboradores sepan qué está pasando del otro lado.

Compartirles lo que están analizando, incluso, si todavía no hay conclusiones finales. Saber que algo se está moviendo es suficiente para que quienes participaron sientan que su voz no se perdió en el aire.

Marcar con claridad la relación entre el feedback y las acciones

Una de las formas más efectivas de evitar el desgaste por encuestas es cerrar el círculo. Ayudar al equipo a conectar lo que compartió con los programas, políticas o cambios que vinieron después.

“Lo más importante no es si vos creés que estás actuando en base al feedback, sino si tu gente lo percibe así”, señaló Paul.

Celebrar los avances, tanto en las acciones como en los datos

No dejes pasar la oportunidad de reconocer cuando las cosas mejoran. Si los resultados suben en un área clave, lo apropiado es compartir ese logro con el equipo. Es una forma clara de mostrar que su opinión está moldeando la cultura y que la organización escucha y mejora.

Del mismo modo, es propicio celebrar cuando una opinión o sugerencia se transforma en una nueva iniciativa o en un cambio positivo, por más pequeño que sea.

Estos momentos ayudan a las personas a ver el impacto real de su voz y a mantener vivo el ciclo de retroalimentación.

El contexto lo es todo

Si sos la persona encargada de actuar en base al feedback de la encuesta, es normal que sientas la presión de dar la respuesta perfecta antes de avanzar. Pero esperar demasiado puede hacer que se pierda el momento.

El feedback es una foto del presente: lo que hoy parece urgente puede cambiar en pocos meses.

Por eso, es clave seguir escuchando, incluso mientras se trabaja en un plan de acción. Hacer chequeos cortos y frecuentes permite mantener el pulso de lo que está pasando ahora, especialmente si tu organización está atravesando cambios.

Tal vez si se hizo la última encuesta antes de una reestructuración, una adquisición o un gran logro, ese hito puede hacer que parte del feedback anterior pierda relevancia. Esperar un año entero podría dejar sin saber cómo está viviendo hoy el equipo la realidad del negocio.

Tener en cuenta el contexto, a su vez, ayuda a que la estrategia de escucha sea “oportuna, flexible y significativa”.

Ser específico donde más importa

Usar lo que se aprendió para mejorar las próximas encuestas. “Incluir preguntas personalizadas te da una mirada más precisa sobre la experiencia del colaborador y te permite verificar si las acciones que tomaste están teniendo el impacto esperado”, señala Paul.

Sobre eso, agregó: “Es una forma concreta de mostrar que estás escuchando con atención y que estás evolucionando según lo que más le importa a tu equipo”.

Estos elementos personalizados ayudan a conectar los resultados de la encuesta con las prioridades actuales y a evaluar si las acciones implementadas están generando el cambio deseado.

Cuando las personas ven que su opinión impulsa avances, ya sea un nuevo programa, un cambio de política o simplemente ser escuchadas, no solo están dispuestas a participar, sino que se estusiasman por hacerlo.

Como recuerda Paul Wolcott, escuchar, sobre todo en tiempos de cambio, es un acto de liderazgo que construye confianza.

“Las encuestas no son solo una herramienta para recolectar datos, son una forma de conectarte con tu equipo cuando más lo necesita. Y eso genera confianza”, concluyó.

Fuente: Ámbito Financiero

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