


Arrancó como rotisería, aplicó un secreto de McDonald's y duplicará su fábrica de empanadas por el boom del delivery
Recursos Humanos19/09/2021


Empezó como una rotisería y, ahora, se instala como una de las marcas más premium de empanadas. La cadena Mi Gusto tiene 35 sucursales entre la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. En 2020, a pesar de la pandemia, sus ventas crecieron un 100%. Ahora, quiere ampliar su planta de fabricación, para duplicar el volumen de producción para abastrecer a una red que, según planean sus dueños, sumará 30 nuevas tiendas.


"La historia arrancó en 1999 de la mano de mi madre. Ella tenía una rotisería y, en 2000, me involucré. Contra todos los pronósticos, en 2001, nos empezó a ir bien. Nos focalizamos en el mercado de las pizzas y las empanadas", cuenta Pablo Lemos, dueño de Mi Gusto, en cuya cadena tiene ocho locales propios.
Fue recién 10 años más tarde cuando dio un salto y empezó a expandirse, en principio, por el Conurbano. "Teníamos cuatro locales propios y recibimos una propuesta para abrir la primera franquicia en Bella Vista. A partir de ahí, no paramos de crecer", dice Lemos.
Hubo un antecedente en su vida que le sirvió de brújula. "Mi primer trabajo fue en McDonald's. Ahí aprendí tres pilares: calidad, servicio y limpieza. Fui por ese camino", resalta.
El negocio de las comidas para llevar es d ealta competencia y, en los últimos años, incursionaron cadenas low cost. con precios muy competitivos. "Entendimos que teníamos que buscar un diferencial. Empezamos a innovar con productos premium, con un packaging especial y una forma de comercialización directa, a través de los canales online", explica.
Entre las innovaciones, la cadena lanzó salsas para acompañar las empanadas. "En el Norte, se comen con salsas picantes. Está implantado en la Argentina", explica.
Mi Gusto también comercializa sus productos como congelados en las principales cadenas de supermercados. "Nos limitamos sólo a tres gustos. Es una línea a la que le pondremos más énfasis el año próximo, con la ampliación de la planta", dice Lemos.
En pandemia, la cadena abrió cinco locales nuevos. Eso hizo que la capacidad de su fábrica llegara a tope. "Tuvimos que frenar las inauguraciones porque no dábamos abasto con la producción", afirma.
El centro de producción está en Bella Vista. La planta tiene una capacidad para elaborar 60.000 unidades por día. Esos números se duplicarán con la ampliación. "Está previsto finalizar con las obras entre diciembre y enero. Con esto, vamos a poder elaborar 120.000 empanadas por día y continuar con nuestro plan de expansión", indica.
"Teníamos previsto que la planta tenga una vida útil de siete años. Pero en dos y medio, llegamos al tope de producción. Por eso, decidimos ampliarla con un plan progresivo", añade.
Hace dos años, la marca llegó a la Capital Federal. Ahora, buscan seguir expandiéndose por todo el país. "Tenemos previsto, con la nueva planta, abrir por lo menos 30 nuevas sucursales con el formato franquicia", anticipa.
La empresa, además, desarrolló su propia aplicación para comprar comida y toma pedidos a través de su página de Internet. "Todo esto nos facilitó a salir ganando de la pandemia", agrega su dueño.
Ninguno de sus locales tiene salón de comidas. "El formato take-away y delivery nos ayudó a acomodarnos de forma más rápida a la pandemia. Además, decidimos hacer hincapié en la forma en que el producto llega a los hogares y en ampliar la cantidad de gustos", finaliza.
Hoy, el menú se caracteriza por tener empanadas de vacío, provoleta o hasta cheeseburger. Su precio es de $ 165. Pero, según sus dueños, el principal diferencial es que "es un producto fresco, se elabora a la mañana para entregarlo a los locales durante la tarde", concluye.
Nota publicada por https://www.cronista.com/





