El Gobierno deja morir el CAREM y se entrega como una municipalidad nuclear de Estados Unidos

Actualidad - Nacional13/06/2025
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El asesor presidencial y presidente de Nucleoeléctrica Argentina S.A., Demian Reidel, anunció en el aniversario 75 de la CNEA que el proyecto de SMR (Reactores Modulares Pequeños) nacional CAREM-25 (Central Argentina de Elementos Modulares) quedó "obsoleto" y que sería reemplazado por otro proyecto. Las versiones más fuertes indican que el Gobierno busca otorgarle el yacimiento de uranio a una empresa estadounidense, en una muestra más del entreguismo de Javier Milei en favor del gigante del Norte.

Uno de los candidatos principales para el reemplazo sería el "proyecto" de SMR conocido como ACR-300, que no cuenta con ingeniería de detalle y sólo consta de una patente de ingeniería conceptual en Estados Unidos a la cual nadie en Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) tuvo acceso. Mientras tanto, el CAREM-25 cuenta con un avance aproximado del 80% en su ingeniería general y un 70% de avance en obra civil, pero fue abandonado y virtualmente cancelado.

Rodolfo Kempf es investigador de la Comisión Nacional de Energía Atómica, especialista en combustibles nucleares y miembro de la conducción de ATE. En diálogo con El Destape, señaló que la idea del Gobierno es "básicamente ser una municipalidad yanqui con cierto bagaje nuclear", pero en concreto se trata de ceder el "yacimiento de uranio argentino". Yañadió: "En el caso del reactor Carem es ceder, paralizarlo, dejarlo fuera de juego y pasar el proyecto a la empresa Meitner, con base en Dallas. Igualmente, de momento no hay muchas novedades de este proyecto y tampoco ni la CNEA ni el INVAP se están moviendo".

Según la Agencia Internacional de la Energía Atómica, la ventana de oportunidad de aprovechamiento para los SMR cierra en 2030. Después de esto, la tecnología ya dejaría de ser considerada "de punta" y, por ende, su valor estratégico caería rotundamente. El problema es que la construcción de una Central Nuclear de Potencia generalmente lleva entre seis y 10 años en el mejor de los casos. Esto deja a cualquier nuevo proyecto de SMR por fuera de la ventana de oportunidad comercial. El ACR-300 ni siquiera tiene sitio de emplazamiento asignado.

El proyecto frustrado del CAREM

De acuerdo a los cálculos de la gestión anterior, se preveía el fin de la etapa de construcción y el comienzo del montaje electromecánico para finales de 2024 o principios de 2025. Se trata de una central nucleoeléctrica más pequeña que las tradicionales y su principal objetivo es generar electricidad. Hacia el futuro, esta clase de reactores se presentan como una de las principales opciones para la generación eléctrica de base, capaz de brindar grandes volúmenes de energía pero sin emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, aspecto fundamental en el proceso de transición energética que el mundo afronta para sustituir las fuentes de generación de energía basadas en los combustibles fósiles, principalmente, el carbón, gas y petróleo).

Para la opinión pública, proyectos de esta naturaleza no suelen representar una problemática tan importante debido a una presunta falta de conexión con la vida cotidiana. Pero no es el caso del Carem, que podría robustecer el abastecimiento de producción eléctrica destinado al consumo domiciliario e industrial en un momento donde se esperan cortes de luz masivos en el verano por la falta de generación de energía. De hecho, durante el gobierno de Alberto Fernández se proyectaba  la idea de que el reactor pueda ser exportado. La magnitud de la venta de un reactor, según especialistas, cotizaría en aproximadamente en los 2.800 millones de dólares.

Por su menor tamaño y potencia, la simpleza relativa de su diseño y su capacidad para ser construido en fábricas y luego transportarse hasta el sitio de emplazamiento para su instalación final, estas obras cuentan con la ventaja de requerir un costo de capital inicial sensiblemente menor y de ofrecer una tasa de retorno de la inversión mucho más corta en términos de tiempo que los que requiere una central nuclear tradicional.

Partiendo del principio de que la principal función de las centrales nucleares es la generación de electricidad, este tipo de reactores más pequeños y versátiles permitirían incluso reforzar el abastecimiento eléctrico de zonas remotas o alejadas de los grandes centros urbanos. Esto permitiría avanzar en el diseño de pequeñas redes eléctricas localizadas, que pueden ser independientes al Sistema Interconectado Nacional.

Otros usos posibles son el abastecimiento eléctrico de polos industriales o fabriles, de plantas de desalinización de agua de mar o de producción de hidrógeno (instalaciones que demandan un alto y constante consumo eléctrico), y el aprovechamiento del calor residual para sistemas de calefacción.

La cancelación de facto del Proyecto CAREM-25 es una condena al sueño de un SMR nacional, llevándose consigo la estratégica oportunidad de sentarse en la mesa chica de la Energía Nuclear a nivel mundial. Y se trata de otro golpe al interés nacional por parte del gobierno de Javier Milei.

Por Leandro Renau / El Destape

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