





Un fuerte reclamo por parte de camioneros chilenos volvió a tensar la relación en el tránsito terrestre entre ambos países, luego de que trascendiera la posibilidad de que Argentina comience a aplicar un nuevo arancel por el uso de la Ruta Nacional 40.


A través de redes sociales, distintos sectores del transporte en Chile difundieron un mensaje en el que advierten que, de concretarse esta medida, podrían bloquear el paso por la región de Magallanes, impidiendo así el acceso hacia la provincia de Tierra del Fuego. En la publicación, se expresó con firmeza: “Chile se respeta. Anuncian que si Argentina no cumple acuerdos firmados e intenta cobrar impuestos por el uso de la Ruta 40 se les cortará el paso por la región de Magallanes, con lo cual no podrán llegar a Tierra del Fuego”.
Desde la Unión de Transportistas de Magallanes (Utramag), la reacción no tardó en llegar. Su presidente, Jaime Cárdenas, se manifestó en representación del sector y cuestionó con dureza la posible implementación del nuevo cargo. “Estamos levantando la voz para que nuestras autoridades sepan lo que está sucediendo. No vamos a aguantar que nos cobren otro arancel más. Ya pagamos al entrar y al salir de Argentina, y las rutas están en mal estado”, aseguró.
Cárdenas también cuestionó el desconocimiento de las autoridades argentinas sobre las condiciones reales de las rutas que utilizan los transportistas. “El gobernador desconoce la realidad que vivimos quienes las transitamos a diario”, expresó, y remarcó que “las rutas en Argentina no tienen el estándar de las rutas chilenas”, destacando las dificultades que enfrentan al circular por esos tramos de manera habitual.
En otro pasaje, el dirigente de Utramag defendió el accionar de los camiones chilenos frente a las críticas que los señalan como responsables del deterioro vial. Aseguró que las unidades cumplen con los controles de peso establecidos y que la mayor carga sobre las rutas provendría, en realidad, de vehículos argentinos. “Nos pesan en varias romanas: al ingresar a Argentina, en Piedrabuena y en Monte Aymond. Todos los camiones chilenos andan dentro de la norma, que es de 45 toneladas. Sin embargo, muchos camiones argentinos que se dirigen a Río Grande o Ushuaia circulan con entre 60 y 70 toneladas, superando su límite permitido de 52 toneladas”, denunció.
Finalmente, Cárdenas pidió prudencia a los funcionarios del país vecino y exigió que no se difunda información incorrecta sobre el rol de los camioneros chilenos. “Les pido a las autoridades en Argentina no tergiversar la información por respeto a la labor del trabajo de los transportistas chilenos”, dijo, y aunque aclaró que por el momento no hay acciones concretas en marcha, advirtió que no se descartan medidas más contundentes si la situación se agrava.







