
Estabilidad, pero a qué costo: el mercado espera un menor crecimiento del PBI para 2025
Actualidad - Nacional09/06/2025




El Gobierno logró, por ahora, salir (parcialmente) del cepo sin sobresaltos en la macro, pero eso no equivale a haberlo hecho sin ninguna consecuencia negativa. Al contrario, el mercado pronostica ahora que, en el marco del atraso cambiario y de salarios que siguen pisados, la economía crecerá en 2025 menos de lo que se esperaba un mes atrás.


Así lo adelantó el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que dio a conocer el Banco Central en la última semana, elaborado en los últimos días de mayo a partir de las proyecciones de las principales consultoras y bancos.
La noción de que, al menos temporalmente, el temido vendaval por la salida del cepo parece haberse evitado, hizo que la perspectiva de este pasado REM sea más positiva en varios aspectos respecto a la que se veía en el REM de fines de abril. Por ejemplo, a fines de abril la inflación que se proyectaba para mayo y junio era de un 2,8% y un 2,2% promedio, respectivamente. Pero a fines de mayo, las perspectivas inflacionarias para mayo y junio se redujeron a 2,2% y 1,9%.
Efectivamente, el reemplazo del esquema cambiario de devaluación mensual (crawling peg) al 1% por el de bandas cambiarias no implicó un salto en el tipo de cambio, sino que este se mantuvo en un rango medio de unos 1.200 pesos. Así, el mercado espera que el precio del dólar sea, en 2025, en promedio un 22% menor que lo que esperaba en abril.
¿Se ralentiza el crecimiento del PBI?
Sin embargo, esta misma estabilidad macro tiene su costado negativo. El mismo REM de fines de mayo también proyecta que el PBI crecerá menos que lo que se pensaba en el REM de fines de abril. Esto se ve especialmente si se pondera solo al top 10, es decir, a las 10 consultoras y bancos que, según discrimina el propio BCRA, más acertaron con sus pronósticos en los REM previos.
A fines de abril (en el REM previo) este top 10 esperaba que en el primer trimestre de 2025 el PBI haya crecido 1,8 puntos respecto al trimestre previo, pero esa proyección se redujo a 1,5 puntos a fines de mayo. Algo similar ocurre para los demás trimestres. En el segundo trimestre, el top 10 pasó de un crecimiento de 0,3 puntos intertrimestral a uno de solo 0,1, mientras que para las proyecciones del tercero la diferencia fue apenas negativa.
El pronóstico de la actividad, según el REM del BCRA de mayo.
Con todo, la perspectiva de una desaceleración de la economía se percibe mejor a nivel anual. Para todo 2025, el top 10 de consultoras y bancos esperan ahora que la economía crezca un 5,1% respecto a 2024, cuando un mes antes esperaban que ese crecimiento fuera del 5,5%.
Es decir, un crecimiento importante (en parte explicado por el rebote tras la recesión que llevó a una caída del 1,7% del PBI en 2024), pero que en solo un mes de implementación de la fase de estabilización post cepo se redujo en 0,4 puntos.
La misma tendencia, espera el mercado, afectará al comercio exterior. Para el top 10, en todo 2025 se exportarán 865 millones de dólares menos que lo que se esperaba exportar en todo 2025 un mes atrás. Al contrario, frente a un tipo de cambio atrasado, para el top 10 las importaciones serán en 2025 de unos 1.748 millones de dólares más que lo que se esperaba en abril.
De hecho, la menor suba del PBI esperada ahora se da incluso cuando el top 10 de las consultoras del REM anticipan que, a partir de julio, la tasa de interés será menor que lo que se esperaba un mes atrás.
Salarios pisados, baja recaudación e incertidumbre cambiaria
Una de las claves de esta pronosticada ralentización de la actividad es el atraso salarial. "Están empezando a usar como pauta antiinflacionaria al salario, lo que da una perspectiva de que se va a continuar con la pérdida" en los ingresos, lo explicó a El Destape Andrés Asiain, titular del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO), una de las consultoras participantes del REM.
Tras la modesta recuperación del salario real en los privados formales que se vio a fines del año pasado, en marzo los salarios crecieron solo 3% frente a una inflación 0,7 puntos superior. En el sector privado formal, el crecimiento fue incluso menor, de solo el 2,2%. En otras palabras, el Gobierno sigue manteniendo la pauta de paritarias al 1% mensual, cuando la inflación baja más lentamente de lo esperado por el salto del 3,7% en marzo, lo que devuelve el panorama de atraso salarial.
La repercusión de este escenario en la actividad se ve directamente a través del consumo masivo, que lleva 17 meses seguidos a la baja (o con crecimiento casi nulo) en supermercados, mientras que en los demás canales, como los comercios de barrio, se recupera en la medición interanual pero lejos de sus niveles históricos.
Otro factor que influyó en el pronóstico de un menor crecimiento del PBI, según Asiain, fueron "los datos de recaudación bastante flojos" de mayo, que mostraron una caída interanual del 18% en el marco del fin del impuesto PAIS y de la baja temporal de las retenciones.
Para Haroldo Montagu de la consultora Vectorial, que también participa en el REM, la proyección de un menor crecimiento puede ser producto "del impacto de la devaluación de abril, el salto inflacionario y la apertura del cepo, que generó más dudas que certezas respecto a la situación cambiaria". Retroactivamente, el fin (parcial) del cepo fue exitoso. Hacia adelante, las dudas persisten.
Por Javier Slucki / El Destape







