“Estoy pidiendo al Gobierno que reanude la obra de la planta de tratamiento del Arroyo Grande” Manifestó Fernando Ballester Bidau

Actualidad - Provincial07/06/2025
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El Plan de Remediación Ambiental Ushuaia (PRAU) se creó para dar cumplimiento a lo ordenado por la justicia en 2014, cuando se condenó al Ejecutivo provincial a realizar las obras necesarias para dotar la ciudad de la infraestructura cloacal necesaria para cesar el impacto ambiental.

Ballester Bidau recordó que “fue un juicio colectivo que se inició hace más de una década y obtuvo sentencia en agosto del 2014. Desde ese momento, se le dio un plazo al Gobierno de la Provincia, a través de la DPOSS, para que haga las obras necesarias para la reparación del sistema existente y dotar a Ushuaia de la infraestructura adecuada, de acuerdo a su población”.

“En ese momento, todos los efluentes eran volcados crudos a la bahía de Ushuaia. Se dieron 5 años para estas obras y para remediar las áreas impactadas por la contaminación”, contó.

En esta línea, lamentó la paralización de la planta de tratamiento del Arroyo Grande, y precisó que “está construida en un 92,89%. Está suspendida desde el 29 de noviembre del 2023. No está funcionando y todos los efluentes se vuelcan en crudo al Canal Beagle. No hay presupuesto para su reanudación. Es parte del cumplimiento de la sentencia. Debería haberse terminado en 2019 y no se hizo”.

“Este es un problema fueguino y debemos solucionarlo los fueguinos con recursos fueguinos. No debemos depender exclusivamente del presupuesto nacional o de Capital Federal. Hay que resolverlo sí o sí, porque hay una sentencia que cumplir”, sentenció.

“Es una pena que no podamos cerrar el círculo y terminarla. Está abandonada. Hay que hacer algún tipo de esfuerzo y terminar con eso”.
Además, marcó que “ni siquiera la veda invernal impediría la continuación, porque todo lo que hay que hacer es bajo techo. Es el 92,89% de construcción, según lo que indica la DPOSS. Por eso hay que rescatar el trabajo de la Dirección, pero, como todo, depende del presupuesto provincial”.

Respecto a la situación actual, el fiscal mayor interino de Ushuaia explicó que “podemos dividir la ciudad en dos cuencas. La uno es al oeste de calle Yaganes, y comprende el Arroyo Buena Esperanza, Río Pipo y Bahía Golondrina. La dos está al este de calle Yaganes, con el Arroyo Grande. Para la cuenca 1 se construyó la planta Bahía Golondrina, que abarca el 75% de los efluentes cloacales de la ciudad”.

E indicó que “una vez hecho el pretratamiento, se vuelcan los efluentes limpios, a través de dos dispersores marinos que hay en el aeropuerto. En esa zona se hizo un monitoreo para ver cómo está el agua, y otro en la zona de la Isla de los Pájaros, donde se planea poner otro dispersor. Esa parte está cumplida. Siempre falta algo”.

“En Costa Yámana se estaba haciendo un nuevo colector y se suspendió la construcción. Hay volcamiento crudo en el Pipo, frente al hotel Tolkeyen. Estoy pidiendo que se reanude”, lamentó.

Por otro lado, aclaró que “en Bahía Encerrada se hizo una remediación que está a cargo de la Municipalidad de Ushuaia. Lo que se ha hecho hasta ahora, y habría que verificarlo técnicamente, son unas exclusas para que el agua cruce el puente y vaya a la Bahía de Ushuaia. Es una obra que antes no existía e hizo la Municipalidad”.

De igual forma, advirtió que habría que “separar los caños pluviales de los cloacales. Lamentablemente en el mismo caño se van mezclando ambas cosas. Es una obra que deberían realizar. Las urbanizaciones nuevas contemplan la separación, el problema es en lo viejo”.

Por último, Ballester Bidau expuso que “no queda mucho para cumplir esta sentencia. Una vez que entre en funcionamiento la planta de tratamiento del Arroyo Grande. Digamos que a grandes rasgos estaría solucionado el tema de la contaminación. La planta de tratamiento de Bahía Golondrina es modelo en el país”. 

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