





Haciendo una adaptación de un casi centenario tango bien podría recitarse "¿dónde hay un dólar, viejo Gómez?" Los han limpiado con piedra pómez", pues la economía nacional no los genera y los "propietarios", que los tienen afuera del sistema, por qué razón los pondrían "en la cancha".


Oportunamente, en una columna publicada el 4 de noviembre en BAE Negocios se retomó el análisis de la condición "bimonetaria" de Argentina. Esto es así debido a que nuestro país opera su aparato productivo con una moneda oficial (el peso) y una "cosa" (el dólar estadounidense), que por los usos y costumbres también funge como moneda. Esta realidad, con más de sesenta años de historia, determina una singularidad al momento de definir las políticas monetarias en este suelo.
Ahora bien, la correcta administración de esta particularidad local necesita, para el buen funcionamiento económico, tanto de una relación de cambio estable como de una tasa de interés real (1) similar entre ambos numerales. Para ello, naturalmente, la tasa nominal en pesos y la inflación doméstica tienen que asemejarse a los parámetros internacionales. La experiencia acumulada, tal cual quedó demostrado en la primera década de este siglo, nos indica que es posible conseguirlo.
Con el "prisma" de lo hasta aquí aseverado, bien puede concluirse que las medidas tomadas por el Gobierno, desde sus inicios, han ido decididamente en dirección contraria. Esto ha devenido, por la propia naturaleza de lo actuado por la actual administración nacional, en una situación acuciante que, aunque se niegue públicamente, es percibida por la sociedad a partir de los "horrorosos" datos del sector externo (2). En este marco, luego de una serie de inconsistencias manifestadas públicamente en las últimas semanas, la gestión libertaria dio a luz un decreto, así como también una serie de resoluciones y disposiciones de los órganos competentes, intentando que todas aquellas personas, humanas y jurídicas, utilicen sus dólares atesorados para adquirir bienes y servicios destinados al consumo o a la inversión, de origen tanto local como extranjero.
Ahora bien, increíblemente, un "libertario", desde la administración central, intenta corregir una decisión tomada desde el "libre albedrío" por las familias y las empresas "libres" a través de un sistema que, pomposamente, denominaron...
Plan de Reparación Histórica de los Ahorros de los Argentinos
Justifican tamaña decisión afirmando: "Se trata de un nuevo régimen que les permitirá disponer libremente de sus ahorros sin tener que demostrar todo el tiempo de dónde los sacaron. En este sentido, la premisa será lo tuyo es tuyo y podés gastarlo y usarlo como quieras".
Para su implementación se derogan ciertos regímenes de información relacionados con:
- tarjetas de débito y crédito para consumos personales
- Cruzamiento Informático de Transacciones Relevantes (CITI) para los escribanos
- Compraventa de vehículos usados
Pago de expensas - Código de Oferta de Transferencia de Inmuebles (COTI)
- Consumos relevantes de servicios (agua, gas y telefonía).
- A su vez, se incrementan los umbrales mínimos de otros regímenes que continuarán vigentes sobre:
- Operaciones bancarias y de billeteras virtuales (transferencias, acreditaciones y extracciones en efectivo)
- Constitución de plazos fijos, así como los saldos a último día del mes
- Tenencias en agentes de liquidación y compensación
Información sobre compras de consumidores finales
Por último, se anunció un Régimen Simplificado del Impuesto a las Ganancias, un esquema con el cual el fisco nacional realizará una determinación que podrá ser aceptada y abonada o bien revisada y editada por los contribuyentes en la web del organismo recaudador.
Asimismo, al momento de presentar las medidas se mencionó un proyecto de ley para "blindar a los ahorristas argentinos" (ante cambios que realicen futuros gobiernos en materia de procedimiento y penal tributario), reduciendo los plazos de prescripción.
De resultas de ellas, las operaciones y las transacciones en pesos vieron alivianadas las sinuosas notificaciones de control aunque, afortunadamente para sus poseedores, los dólares seguirán...
Sin ver el sol
La inconsistencia de la actual política monetaria y cambiaria genera un sendero de iliquidez que impide revertir, entre otros motivos, el actual proceso de depresión económica.
La Teoría Cuantitativa del Dinero ya explicitó con lujo de detalles que existe una relación directa entre la cantidad de dinero y su velocidad de circulación, con el nivel de transacciones y el precio promedio a que se realizan en la economía.
Es por eso que el Poder Ejecutivo intenta monetizar la economía, modificando la astringencia de dinero imperante, incentivando la circulación de dólares norteamericanos. Va de suyo que también podría hacer lo con los euros, los yenes y con cualquier otra moneda de países lindantes.
Las consecuencias de este accionar son imprevisibles. En las zonas de frontera se podrá comercializar con múltiples instrumentos de pago, acelerando la confusión reinante. En términos inflacionarios, al incrementarse el circulante, dada la misma cantidad de bienes y servicios, los precios tenderán a elevarse. Y lo más relevante es la imprudencia de fomentar que los ahorros se utilicen para cubrir en gastos corrientes (pan, verduras, frutas, alquileres, expensas, servicios públicos, etcétera). Una verdadera barrabasada.
Los cerca de USD400.000 millones que el pueblo argentino logró atesorar deben ser utilizados, con los instrumentos adecuados (3), para acelerar el crecimiento de la economía mediante múltiples proyectos de inversión.
Y eso es posible
No es, copiando el desorden económico que impera en la República Bolivariana de Venezuela, donde las divisas son utilizadas para saldar las compras diarias, que se encontrará el buen sendero para nuestra patria. En ese marco, es hora de que la dirigencia política, empresarial, sindical, social y religiosa se mancomune y siente las bases de un Modelo de Desarrollo Permanente y Sustentable (Modepys) con orientación a la producción.
¡Dios guie a nuestros decisores!
1- Se denomina Tasa de Interés Real a la Tasa de interés nominal anual (TNA) descontada la inflación del período
2- Se define como Sector Externo, a la Cuenta Corriente de la Balanza de Pagos, integrada por: la Balanza Comercial (diferencia entre la exportación e importación de bienes); la Balanza de Servicios, resultante de ingresos y egresos monetarios generados por seguros, fletes, turismo, aplicaciones informáticas y otros; la Balanza de Transferencias Unilaterales, que aglutina las remesas, donaciones o ayudas monetarias a no residentes y la Balanza de Rentas, reúne todas las entradas y salidas que se generan por los factores productivos nacionales en el exterior, o de sus titulares no residentes en nuestro país.
3- Por ejemplo, podrían constituirse dos fideicomisos cuyos fiduciarios sean un banco norteamericano y uno europeo. Las tenencias en dólares se depositarían en estos, y contra el certificado de depósito se emitiría un certificado de exteriorización de capitales (blanqueo sin costo alguno; a partir de ese momento, los fondos quedarían regularizados). El único objetivo de este mecanismo es financiar proyectos de inversión —del sector privado o público— en la República Argentina. La evaluación técnica, económica-financiera y de ingeniería de dichos proyectos estaría a cargo de una comisión integrada exclusivamente por técnicos y profesionales vinculados al sector privado
Por Lic. Guillermo Moreno, Lic. Pablo Challú y Lic. Walter Romero / BaeNegocios







