





En un mundo en el que los husos horarios definen la relación entre el tiempo y el espacio, y en el que los Estados fijan con precisión las coordenadas temporales que rigen la vida cotidiana, el caso de Maldivas se presenta como una rareza que escapa a la regla.


Este archipiélago del océano Índico ha dado lugar a una práctica insólita: en lugar de seguir de manera uniforme el horario oficial del país (UTC+5), algunos de sus resorts turísticos han optado por establecer su propio tiempo, alterando deliberadamente el reloj para ajustarlo a sus necesidades particulares.
La decisión responde a una lógica precisa que combina cuestiones de hospitalidad, experiencia del usuario y organización espacial del territorio.
El reloj manda en vacaciones
La contradicción entre el deseo de relajación que persigue cualquier turista y las obligaciones que impone la gestión del tiempo durante las vacaciones se vuelve particularmente visible en destinos de alta demanda como Maldivas.
Aunque en el imaginario popular el turismo se asocia con el descanso, la libertad de horarios y la desconexión del ritmo habitual de la vida urbana, lo cierto es que incluso en los destinos más paradisíacos, los relojes siguen marcando el compás de la jornada.
Los turistas están sujetos a una red de horarios precisos: los vuelos internacionales y nacionales, los traslados entre islas, los check-in y check-out en los hoteles, los turnos en restaurantes, las excursiones planificadas y las actividades de ocio. Cada una de estas acciones está regulada por el minutero, lo que genera una paradoja: incluso en un entorno que promete libertad, el control del tiempo permanece como una constante ineludible.
Es dentro de este marco que algunos resorts de la paradisiaca isla optaron por una solución tan original como efectiva: modificar el huso horario de sus instalaciones, despegándose del horario oficial del país y adoptando lo que denominan “Island Time”.
Un huso horario a medida de los huéspedes
La práctica del “Island Time” consiste, en términos simples, en adelantar los relojes de los resorts una o dos horas con respecto al horario oficial de Maldivas. Si bien el país entero se encuentra bajo el huso UTC+5, varios complejos turísticos —algunos de ellos parte de cadenas hoteleras internacionales— han decidido ajustar sus relojes para adaptarse a las rutinas y expectativas de sus visitantes.
Este fenómeno no se trata de una política oficial ni de una normativa institucional, sino de una decisión autónoma tomada por los operadores de los resorts.
“Este ajuste horario deliberado es más que una mera peculiaridad del viaje; es una mejora pensada para la experiencia del huésped, que atiende las diversas necesidades de nuestros visitantes internacionales”, explicó Mohit Dembla, gerente general del JW Marriott Maldives Resort & Spa, a CNN Travel.
A su vez, lo describe como una medida diseñada para mejorar la experiencia del huésped y responde, según su explicación, a una necesidad de adaptación cultural y logística frente a una clientela internacional.
La modificación horaria, aunque mínima en términos absolutos, produce efectos concretos sobre la manera en que se distribuyen las actividades diarias. Al adelantar los relojes, el amanecer y el atardecer también se desplazan. Esto significa que, si el sol sale en Malé a las siete de la mañana, en el resort parecerá salir a las ocho.
A su vez, la luz solar se extiende hasta más tarde en el reloj local, lo cual permite que los huéspedes disfruten de tardes más largas, ideales para actividades al aire libre.
Una solución flexible
La posibilidad de modificar el horario en los resorts de Maldivas se ve facilitada por la propia configuración geográfica del país. El archipiélago está compuesto por unas 1.200 islas, muchas de las cuales se encuentran completamente aisladas entre sí y a gran distancia de la capital. Esta fragmentación territorial ha llevado a que cada isla se administre con cierto grado de autonomía funcional, sobre todo en lo que respecta a la operación de los complejos turísticos.
“Con el sol saliendo a las 7 a. m. y poniéndose a las 7:15 p. m., nuestros huéspedes disfrutan de una luz natural en el momento perfecto para trotar temprano por la mañana o practicar deportes frescos por la noche, escapando del calor intenso del día”, afirma Charles Morris, gerente general de Soneva Jani.
Los resorts que aplican el “Island Time” suelen estar emplazados en islas privadas, sin contacto directo con otras localidades o infraestructuras estatales. En estos casos, los huéspedes llegan en hidroaviones desde el aeropuerto internacional de Malé y, una vez en la isla, todo su entorno inmediato opera bajo el nuevo horario.
En ese sentido, los empleados de los resorts están instruidos para guiar a los turistas en este sistema paralelo y explicar el funcionamiento del cambio horario.
Algunos advierten que esta flexibilidad puede tener un costo para los trabajadores locales, que muchas veces se trasladan desde otras islas.
No obstante, no todos los actores del sector turístico ven con buenos ojos esta práctica. Algunos operadores consideran que alterar el huso horario puede generar confusión entre los viajeros, especialmente al momento de coordinar traslados o conectar vuelos.
Otros advierten que esta flexibilidad puede tener un costo para los trabajadores locales, que muchas veces se trasladan desde otras islas y deben adaptarse a un horario distinto al de sus comunidades de origen.
Nota:infobae.com





