La Polarización Económica en Argentina





Si una persona apenas tiene nada y otra absolutamente todo, el valor promedio es poco representativo de lo que ocurre objetivamente en esta comparación interpersonal. Por ejemplo, si Javier tiene un ingreso de un millón de dólares y Juan no tiene nada, la media nos diría que el ingreso promedio es de 500 mil. Lo cual no refleja la realidad del más pobre.
En definitiva: si una variable sólo presenta valores extremos, el cálculo de la media tiene muy poco sentido.
A la estadística hay que saber acomodarla correctamente para cada casuística, con el objetivo de evitar malinterpretar la realidad.
Por ello, en el caso de querer analizar con rigor la distribución del ingreso de una sociedad, debemos considerar la especificidad de cada caso.
Cuando un país padece una desigualdad extrema, la literatura académica especializada en esta problemática aconseja el uso del concepto de Polarización para identificar con más precisión la verdadera heterogeneidad económica que vive la ciudadanía. En otras palabras, cuando hay poca población concentrada en torno al valor medio del ingreso, entonces, se recomienda estudiar el contraste entre los polos extremos.
¿Se debería aplicar esta categoría, la de Polarización, en la Argentina de hoy?
Véase el gráfico elaborado por CELAG DATA a partir de los datos oficiales disponibles (EPH, IV Trimestre 2024) y juzguen.
1. La primera gran joroba que se observa hace referencia a la importante cantidad de personas que son muy, muy, muy pobres; con ingresos muy por debajo de la Canasta Básica.
2. La mitad de la población de Argentina posee un ingreso per capita familiar por debajo de 383 mil pesos al mes.
3. Dos tercios del país tiene un ingreso por debajo de la media (538 mil). Es decir, la media dejó de ser la norma. Apenas hay clase media.
4. Sólo hay un 20% de personas que tienen ingresos por encima de los 750 mil pesos al mes.
Conclusión: en Argentina, es tan grande la grieta económica entre ‘la gran mayoría que tiene poquísimo’ y ‘una minoría que tiene muchísimo’ que deberíamos hablar formalmente de Polarización.
Alfredo Serrano Mancilla * Doctor en Economía y Mariana Dónde *Doctora en Ciencias Sociales-UNRN /P12