El Eternauta tiene memoria

Actualidad - Nacional01 de mayo de 2025
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Netflix estrenó este miércoles la serie El Eternauta, basada en la historieta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, y comenzó la eternautamanía. No es para menos. Considerada un clásico de su género y reconocida a nivel internacional, los fanáticos aguardaron durante décadas que llegara a la pantalla la aventura desesperada de Juan Salvo durante una invasión extraterrestre. También pone en foco el drama de la familia Oesterheld, destruida por la dictadura militar.

La ciudad de Buenos Aires, escenario de la invasión que narra El Eternauta, está empapelada con afiches de la serie de Netflix que dirige Bruno Stagnaro y protagoniza Ricardo Darín. Muchos de esos afiches fueron intervenidos por manos anónimas que les pegaron volantes con los rostros de Oesterheld y sus cuatro hijas. Los cinco fueron asesinados por el terrorismo de Estado, sólo se recuperó un cuerpo y se ignora el destino de dos niños nacidos en cautiverio. 
 
Oesterheld, una familia víctima del terrorismo de Estado

El guionista y sus hijas militaban en Montoneros y se hallaban en la clandestinidad. El 19 de junio de 1976, Beatriz Oesterheld, la menor de las hijas del matrimonio de H. G. Oesterheld y Elsa Sánchez, fue a la Villa La Cava en San Isidro. Nunca llegó. Su madre presentó un habeas corpus y el 7 de julio le entregaron el cuerpo en una comisaría de Virreyes. Tenía 19 años.

Un mes más tarde, el 7 de agosto, Diana Oesterheld, de 23 años, fue secuestrada en San Miguel de Tucumán. Se la llevaron con su hijo Fernando, de un año y medio, que fue entregado a sus abuelos paternos. Raúl Araldi, pareja de Diana, fue asesinado un año más tarde. Ella estaba embarazada y se cree que pudo haber dado a luz en Campo de Mayo.

El 27 de noviembre de 1976, las fuerzas represivas secuestraron a Marina Oesterheld, de 20 años, y su pareja, Oscar Seindus, en San Isidro. Ella estaba embarazada y también se cree que, como su hermana Diana, el parto pudo haber sido en Campo de Mayo. Ella y Seindus continúan desaparecidos.

Estela Oesterheld, la mayor de las hermanas, tenía 25 años cuando fue asesinada en Longchamps el 13 de diciembre de 1977 junto con su pareja, Raúl Mórtola. Transitaba un embarazo de cuatro meses y tenía un hijo de tres años y medio, Martín. 
 
El pequeño Martín fue el último de la familia que vio con vida al autor de Mort Cinder. Su abuelo había sido secuestrado el 27 de abril de 1977 en La Plata, cuando ya había sido asesinada Beatriz y estaban desaparecidas Diana y Marina. Martín fue llevado por los militares tras el asesinato de sus padres y, antes de ser restituido a su familia, estuvo con el guionista en un centro clandestino de detención. Se estima que pasó por El Vesubio y que fue asesinado en algún momento de 1978. 

Elsa Sánchez se reencontró con sus dos nietos y, sumada a Abuelas de Plaza de Mayo, no paró en la búsqueda de los dos niños nacidos en centros clandestinos. Falleció en 2015, a los 90 años. Ahora, la adaptación televisiva de la obra cumbre de su esposo hace que la sociedad argentina vuelva a confrontar el horror de una familia diezmada por la dictadura. La intervención de los afiches ayuda a que así sea.

Pagina12

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