La demanda de dólares eleva la cotización





Sube la demanda de divisas por parte de los hogares, que quedaron habilitados al MULC gracias a la apertura parcial del cepo, y ese fenómeno generó dos relevantes consecuencias. Por un lado, las reservas brutas del BCRA treparon por encima de los USD39.000 millones por primera vez desde febrero del 2023, en parte gracias a las compras vía homebanking que quedan engrosando los los depósitos y hacen subir los encajes. Por el otro, la cotización del dólar siguió trepando y cerró el jueves en $1.176, nivel similar al del primer día postcepo, lo que implicó hasta ahora una suba del 9,1% en la divisa.
Las reservas brutas treparon USD445 millones el jueves y cerraron en USD39.076 M. Desde la autoridad monetaria afirmaron que en parte eso se dio por la mejora en la cotización de los activos, lo que específicamente se explicó por el oro, y en parte por la suba de los depósitos en moneda dura. El BCRA publica los números oficiales con dos días de rezago, pero al 22 de abril los depósitos ya habían superado los USD30.000 M. Ese incremento impacta en los encajes y, por ende, en más reservas brutas.
Vale destacar, en ese sentido, que la mejora de las reservas brutas no tiene incidencia en la meta que el FMI planteó para las netas y que, según estimaciones de la consultora 1816 obligará al Gobierno a comprar USD5.100 millones entre hoy y junio, o a pedir un waiver al Fondo. La economista de Portfolio Personal Inversiones (PPI) Melina Eidner afirmó: “La meta del FMI no es de reservas brutas, sino de reservas netas. Y el Fondo considera como un pasivo a deducir en lo que es la métrica de reservas netas, lo que son los encajes de los depósitos en dólares”.
Ahí un problema: el Gobierno deberá comprar USD5.100 millones de dólares, pero por ahora viene afirmando que no intervendrá en el mercado de cambios hasta que la cotización de la divisa no llegue al piso de las bandas del nuevo esquema cambiario, que hoy está en $1.000. En ese punto es en donde empieza a jugar la otra consecuencia visible de la suba en la demanda de dólares de los minoristas. La cotización, luego de los festejos del Gobierno el lunes pasado cuando había llegado a los mismos niveles precepo, sigue reflejando toda su volatilidad, ahora con sesgo alcista.
Este jueves el mayorista trepó un 4,8% extra y llegó hasta los $1.176, lo que implica hasta acá una suba del 9,1% respecto a la previa a salir parcialmente del cepo. Eso equivale a una devaluación del peso del 8,3%. Por ahora las consultoras vienen previendo, aún así, un moderado impacto en precios. De corroborarse, implicará al menos una mínima ganancia de competitividad, aunque se trata, tanto el del precio del dólar como el de la inflación, de partidos a largo plazo.
Este jueves el Índice del Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) del BCRA cerró en 87 puntos. Es una mejora respecto a los 79,3 puntos de la previa a la salida parcial del cepo cambiario que generó nueve meses consecutivos de rojo en la cuenta corriente cambiaria, con importaciones en fuerte alza y una disparada del turismo al extranjero que conspiraron con los pagos de intereses de la deuda. Como referencia, el 10 de diciembre del 2023, el presidente Javier Milei asumió con 79,8 puntos, lo que obligó a una fuerte devaluación del peso, que el Gobierno decidió realizar con un overshooting, es decir con una devaluación del peso del 54%.
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