Horas extra para sobrevivir: lo que el gobierno omite sobre la mejora salarial que celebra

Actualidad - Nacional24 de abril de 2025
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“El salario real privado registrado está en el máximo nivel desde agosto de 2018”, publicó en la red social “X” el ministro de Economía, Luis Caputo, tras conocerse los últimos datos de salarios que difunde la Secretaría de Trabajo nacional. Sin embargo, y hablando estrictamente del empleo registrado privado, ello no tiene correlato con el tope a los aumentos de convenio que impuso el gobierno nacional para homologar los acuerdos paritarios que, en su gran mayoría, quedaron por debajo de la inflación mensual en el último tiempo.

¿Cómo es posible entonces que crezcan los salarios con paritarias pisadas? Esto se debe a que el crecimiento de los salarios no obedece a una suba del salario de convenio sino a un incremento de las horas trabajadas para llegar a fin de mes (crecieron 5,1%). En otras palabras, mientras el salario promedio de los básicos de convenio está estancado, las y los trabajadores aumentaron la cantidad de horas extras para reforzar sus ingresos, y eso es lo que también se incluye -aunque no lo aclaró el funcionario- en el dato oficial. "Esto quiere decir que los ingresos de los trabajadores están aumentando no porque su hora de trabajo haya incrementado sustancialmente de valor sino porque están trabajando más horas. En resumen, estamos asistiendo a un crecimiento de la intensidad laboral”, planteó un informe del centro Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD). 

Un punto no menor es que se trata de ingresos inestables ya que “a diferencia de los aumentos negociados en paritarias, las horas extra son el primer componente salarial que se elimina cuando el ciclo económico pierde dinamismo”, alertaron. Esto quiere decir que, a menos que los incrementos actuales se trasladen a los salarios básicos de convenio, “los trabajadores podrían experimentar una brusca reducción de ingresos si la actividad interrumpe la tendencia al alza”. 

Más ingreso, pero a costa de más trabajo

Como viene contando este medio, el gobierno definió un techo a los aumentos negociados en paritarias dejando trascender desde fines del 2024 que no homologaría subas que estuvieran por encima de una pauta “no escrita”, pero que debía estar en línea con un escenario de caída de la inflación, según la perspectiva de la gestión libertaria. En ese sentido, la mayoría de los gremios cerró acuerdos por debajo del 2% para el inicio de este año, mientras que el índice de precios que releva el INDEC se ubicó siempre por arriba (enero 2,2%, febrero 2,4% y marzo 3,7%).

De hecho, en el primer trimestre de 2025, la mayoría de los gremios tuvo retrocesos muy significativos. Al mirar el salario de convenio, la variación en términos reales en el primer trimestre 2025 fue positiva para cuatro actividades: Cuero (+2,6%), Maestranza (+1,5%), Sector público PBA (+0,4%) y Gastronómicos (+0,2%). A diferencia, según un informe del Instituto de Estudios y Formación (IET) de la CTA- Autónoma, la mayoría perdió poder de compra: Mecánica (-0,7%), Químicos (-1,0%), Construcción (-1,6%), Camioneros (-1,9%), Carga y descarga (-2,6%), Comercio (-3,1%), Entidades civiles y deportivas (-3,3%), Gráficos (-3,7%), Metalúrgica (-3,9%), SINEP (-4,2%), Alimentación (-4,3%), Perfumistas (-4,3%), Sanidad clínicas (-4,5%), Textiles (-4,6%), Judiciales nacionales (-6,2%) y Casas particulares (-6,8%).

Pese a ello, desde el oficialismo destacaron en estos días la mejora salarial registrada en el gobierno de La Libertad Avanza. Además del mencionado posteo en redes del ministro de Economía, el propio jefe de Gabinete, Guillermo Francos, lo afirmó en su reciente informe de gestión al Congreso: “Entre febrero de 2024 y enero de 2025, todas las categorías de trabajadores registraron, en promedio, incrementos salariales por encima de la inflación”, indicó.  

Lo cierto es que los funcionarios de Javier Milei se basan en el último informe de la Secretaría de Trabajo de la Nación según el cual, en febrero de 2025, el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales del sector privado fue 7% mayor al nivel que tenían en noviembre de 2023. Entonces, ¿es erróneo el dato oficial o cómo entender esa mejora mientras existe un techo a las paritarias que las ubicó detrás de la inflación? La respuesta se vincula al creciente desacople entre lo pautado en los convenios salariales y lo efectivamente cobrado por el trabajador.

Así lo demostró un informe presentado por el centro Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (CETyD) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), que indicó que “desde fines del año pasado se produjo un marcado desacople entre, por un lado, los salarios negociados en paritarias por empresas y sindicatos -algunos se mantuvieron y la mayoría cayeron- y por otro, los salarios efectivamente cobrados por los trabajadores a principios de mes (salario efectivo) -crecieron 9% durante ese mismo período-“.  

Aquí un punto clave, omitido por los ministros en su explicación, que tiene que ver con que los datos oficiales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que tomaron de referencia incluyen, según se destaca en su metodología, a las horas extraordinarias cobradas por las y los trabajadores: “los indicadores de remuneraciones se realizan sobre la base de la remuneración declarada por el empleador antes de las deducciones por aportes a la Seguridad Social. Incluye adicionales de periodicidad no-mensual, horas extraordinarias, viáticos, sueldo anual complementario y bonificación por vacaciones”, dice el apartado correspondiente. 

Considerando el desacople y los aspectos metodológicos de la medición oficial, los investigadores del CETyD explicaron que la situación se interpreta a la luz de lo que está sucediendo en el empleo. A diferencia lo que ocurre con la actividad económica, que volvió al nivel que tenía al iniciar la crisis, “el empleo no logró compensar la contracción previa y a fines de 2024 se mantuvo 2,3% debajo de fines de 2023. Sin embargo, lo que sí está aumentando es la cantidad de horas que trabaja cada trabajador, que crecieron 5,1% en ese mismo período de tiempo”. Esto puede deberse a que, en el actual contexto de inestabilidad, “las empresas están optando por aumentar las horas extra antes que por contratar más trabajadores a sus plantillas”. Los últimos datos de empleo, a enero 2025, arrojaron una destrucción de casi 9 mil puestos de trabajo en el sector privado registrado (124 mil menos desde noviembre de 2023) sin señales, al momento, de un repunte sostenido.

De esa manera, “lo que se observa es que los trabajadores no están cobrando más porque hayan aumentado sustancialmente sus salarios, dado que las paritarias efectivamente están pisadas. Por el contrario, sus ingresos se incrementaron porque están trabajando horas extra”, planteó el centro de estudios. Dicho de otro modo, los trabajadores no cobran más porque el valor de su salario permanente se incrementó sino porque trabajan más tiempo. 

Esto implica, según los investigadores, que si bien el poder adquisitivo de los salarios se incrementó entre fines de 2023 y 2024 (en línea con lo sostenido por los funcionarios de gobierno), “si se excluye el crecimiento de las horas extra y se observa lo ocurrido con el salario por hora trabajada, el incremento fue sustancialmente menor (el salario total creció 7% y el salario horario, 2%)”. Esto quiere decir que “estamos asistiendo a un crecimiento de la intensidad laboral”, agregaron.

En sintonía, el investigador del IET, Luis Campos, resaltó el fuerte crecimiento de las horas trabajadas por cada asalariado: según los datos del INDEC aumentaron un 3,3% interanual en el tercer trimestre del 2024 y un 5,1% interanual en el cuarto. “A más horas de trabajo, más salario”, resumió. Para el especialista en temas laborales, “llamar aumento salarial a que te paguen más por trabajar más es cuanto menos engañoso”.

En ese sentido, propuso otra comparación: “para limpiar este efecto de horas extra podemos usar la serie de salarios del sector privado registrado que publica el INDEC, que excluye las horas extraordinarias”. Así, según dicha fuente, “el salario del sector privado registrado dejó de crecer en diciembre y aumentó un 2,2% entre octubre y enero. Por el contrario, para el SIPA siguió creciendo y el aumento entre octubre y enero fue del 7,1%”, detalló. 

En la misma línea sumó, “si nos guiamos por la serie del INDEC, el salario promedio del sector privado ya recuperó la caída de diciembre de 2023, pero todavía está un 1,5% por debajo del promedio diciembre/22–noviembre/23. Según el ministro de Economía, el salario promedio del sector privado registrado ya volvió a los niveles de agosto de 2018 pero porque para ello usa la serie del SIPA, si tomamos los datos del INDEC todavía estamos un 14% abajo. Verdadero pero engañoso”, consideró.

Qué esperar para el resto del año

Según el análisis del centro de investigación que coordina Matías Maito, dado que el aumento de ingresos basado en horas extra es inestable “corre el riesgo de ser rápidamente revertido si la actividad se estanca o se retrae”. A diferencia de los aumentos negociados en paritarias, “las horas extra son el primer componente salarial que se elimina cuando el ciclo económico pierde dinamismo”. De cara a los próximos meses, “a menos que los incrementos actuales se trasladen a los salarios básicos de convenio, los trabajadores podrían experimentar una brusca reducción de ingresos si la actividad interrumpe la tendencia al alza que mostró desde mediados de 2024”.

En la misma línea, Campos planteó, “para adelante tenemos un problema. Si todo sale bien, en algún momento las empresas reemplazarán las horas extras por nuevos trabajadores. Si sale mal, dejarán de hacer horas extras. En ambos casos, el impacto en la serie del SIPA será negativo”, y recordó que “el empleador puede recortarlas en cualquier momento”.

Finalmente es importante considerar que el sector privado registrado abarca actualmente a menos del 50% del empleo total, mientras que el sector no registrado y el público enfrentan peores condiciones laborales y salariales en esta etapa.

Por Eugenia Rodríguez / El Destape

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