Por primera vez, la expectativa inflacionaria creció: para las consultoras y bancos de la city se frenó la creciente dinámica que los llevaba a esperar cada vez saltos más pequeños del IPC. En febrero pasaron a proyectar una dinámica de precios mayor a la que veían en enero, aunque, vale destacar, esas expectativas siguen siendo relativamente menores a las previas a la desinflación que se logró gracias al ancla cambiaria, el ajuste fiscal y la baja en el consumo. Para febrero, pasaron a proyectar un 2,3% mensual en el IPC del Indec, que se publicará este viernes.

El BCRA publicó el REM, la encuesta que mide el clima de la city con una consulta a 39 consultoras, bancos y centros de investigación acerca de las principales variables de la macro. El 2,3% que dijeron esperar para febrero, según la mediana de las respuestas, estuvo 0,2 puntos por encima de lo que habían señalado esperar un mes antes. Si se corrobora, habrá sido una levísima aceleración respecto al 2,2% de aquel enero. Para marzo dijeron proyectar un 2,2%, lo que también estuvo 0,2 puntos por encima del 2% que habían dicho en la encuesta anterior.

Así, fue la primera vez, al menos desde el pico inflacionario de fines del 2023, en la que consultoras y bancos de la city perdieron algo del optimismo por la desinflación. Para abril, por otro lado, proyectaron que el Gobierno habrá logrado perforar el duro piso del 2%, de la mano del ancla cambiaria, y habrá cerrado el mes con un alza del 1,9%, número idéntico al que habían señalado esperar en la encuesta de enero. Para mayo proyectaron un 1,7%, en la única de las previsiones que fue inferior, en 0,1 punto, a la de enero. Para junio esperan un idéntico 1,7% al que esperaban hace un mes y para julio un 1,6%. Agosto, presumen, cerrará con una inflación del 1,5%.

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