Salud, dinero y amor: cuánto influyen cada uno de estos pilares en la felicidad

Actualidad29/01/2025
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La felicidad, un concepto que fascinó a filósofos, científicos y psicólogos por siglos, es mucho más que esos picos de alegría momentánea que se experimentan con buenas noticias.

Según un análisis publicado por National Geographic, la pregunta sobre qué pilar influye más en la felicidad sigue sin una respuesta universal. Si bien estos factores tienen un impacto significativo, la clave radica en cómo cada persona percibe y enfrenta su entorno, combinando diferentes elementos que, en conjunto, construyen su bienestar.

Diferentes formas de felicidad: ¿cómo se experimenta?
 
De acuerdo con las investigaciones citadas por National Geographic, la felicidad puede clasificarse en tres tipos principales, cada uno con características y efectos distintos en la vida diaria.

El bienestar afectivo está relacionado con las emociones intensas, como la alegría o el entusiasmo, que surgen de eventos positivos en nuestra vida. Este tipo de felicidad es altamente cambiante y volátil, ya que depende de estímulos externos inmediatos. Aunque suele ser la forma más reconocida de felicidad, su naturaleza efímera la hace menos sostenible.

La eudaimonia, en cambio, se asocia con la satisfacción que proviene de alcanzar metas y cumplir objetivos personales. Este tipo de felicidad es más duradera y estable, ya que se fundamenta en el significado profundo que las personas encuentran en sus logros.

Según el artículo, quienes desarrollan eudaimonia tienden a ser más resilientes ante las adversidades, ya que su bienestar no depende exclusivamente de momentos puntuales.

El tercer tipo de felicidad, el bienestar subjetivo, depende de la percepción personal de cada individuo. Este enfoque destaca cómo la actitud y los valores moldean la forma en que se interpreta la vida. National Geographic señala que esta perspectiva permite entender por qué algunas personas logran mantener una visión positiva de su entorno incluso en circunstancias adversas.

El papel del dinero: ¿es suficiente para ser feliz?
Uno de los debates más frecuentes en la investigación sobre la felicidad gira en torno al impacto del dinero. Según un estudio realizado por la Universidad de Princeton en 2010 y citado en National Geographic, los ingresos de hasta 75.000 dólares al año mejoran notablemente el bienestar emocional, ya que permiten evitar problemas asociados con la pobreza, como el estrés financiero, los conflictos familiares o la falta de acceso a atención médica.

Sin embargo, el mismo estudio concluyó que ganar más allá de esta cifra no incrementa proporcionalmente la felicidad, e incluso puede reducirla, porque las personas tienden a priorizar el trabajo por encima de otros aspectos importantes.

En contraste, el psicólogo Matt Killingsworth, de la Universidad de Harvard, presentó una revisión más reciente que desafía estas conclusiones. En su análisis, basado en más de un millón de reportes de ciudadanos estadounidenses, Killingsworth demostró que la felicidad aumenta linealmente con los ingresos, incluso superando los 75.000 dólares.

Según sus hallazgos, los ingresos elevados contribuyen a un mayor bienestar diario al permitir cubrir necesidades básicas, afrontar gastos médicos y disfrutar de ciertos caprichos. Sin embargo, National Geographic destaca que este análisis se centra en el contexto de Estados Unidos, lo que limita su aplicación en otras sociedades.

Salud y felicidad: un vínculo profundo
La relación entre salud y felicidad se manifiesta en dos direcciones. Por un lado, la falta de salud genera una disminución inmediata en el bienestar emocional, especialmente tras eventos como enfermedades graves o accidentes.

Sin embargo, según National Geographic, muchas personas logran adaptarse con el tiempo a sus nuevas realidades, alcanzando niveles similares de felicidad previos a la enfermedad o accidente.

Por otro lado, la felicidad tiene un impacto positivo en la salud física. Estudios mencionados en el artículo destacan que las personas felices tienen niveles más bajos de cortisol, una hormona relacionada con el estrés, lo que reduce significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y trastornos de salud mental.

Esta conexión bidireccional, según National Geographic, evidencia la importancia de promover entornos que favorezcan el bienestar emocional, tanto por sus beneficios psicológicos como por sus efectos fisiológicos.

Amor y relaciones: el sostén emocional
La influencia del amor en la felicidad es otro tema clave. Según un estudio citado por National Geographic, realizado con parejas octogenarias, el amor y la satisfacción en la relación pueden amortiguar los efectos negativos de una mala salud.

Los investigadores observaron que las personas con relaciones sólidas tienden a mantener niveles más altos de felicidad, incluso cuando enfrentan dificultades físicas o emocionales. El artículo también destaca que el amor no solo influye en la felicidad individual, sino que tiene un efecto en el bienestar emocional compartido dentro de las parejas.

Los cambios en la salud de un miembro de la relación impactan directamente en el estado emocional del otro, reflejando la interdependencia emocional que caracteriza a las relaciones humanas.

Factores internos: genética y percepción personal
National Geographic menciona que aproximadamente el 50 % de la felicidad está determinada por la genética, según explica Matthew Solan, médico de la Universidad de Harvard.

Factores como niveles elevados de endorfinas, equilibrio hormonal y menor producción de cortisol predisponen a ciertas personas a ser más felices que otras. Sin embargo, el mismo artículo subraya que otro 40 % de la felicidad depende de la percepción personal y de la forma en que cada individuo interpreta su entorno.

Trabajar en la eudaimonia y en el bienestar subjetivo permite a las personas encontrar satisfacción en sus logros y desarrollar una mayor resiliencia frente a las adversidades. Este aspecto, según los expertos citados, es donde cada persona puede tomar el control y cultivar activamente su felicidad.

National Geographic concluye afirmando que todos estos elementos son importantes, pero la actitud personal y la búsqueda de significado en las experiencias diarias tienen un peso decisivo. La felicidad, más que un estado externo, es un proceso que se cultiva desde adentro y se nutre de la forma en la que se elige vivir.

Nota:infobae.com

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