¿Comprar una vivienda con crédito UVA o alquilar?: tips a tener en cuenta para elegir la mejor opción
En un contexto de crisis económica, la diferencia entre optar por un alquiler o elegir un crédito hipotecario se amplió considerablemente. Durante el 2020 y el 2021, ambos sistemas de pago mostraron una diferencia mínima en las cuotas, con un diferencial de $357 en 2020 y $621 en 2021, según un informe del Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
Sin embargo, la situación se modificó considerablemente en 2022 y 2023, ya que la brecha se elevó a $1.410 y $4.761 respectivamente (un 237,66%), y para 2024 alcanzó una cifra en torno a los $20.000.
Esta modificación refleja una serie de factores en juego, como la incertidumbre económica, la inflación y la variación de los ingresos. Si bien más de 20 bancos volvieron a introducir créditos UVA este año, el incremento del costo de vida y las dudas sobre la estabilidad económica llevaron a que muchas familias tengan dudas de tomar un crédito a largo plazo.
¿Conviene alquilar o comprar?
El informe elaborado por la UADE recalca que solicitar un crédito hipotecario UVA puede resultar conveniente si se cuenta con el capital inicial para cubrir el porcentaje que no se financia y si se asegura una estabilidad relativa en las variables macroeconómicas. En un contexto de inflación controlada, ya que las cuotas UVA ajustadas por el Índice CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia) resultan inicialmente más bajas que las de un crédito tradicional.
Aun así, el sistema de ajuste por UVA presenta desafíos. A medida que la inflación afecta al valor de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), las cuotas se incrementan, generalmente por encima del crecimiento de los ingresos familiares. El informe muestra que, en algunos casos, el peso de las cuotas en el presupuesto familiar pasó de representar el 35% al 39% en solo seis meses.
Para las personas que eligen alquilar y quienes aún mantienen contratos bajo la reglamentación anterior a la actual, el Índice para Contratos de Locación (ICL), que también se ajusta en función del IPC y de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables, sigue de cerca la inflación. Esto implica que, aunque las cuotas de alquiler también aumentan, lo hacen de manera similar a las cuotas de créditos UVA, lo que refuerza la importancia de analizar la situación particular de cada familia antes de tomar una decisión.
En tanto, de acuerdo a la normativa actual, los contratos de alquiler se actualizan de acuerdo a lo pactado por ambas partes. Optar por un crédito UVA, por lo tanto, no es solo una cuestión de comparar la cuota mensual con el alquiler, sino de proyectar a largo plazo y evaluar cómo podrían evolucionar tanto los ingresos como la economía.
Sin embargo, desde UADE señalan que la diferencia no pareciera ser significativa si se tiene en cuenta que la familia pasa a ser propietaria de un inmueble. A la hora de tomar la decisión, es necesario tener en cuenta la capitalización que tiene el deudor a pesar de la diferencia de monto entre el alquiler y la cuota del crédito. De esta forma, por la casi nula diferencia, se puede llegar a la conclusión de que un crédito UVA es una mejor opción.
Nota:iprofesional.com