Hablar de política en el trabajo, una realidad poco aprovechada para fomentar la colaboración
Hablar de política en el trabajo es más común de lo que parece, especialmente si se considera que las personas pasan una buena parte del tiempo en el centro laboral. Ya sea en el entorno físico o virtual, al menos 67% de los trabajadores a conversado —y en algunos casos se ha confrontado— con compañeros o superiores sobre temas políticos, de acuerdo con una encuesta de Indeed.
Aunque puede parecer contraproducente, platicar sobre política en el trabajo no siempre implica una polarización entre colaboradores, de hecho, son conversaciones que pueden fomentar la cohesión de los equipos, coinciden especialistas en cultura organizacional.
“Es una realidad, las empresas están compuestas por diversas personas y cada una es diferente, es parte de la diversidad, y hay que estar conscientes que eso es una fortaleza. Por eso hay que fomentar el respeto y la comprensión, es importante que en las organizaciones existan un ambiente de confianza y de seguridad, prohibir estas conversaciones no es una solución porque limitas las opiniones”, opina Diana Jiménez, consultora en Felicidad y Cambio Organizacional de la Agencia Concepto 21.
Las conversaciones sobre política en el espacio de trabajo, contrario al efecto negativo que se percibe como consecuencia inmediata, se pueden traducir en algo bueno para los equipos. De acuerdo con la encuesta Esperanzas y temores de la fuerza laboral de PwC, el 83% de los trabajadores que ha platicado sobre temas políticos y sociales con colegas, reporta un impacto positivo.
Según los hallazgos de la firma, las personas que han tenido este tipo de conversaciones consideran que esto les ha permitido entender sus compañeros de trabajo, crear un entorno más abierto e incluyente, generar más confianza para compartir puntos de vista y aumentar la empatía.
Desde la perspectiva de Alex Ureña, cofundador de Evolutive Agency, las empresas deben reconocer que esto es una realidad y más allá de tomar una actitud prohibicionista, ofrecer las herramientas para tener un diálogo respetuoso y aprovechar estos espacios para desarrollar habilidades de comunicación.
“Todos tenemos opiniones, el reto es que no siempre tenemos la estructura mental o las formas de comunicación adecuadas para debatir y eso es una gran oportunidad a nivel organizacional. Sea cual sea el tema, hay que pensar cómo podemos aprovecharlo para entrenar habilidades de comunicación y espacios diversos y de tolerancia, esa es la oportunidad increíble”, afirma.
De manera orgánica, las pláticas sobre política parecen ya generar efectos positivos en las empresas. De acuerdo con la encuesta de Indeed, al menos cuatro de cada 10 colaboradores consideran que las discusiones políticas en el trabajo mejoran la comprensión y la empatía entre compañeros
Para Diana Jiménez, un aspecto clave es que la organización promueva estos diálogos entre compañeros de trabajo, y que no sean pláticas que se den únicamente de manera informal.
“Promover espacios donde la gente no discuta, sino converse sobre el tema y ofrezcan el punto de vista es importante, le tenemos miedo porque pensamos que no suma, pero sí puede sumar porque abres el diálogo y porque fomentas una cultura de escucha, abierta a diversas opiniones y de aprendizaje, y evitas conflictos que pueden surgir en el radio pasillo”, apunta la especialista.
Por su parte, Alex Ureña subraya que una de las ventajas de estos espacios es la posibilidad de desarrollar una buena comunicación en entornos difíciles. “Si podemos hablar de política, algo que muchas veces polariza, es como un entrenamiento para cuando las cosas se ponga difíciles en la operación, hablemos mejor. Siempre tendremos opiniones de todo, el punto es que la expresemos con coherencia, argumentos sólidos, objetividad y una mirada en el bienestar común”.
La intolerancia está presente
Aunque puede tener consecuencias positivas, la falta de habilidades de comunicación efectiva por parte de los colaboradores y estrategias en las empresas para aprovechar estos espacios, genera que las personas sientan incomodidad o un trato diferenciado en sus equipos al expresar sus opiniones políticas.
Según Indeed, casi una cuarta parte de los trabajadores siente un trato distinto al realizar un comentario político con sus compañeros, de ese universo cerca de 21% dice que ha experimentado incomodidad o represalias por tener este diálogo.
En buena medida, opina Alex Ureña, los conflictos se generan porque se carece de claridad al momento de expresar las ideas, y esto es algo que pueden desarrollar las empresas. “Tiene que ver con el pensamiento crítico, entender cuáles son nuestros hilos, distorsiones cognitivas, cómo hacemos inferencias, a partir de dónde creemos lo que creemos, afinar mis argumentos en una discusión”.
En ese sentido, el especialista considera que una buena manera de llegar a puntos comunes y evitar el conflicto, es contextualizar la conversación. “Cuando nos enemistamos en las charlas es porque nos agredimos directamente y eso usualmente tiene que ver con la sobre identificación con una tribu, es algo muy primal, pero tú no eres eso, que tú apoyes un partido o a otro, no te define como persona, se trata quitarse la sobre identificación con un grupo y abordarlo desde comportamientos o valores que todos tenemos, como estar de acuerdo en la importancia del respeto”.
Desde la óptica de Diana Jiménez, si bien las empresas pueden fomentar estos espacios y apoyar en el desarrollo de habilidades, los colaboradores tienen un rol importante para evitar que el diálogo genere conflictos.
“Debemos tomar una postura de expresar nuestras opiniones, pero con respeto y apertura a aprender de lo que también expresan los compañeros, sin temor a admitir que podemos equivocarnos y tener mucha inteligencia emocional, no convertirnos en un generador de conflicto y buscar tener la razón siempre, eso es lo que pesa más”, indica la especialista.
Nota:eleconomista.com