Cuatro señales de que ascender en la escala corporativa puede no ser ideal para vos

Recursos Humanos21 de octubre de 2024
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Una carrera profesional satisfactoria tiene un aspecto diferente para cada persona. Aunque muchos encuentran atractivo el camino tradicional de ascender por la escalera corporativa, no todo el mundo sueña con un cargo alto o el despacho con la mejor vista. 

Si estas recompensas no te entusiasman, podés sentirte desmotivado, desconectado e insatisfecho, incluso si te va bien y cumplís con las obligaciones. Sin embargo, es importante recordar que no estar interesado en el camino tradicional no refleja tus habilidades o capacidades. A veces, sólo significa que estás destinado a hacer tu propio camino. 

Todo depende de tus objetivos y de lo que realmente te importa en tu trayectoria profesional. Acá tenés cuatro señales de que subir en la escala corporativa puede no ser para vos y por qué no debería impedirte encontrar el trabajo que amás.

1- No te gusta la política de oficina
A nadie le gusta lidiar con la política de oficina. Puede acabar con la productividad, afectar a la concentración y contribuir a crear un ambiente de trabajo hostil. Aunque algunas organizaciones tienen peor ambiente que otras, todos los lugares de trabajo presentan desafíos. 

Esto significa que si te quedás el tiempo suficiente para ascender en la escala corporativa, en algún momento vas a tener que lidiar con la política de oficina. No se trata de participar en juegos de poder o socavar a los colegas, sino organizar las dinámicas de trabajo. A medida que vayas subiendo, es probable que tenga que manejar diferentes personalidades, equilibrar intereses contrapuestos y mantener relaciones con diversas partes interesadas.

Si sos de las personas a las que les cuesta lidiar con la política de oficina y preferís concentrarse en hacer tu trabajo, estas situaciones pueden hacerte sentir abrumado o frustrado. Por suerte, hay formas de minimizar los efectos de la política de oficina en su trabajo. Ayuda mantenerse neutral, profesional y ser amigo de todos tanto como sea posible. Si ya intentaste y seguís encontrándote demasiado distraído por las relaciones, entonces buscar una carrera fructífera en otro sector no es una mala idea.

2 - Preferís mantener abiertas tus opciones profesionales
Si está pensando en conseguir pronto un nuevo empleo, entonces es comprensible que no te interese subir por la escalera corporativa de tu empresa. Hay muchas razones para mantener abiertas tus opciones profesionales y no invertir el tiempo y el esfuerzo necesario para perseguir un ascenso en tu puesto actual.

Quizá tu trabajo es simplemente un trabajo para vos, sólo un medio para pagar las facturas mientras esperás una oportunidad mejor o mientras emprendés otras actividades que te acerquen a tus objetivos a largo plazo.

Tal vez era el puesto que realmente querías desempeñar pero no resultó lo que esperabas, no te gustó la cultura corporativa, o simplemente se te acabó la pasión por ese trabajo en concreto. Sea cual sea el motivo, no tenés por qué culparte.

Cambiar de profesión es más común de lo que la mayoría de la gente piensa, especialmente para las personas de entre 18 y 25 años, que pueden cambiar de profesión una media de 5,7 veces. Incluso los trabajadores de más edad, entre 35 y 44 años, pueden llegar a cambiar de trabajo unas 2,9 veces en promedio.

Es importante recordar que el camino tradicional de ascender constantemente dentro de una empresa o industria no es la única forma de construir una vida profesional satisfactoria, especialmente en el mercado laboral actual, que cambia rápidamente.

Lo que es más: los datos sugieren que los empleados que se trasladan de puesto ganan un 9% más en promedio que los empleados que permanecen en su empleo actual, que pueden obtener un aumento anual del 5,9%. Esto hace que cambiar de trabajo sea una opción realmente atractiva, sobre todo para las personas que buscan maximizar su potencial de ingresos o acelerar el crecimiento de su carrera profesional.

3- Valorás la flexibilidad
Ascender en la escala corporativa significa jugar según las reglas y seguir una determinada forma de hacer las cosas. A muchas empresas les encanta hablar de innovación, pero lo cierto es que todo lugar de trabajo necesita cierta estructura para que las cosas funcionen con fluidez y eficacia.

Uno de los ejemplos más infames de esta tendencia a favorecer las estructuras rígidas es el reciente impulso por parte de CEOs de implantar el regreso presencial a la oficina. Aunque el trabajo a distancia sigue siendo la preferencia de muchos trabajadores, los ejecutivos esperan que su gente esté totalmente de vuelta para 2026.

Por desgracia, si valorás la flexibilidad (ya sea en términos de cuándo, dónde o cómo trabajás) este reciente impulso puede parecer limitante y no alinearse con tus objetivos personales o profesionales.

Tal vez no seas productivo durante las típicas 8 horas de trabajo, y preferís obtener ingresos mientras pasás más tiempo con tu familia. Entonces probablemente no te va a ir bien en un entorno rígido. En su lugar, podrías estudiar la posibilidad de iniciar tu propio negocio, emprender y marcar tu propio horario de trabajo. También podés iniciar una carrera como freelance, donde vas a ser tu propio jefe y estar a cargo de todo, desde fijar tu horario de trabajo hasta elegir los proyectos que aceptás.

En estos casos, el inconveniente puede ser la inestabilidad, sobre todo hasta que construyas una base de clientes y establezcas tu reputación. Sin embargo, la compensación suele valer la pena para quienes buscan independencia, porque les permite alinear su trabajo con sus valores y pasiones personales.

Además, las habilidades y la experiencia que adquirís gestionando tu propio negocio o trabajando como freelance pueden resultar valiosas y abrirte las puertas a nuevas oportunidades y a un mayor crecimiento. Así que, si la escalera corporativa no te atrae, no tengas miedo de analizar estas alternativas y labrarte una trayectoria profesional que realmente vaya con tu persona.

4- Sos feliz donde estás
A veces, uno simplemente es feliz donde está, y eso está perfectamente bien. Cuando hablo del concepto de felicidad en un entorno profesional, a menudo pienso en el concepto japonés de ikigai, que encarna la idea de encontrar la alegría en la vida a través de un propósito. En pocas palabras, su ikigai es el punto en el que se cruzan tus pasiones, talentos y las necesidades del mundo. 

Para algunas personas, esto podría significar alcanzar el mayor cargo en su sector, sacudir la industria o subir la escalera corporativa hasta lo más alto. Para otros, es encontrar la alegría y el propósito en su función actual, donde pueden hacer la diferencia sin la presión de la constante movilidad ascendente.

A fin de cuentas, la vida es mucho más que tu carrera profesional. Si pensás que ya alcanzaste un punto en el que te sentís realizado, satisfecho y equilibrado en tu función actual, entonces no tenés nada que demostrar. De hecho, lo que lograste es algo con lo que muchos todavía sueñan alcanzar. ¡Buena suerte!

Nota publicada en Forbes US. 

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