







En el competitivo mundo del trabajo actual, donde el talento es cada vez más escaso y la diversidad un punto clave, algunas empresas comenzaron a adoptar una herramienta innovadora para hacer sus procesos de selección más justos, el currículum ciego. Esta modalidad de curriculum vitae, también conocida como blind CV, está diseñada para eliminar los sesgos inconscientes que suelen influir en la primera etapa del reclutamiento, valorando solamente las habilidades y experiencia del postulante, sin considerar información personal que podría generar discriminación.


Desde hace años, diversas organizaciones y países comenzaron a explorar esta alternativa para garantizar procesos de contratación más equitativos. Aunque la iniciativa aún no se convirtió en ley por lo menos en Argentina, muchas compañías ya pusieron manos a la obra y adoptaron esta práctica por cuenta propia.
¿Qué información incluye un currículum ciego y cómo se diferencia del tradicional?
A diferencia del currículum de toda la vida, el currículum ciego omite datos personales como nombre, edad, género, nacionalidad, fotografía, estado civil, dirección, e incluso instituciones educativas específicas. En su lugar, se enfoca exclusivamente en la experiencia laboral, las habilidades (tanto técnicas como blandas), los logros profesionales y otros aspectos directamente vinculados al puesto de trabajo en cuestión.
El objetivo es impedir que prejuicios —conscientes o inconscientes— interfieran en la selección del talento. Por ejemplo, si un reclutador ve que una persona tiene 55 años, podría descartarla automáticamente por considerar que no encajará en un entorno joven, aunque sus habilidades sean sobresalientes.
Esta idea no es nueva. Surgió en la década de 1970 en Estados Unidos y Canadá como una respuesta a la discriminación racial y de género en el ámbito laboral. Con el tiempo, países como Reino Unido, Francia y Alemania comenzaron a hacer pruebas piloto o recomendar su uso.
¿Qué ventajas tiene aplicar el currículum ciego en los procesos de selección?
Reducción de sesgos y discriminación
La ventaja más evidente es que el currículum ciego elimina los sesgos asociados a factores como la edad, el género, la procedencia o incluso el aspecto físico. Al no tener estos datos a la vista, los reclutadores se ven obligados a enfocarse en lo verdaderamente relevante para el desempeño del rol, las habilidades y experiencias.
Promoción de la diversidad en el lugar de trabajo
Otro beneficio directo es que contribuye a la diversidad e inclusión dentro de la empresa. Equipos diversos —en cuanto a edad, género, origen, formación y estilo de vida— suelen generar soluciones más creativas y adaptarse mejor a contextos cambiantes. Por ejemplo, una empresa que implementa CV ciegos en su búsqueda de personal para el área de Publicidad Digital podría terminar contratando a profesionales de distintos países, edades y trayectorias. Esa riqueza de perspectivas, en lugar de ser vista como un obstáculo, se transforma en un activo.
Mejor calidad en las contrataciones
Al eliminar factores subjetivos, la calidad de las contrataciones mejora. Se reduce el riesgo de elegir a alguien por "afinidad" o apariencia, y se eleva la probabilidad de seleccionar al candidato más competente. Supongamos que una empresa busca un ingeniero en sistemas. Un currículum tradicional podría priorizar a quien egresó de una universidad prestigiosa, pero un CV ciego permite observar que otro postulante —quizás sin esa credencial— tiene experiencia en proyectos más innovadores y habilidades prácticas superiores.
Refuerzo de la imagen empresarial
Adoptar el currículum ciego también envía un mensaje claro hacia dentro y fuera de la empresa. Acá lo que se valora es el mérito por sobre los prejuicios. Esto puede fortalecer la reputación corporativa y convertir a la organización en un lugar deseado para trabajar. Además, las nuevas generaciones de talentos priorizan entornos inclusivos, éticos y comprometidos con la equidad.
¿Cuáles son los desafíos de aplicar esta herramienta en las empresas?
Falta de información crítica
Uno de los mayores desafíos es definir correctamente qué información se omite sin perder datos que puedan ser útiles para evaluar a un candidato. Por eso, se recomienda complementar el currículum ciego con pruebas prácticas, entrevistas estructuradas y sistemas estandarizados de evaluación. Además, el equipo de reclutamiento debe estar capacitado para interpretar el nuevo formato de CV y evitar caer en prejuicios más adelante, durante las entrevistas.
Riesgo de exclusión involuntaria
Paradójicamente, al eliminar algunos datos, se podría dejar de considerar ciertos perfiles por falta de contexto. Por ejemplo, una persona con discapacidad podría no especificar su condición por no tener espacio para hacerlo, y quedar fuera de programas de inclusión específicos. Por eso, es fundamental revisar constantemente los criterios de evaluación, y establecer mecanismos para garantizar que todos los grupos estén representados.
Implementación técnica y operativa
Otro aspecto clave es la implementación tecnológica. Para que el sistema funcione, muchas empresas deben rediseñar sus formularios de postulación o integrar plataformas que oculten automáticamente los datos personales de los candidatos. La colaboración entre Recursos Humanos y el área de IT es fundamental para lograrlo. Herramientas como Deel —que permite gestionar contrataciones internacionales respetando normativas locales— pueden ser aliadas estratégicas.
¿Cómo pueden las empresas comenzar a usar el currículum ciego?
Revisar las políticas actuales de reclutamiento: es esencial analizar cómo se redactan los avisos de empleo, qué se solicita en los formularios y cómo se evalúan los currículums hoy. Identificar posibles sesgos es el primer paso para corregirlos.
Determinar qué datos se deben omitir: una vez hecho el diagnóstico, hay que definir claramente qué información no se toma en cuenta: edad, género, dirección, estado civil, entre otros.
Crear formularios específicos para postulación: en lugar de recibir CVs tradicionales, se pueden diseñar plantillas estándar que pidan solamente lo necesario para evaluar objetivamente a los candidatos.
Capacitar al equipo de selección: no basta con modificar el formato del curriculum. El equipo que analiza los perfiles debe estar entrenado para centrarse en habilidades y evitar sesgos durante todo el proceso.
Usar tecnología para garantizar la imparcialidad: incorporar herramientas digitales que automaticen la eliminación de datos personales puede facilitar enormemente la implementación de esta práctica.
Así, las empresas que se animen a implementar este modelo van a estar apostando por una mayor equidad y también por equipos más diversos, comprometidos y capaces de impulsar mejores resultados.
Nota:iprofesional.com







