Paso a paso pero con persistencia, el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se comienza a erigir en el candidato del peronismo de cara a las elecciones presidenciales de 2027 en un escenario signado por su enfrentamiento frontal con el el Jefe de Estado, Javier Milei, quien busca privarlo de recursos económicos con la intención de asfixiar a la administración bonaerense que encabeza.

 El último viernes, Kicillof asistió al acto que tuvo lugar en el partido de Merlo donde la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner brindó una clase magistral en la Universidad Nacional del Oeste, en cuyo transcurso le pidió al mandatario libertario que "largue la escuela austríaca y cace el manual argentino" se siente "a administrar el país".

A su ingreso a la casa de altos estudios, el mandatario provincial recibió un cerrado aplauso del auditorio dominado por militantes y dirigentes del cristinismo, lo que lo obligó a responder con el brazo en alto, tras lo cual se fue a sentar en la primera fila. 

Allí, junto a la vicegobernadora Verónica Magario, al senador nacional, Eduardo "Wado" de Pedro y al jefe de bloque de Unión por la Patria (UxP) en la Cámara de Diputados de la Legislatura bonaerense, Facundo Tignanelli -ambos cercanos al titular del Partido Justicialista (PJ) de la provincia, Máximo Kirchner-, Axel escuchó la ponencia de CFK.

La presencia de Kicillof en Merlo fue una señal de distensión entre este y la Jefa luego de los cortocircuitos que mantuviera con la agrupación La Cámpora que lidera Máximo y luego de que Cristina volviera a reaparecer, dispuesta a poner orden y a fijar prioridades en un peronismo que hasta hace un rato naufragaba en un silencio estridente ante la falta de liderazgos claros en ese espacio.

Un día después en el Polideportivo 'Santa Clara' de la ciudad balnearia de Mar Chiquita, el Gobernador cerró un multitudinario plenario de la militancia, rodeado de 25 intendentes, de dirigentes peronistas, renovadores y de partidos vecinalistas del conurbano y el interior bonaerense, donde tronaron cánticos que hacían referencia a "Axel Presidente".

En ese contexto, Kicillof afirmó que "como gobierno de la provincia de Buenos Aires tenemos dos tareas: crear un escudo que proteja a los que están siendo agredidos por estas políticas y, al mismo tiempo, construir desde nuestra provincia una alternativa de futuro que nos permita revertir la destrucción en curso y encontrar un camino de desarrollo y de inclusión".

"Esta vez no se trata de volver mejores, se trata de mejorar para volver", advirtió el mandatario provincial, quien instó a emprender la tarea de "organizar la solidaridad de nuestro pueblo, acompañarlo y construir un futuro con la tradición de Perón, Evita, Néstor y Cristina".

Los carteles y banderas con leyendas alusivas a “Axel 2027” y “Axel presente y futuro”, fueron una evidente demostración de respaldo a la figura del Gobernador, quien desde el inicio de su segundo mandato y casi en soledad, se mostró decidido a confrontar abiertamente las políticas de ajuste de Milei. 

El 17 de noviembre próximo el Partido Justicialista definirá a sus nuevas autoridades, tras lo cual, y si es que aspira lograr una nominación presidencial rumbo a 2027, antes Kicillof deberá consolidar su gestión al frente de la Gobernación y obtener un buen resultado en los comicios de mediano termino del próximo año,

Está claro que antes de que ello ocurra, el PJ deberá resolver si va a internas abiertas, lo que en caso de ocurrir podría implicar una sangría,  o bien alcanzar consensos que les permitan mantener la tan ansiada unidad en un contexto que seguramente estará signado por la polarización con La Libertad Avanza. 

BaeNegocios