







La transformación tecnológica continúa redefiniendo el ámbito de la salud. Hoy, tecnología y atención sanitaria avanzan de forma conjunta, impulsándose mutuamente en un ciclo continuo de innovación.
De cara a 2026, la Salud Digital afronta una etapa de crecimiento y maduración, en la que se consolidan los avances logrados en los últimos años y se impulsa el desarrollo de soluciones cada vez más sofisticadas. La creciente presión asistencial, la necesidad de modelos más eficientes y la evolución de las soluciones digitales, están acelerando la transición hacia una medicina más conectada, predictiva y personalizada.
En este contexto, Persei Vivarium destaca cinco tendencias clave que marcarán la evolución del sector en el próximo año.
1.Auge de las Digital Therapeutics (DTx) o Terapias Digitales
Las Terapias Digitales dejarán de ser iniciativas aisladas para integrarse de forma estable en los sistemas sanitarios. Estas soluciones, basadas en software clínicamente validado, están diseñadas para prevenir, gestionar o tratar diversas enfermedades y condiciones, ya sea como tratamiento principal o en combinación con terapias convencionales.
En 2026, las DTx operarán dentro de marcos de reembolso definidos en distintos países europeos en los que ya existe una regulación específica para su implementación y uso, y continuarán su desarrollo en otros países en los que se está avanzando ampliamente en su adopción, como es el caso de España. Su consolidación marcará un hito convirtiéndose en herramientas terapéuticas basadas en evidencia que permiten personalizar el tratamiento y la atención sanitaria, mejorando los resultados en salud de los pacientes.
2.IA generativa y soporte clínico automatizado
La Inteligencia Artificial (IA) continuará siendo una pieza esencial en la eficiencia del sistema sanitario, como se ha ido observando en el último tiempo. En 2026, la IA generativa y los motores avanzados estarán presentes, tanto en la toma de decisiones clínicas, como en la automatización de tareas administrativas.
La automatización de tareas, como resumir historiales, priorizar pruebas o proponer rutas asistenciales, permitirá liberar tiempo a los profesionales y concentrar sus esfuerzos en la atención directa. La IA se consolidará como un aliado que amplía la capacidad del sistema, mejora la calidad del cuidado y contribuye a una experiencia más fluida para pacientes y profesionales.
3.Monitorización remota de pacientes
La monitorización remota avanza hacia modelos más proactivos. La integración de wearables, biosensores y otros dispositivos conectados permitirá anticipar complicaciones, activar alertas automatizadas y extender, cada vez más, los cuidados más allá del entorno hospitalario.
Este enfoque supone una transición del modelo reactivo al preventivo, donde los pacientes están más acompañados y los equipos clínicos pueden intervenir antes de que el riesgo se materialice. Su uso extendido ofrece beneficios a pacientes y sistema sanitario en su conjunto: mayor conocimiento del estado real del paciente, mayor comodidad para dichos pacientes y una gestión clínica más eficiente, evitando desplazamientos innecesarios y favoreciendo las intervenciones a tiempo.
4.IA conversacional y agentes digitales
Las soluciones de IA conversacional (asistentes virtuales, chatbots, agentes digitales, etc) evolucionarán para ofrecer un acompañamiento continuo y personalizado. Basadas en aprendizaje automático y procesamiento avanzado del lenguaje natural, permiten interpretar y responder a mensajes de texto o voz de manera similar a la interacción humana.
En 2026, el uso de estas soluciones crecerá, actuando como extensiones digitales del equipo clínico, ofreciendo educación, seguimiento y soporte entre visitas. No actúan como sustitutos del profesional, sino como un complemento de la atención sanitaria.
5.Interoperabilidad e implementación del Espacio Europeo de Datos de Salud
La interoperabilidad seguirá siendo uno de los principales focos y avances del ecosistema sanitario. La integración de datos procedentes de hospitales, atención primaria, wearables o aplicaciones de salud permitirá disponer de una visión holística del paciente y favorecerá una coordinación asistencial más efectiva.
A nivel europeo, seguirá avanzando el “European Health Data Space (EHDS)”, una iniciativa que busca garantizar un acceso seguro, estandarizado y transfronterizo a los datos de salud. Su impacto será clave, tanto en la investigación, como en la capacidad de los ciudadanos para gestionar su propia información clínica.
En definitiva, 2026 se perfila como un año decisivo en la consolidación de un nuevo paradigma asistencial, gracias al uso de la Salud Digital. Las organizaciones que apuesten por una estrategia digital clara, centrada en el valor real para el paciente, serán las que marquen el ritmo de esta transformación. La tecnología ya forma parte del presente del sector, el siguiente paso es integrarla de manera inteligente para construir un sistema de salud más eficiente, más humano y sostenible.
Nota:rrhhdigital.com
























