Día del Abogado: devuelvan a nuestros héroes

Actualidad29 de agosto de 2024
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Este 29 de agosto, por esas raras vueltas del destino, la celebración del Día del Abogado, conmemorada en la fecha de nacimiento de Juan Bautista Alberdi, tendrá un destaque especial. La inmensa labor de Alberdi como redactor de las Bases y Puntos de Partida para la Organización Política de la República Argentina, innegable fuente de la Constitución Nacional, será enunciada en un plano de igualdad con su complemento indispensable: el sistema económico y rentístico de la Confederación Argentina.

En su absoluto derecho, un presidente economista honrará con su potencia gubernativa la imagen ideal de un héroe que se identifique con su filosofía y su profesión. Como en 1950.

Claro que llevará tiempo para que, en las futuras primaveras, Alberdi tome el lugar de su colega José Joaquín del Corazón de Jesús. Solo es cuestión de organización. Les podemos prestar ambos.

Pero todas esas generosidades de nuestra profesión exigen, al menos, la mención o la cita correspondiente. Un mínimo requisito de tutela de propiedad intelectual, salvaguarda de plagio.

Alberdi y el Salón Libertario de Sastre se reivindicaron como la continuidad del Cabildo de Mayo, gesta fundacional, originaria e indiscutible de la patria.

Por eso, y para refrescar la memoria que honra nuestras raíces, vengo a recordar que las valoraciones y las aptitudes profesionales principales no eran las del militar Belgrano ni las del periodista Moreno ni las del burócrata Paso ni las del fusilador Castelli. Cuatro patriotas, cuatro colegas, cuatro grandes protagonistas de la Revolución de Mayo.

Fueron los primeros abogados por Argentina y los que, en sus escritos profesionales, sostuvieron la ilegitimidad de la continuidad de la corona de Fernando VII apresado por Napoleón Bonaparte.

Con sus plumas volcaron al papel las ideas para desarrollar el comercio y la libertad de imprenta mientras mantuvieron en funcionamiento la administración publica heredada de un imaginario control de prensa y un régimen aduanero agotado después de más de 300 años de la conquista.

Con sus alegatos fundantes expedidos desde sus voces enronquecidas se definió el Cabildo de Mayo y se le puso fin a la contrarrevolución en Cabeza de Tigre. No hubo más espacio para volver atrás ni más título de nobleza sobre Buenos Aires.

Aclarado que ha sido lo precedentemente expuesto, téngase presente que contribuimos con el préstamo gratuito de Manuel Belgrano a la nación entera y a las profesiones que lo reclamen, así como también contribuimos sin contraprestación alguna al cuarto poder con la eterna imagen y predica plural de nuestro insigne colega Mariano Moreno.

Debe mucho de su existencia y continuidad, en el periodo fundacional de la patria, la administración publica nacional sucesora del virreinato a la tarea silenciosa y metódica de constante apoyo a los primeros gobiernos patrios del incansable Juan José Paso. Falta más énfasis democrático y nacionalista al reseñar su figura en los textos escolares y en las crónicas históricas.

Interponemos , finalmente, conjugando en un solo, único y unánime reclamo colectivo de toda la abogacía organizada, el reconocimiento público y oficial al orador que argumentó en un Cabildo temeroso de las fuerzas monárquicas armadas sin superior legal, acuertaladas a metros del debate, ante la monumental presencia en su máxima expresión del poder virreinal y secular de la Iglesia todopoderosa de aquel momento, y contra los intereses supervivientes de la corona usurpada, las palabras que nos hacen hoy nación. Honor y gloria para el ilustre abogado Juan José Castelli.

Por Alberto Biglieri * Pro Secretario General del CPACF. Arte por Carlos Luchetti / BaeNegociosNegocios

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