Macri, Bullrich y Larreta se disputan lo que queda del PRO
Horacio Rodríguez Larreta se siente más afuera que adentro del PRO que conduce Mauricio Macri. Como un primer paso en esa separación, el ex mandatario porteño presentó en sociedad al Movimiento al Desarrollo (MAD), un espacio desde el que quiere impulsar "ideas desarrollistas", más acordes con el discurso que tuvo durante la campaña electoral que con lo que pregonan el ex presidente y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, muy cercanos a Javier Milei.
El destino del partido es incierto. Los tres principales referentes están peleados entre sí y ninguno se siente totalmente cómodo en el espacio que hasta hace poco sentían que era la contracara del kirchnerismo. Con la irrupción de La Libertad Avanza, ese lugar quedó en disputa. El PRO se debate entre ser una oposición responsable o convertirse en parte del oficialismo. Rodríguez Larreta decidió correrse de la disputa en la que quedaron envueltos Macri y Bullrich, quienes celebran con ahínco al Gobierno libertario, aunque con matices. El primero está convencido de que la fuerza política que fundó en 2005 tiene que mantener su "identidad", mientras que la segunda apuesta a la "fusión" con el oficialismo.
"MAD es el encuentro de mucha gente que pensamos distinto, que creemos en nuestro país, que queremos a nuestro país y que estamos convencidos de la otra idea, que es la idea del desarrollismo", dijo Rodríguez Larreta.
"¿Qué es el desarrollo? Es hacer y exportar mermelada, además de naranjas. Es que el mundo quiera nuestras baterías, además de nuestro litio", remarcó el ex mandatario porteño.
Rodríguez Larreta mantiene cierta ascendencia sobre un pequeño archipiélago del bloque de diputados de PRO, que conduce Cristian Ritondo. El larretista Álvaro González fue uno de los que dio quorum en la sesión para rechazar el DNU que le asigna 100 mil millones de pesos a la SIDE para fondos reservados. Pero, además, el ex jefe de Gobierno de la Ciudad tiene línea directa con varios de los integrantes de la bancada de Encuentro Federal, en especial con Oscar Agost Carreño -presidente de PRO de Córdoba- y Nicolás Massot.
No sería raro pensar que en un futuro no muy lejano confluyan en un mismo espacio lo que queda del larretismo, Encuentro Federal y un sector del radicalismo, el que se referencia en Facundo Manes y también el que comanda Martín Lousteau. Pero para que todo eso germine falta un año, cuando se realizarán las elecciones legislativas.
A diferencia de Rodríguez Larreta, que resolvió dar el debate desde afuera, Bullrich no piensa irse de PRO, no al menos por ahora. Pero sabe que no tiene el aparato de PRO, ni hegemoniza el vínculo con Milei. Por el contrario, Macri logró imponerse en el diálogo mano a mano con el Presidente, a pesar de las críticas que esbozó en las últimas semanas hacia el gobierno libertario.
Macri no está solo. Tiene el respaldo de los tres gobernadores de PRO, Ignacio Torres (Chubut), Rogelio Frigerio (Entre Ríos) y Jorge Macri (CABA).
El dispositivo provisorio que lidera el ex Presidente con los tres mandatarios tiene una debilidad de origen: las necesidades financieras de cada una de las provincias que gobierna el PRO, empezando por la gestión porteña del primo Jorge, que sigue sin resolver la disputa con la Nación por la coparticipación.
Por Gabriela Vulcano / BaeNegocios