Una discusión que anticipa diferentes visiones sobre el rumbo del PJ
"Creo que la ligó Mayans porque salió a hablar ese día, pero Cristina quería terminar todo ese acercamiento con Villarruel y también cortar de cuajo la hipótesis del juicio político a Milei. Ella no respalda nada de eso", resumía un dirigente del peronismo que había visitado a la ex presidenta en las últimas horas y estuvo conversando sobre el cruce que mantuvo con el jefe del interbloque de senadores de Unión por la Patria. La saga continuó este martes con la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, quien viene actuando como una especie de vocera de CFK, recordándole a Mayans cómo había sido el proceso de designación de Alberto Fernández como presidente del PJ Nacional. En medio, aprovechó para deslizar algunas cuestiones de la interna bonaerense. El debate funciona como anticipo de la discusión por la futura conducción del partido a nivel nacional, a resolver en noviembre.
Quienes conversaron con ella, aseguran que Cristina estaba espantada por cómo se había comenzado a naturalizar que dirigentes del peronismo se refirieran en términos elogiosos a Victoria Villarruel, quien hoy aparece en las encuestas como la dirigente de mejor imagen del país. El ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, fue quien primero la subió a un supuesto nacionalismo que compartirían, punto con el que luego coincidió el ex secretario de Seguridad, Sergio Berni. Ambos dirigentes ya dijeron que quieren participar en las internas del PJ. Luego fueron los intercambios risueños de Mayans con la vicepresidenta durante la última sesión en el Senado, que luego se prolongó en entrevistas en las que el senador formoseño arriesgó que encontraba a Villarruel más cercana al peronismo que al anarco-capitalismo de Javier Milei.
Fue la gota que colmó el vaso. En un tuit muy corto para lo que son sus costumbres, Cristina buscó ponerle fin a los coqueteos. Quienes la consultaron, también la escucharon hablar en contra de la hipótesis de la destitución de Javier Milei por juicio político, que catapultaría a la vice al despacho mayor de la Casa Rosada. No quiere que el peronismo aparezca envuelto en esas teorías conspirativas. Mayans reaccionó con enojo y le endilgó el nombramiento de Alberto al frente del peronismo cuando se trataba de un "socialdemócrata", según su propia definición. "¿Qué hacemos con los que pusieron a Alberto Fernández como presidente del partido, los mandamos también al psiquiátrico?", se preguntó. Habló de la necesidad de una "mesa de autocrítica".
Traer a colación ese episodio casi olvidado -Alberto fue designado en marzo de 2021- dio pie para una nueva respuesta de parte del cristinismo. Quien actuó de vocera fue Mayra Mendoza, probablemente con letra de Máximo Kirchner, quien tuiteó dos artículos de Clarín y uno de Tiempo Argentino en los que daba cuenta de los dirigentes de diferentes extracciones que impulsaban la llegada de Fernández a la presidencia del peronismo. Algunos de ellos, en off, lo planteaban como la mejor manera de ponerle un límite a La Cámpora. Uno de los artículos es una entrevista a Cristina Alvarez Rodríguez, una de las actuales vices del peronismo y jefa de asesores de Axel Kicillof. Una manera de rebajar la situación y meter la interna bonaerense en la polémica.
En verdad, lo comentaban los dirigentes de todos los sectores del peronismo en aquel momento, la llegada de Alberto a la conducción del PJ Nacional era parte de un acuerdo que incluía que Máximo Kirchner fuera el presidente del PJ Bonaerense, como manera de equilibrar los platillos. Las negociaciones llevaron meses y ambas cosas se cumplieron. Cerca de Cristina aseguraban que el tuit de la intendenta de Quilmes no estaba dirigido contra Mayans. "Mayans fue claro, habló de quienes eligieron a Alberto presidente del PJ. En esas notas se menciona a todos los que ungieron a Alberto", respondían.
Si bien la búsqueda de alguna ventaja superflua en la interna del peronismo parecía -en el contexto- otro paso para atrás, vale marcar que la toma de distancia con Villarruel resultó oportuna. La vicepresidenta utilizó este martes el Senado para realizar un acto de terror, en el que volvió a la agenda por la que siempre militó. "Reabriremos todas las causas de víctimas del terrorismo para que sea la Justicia la que haga lo que debió hacer hace más de 20 años", anunció. Habló de "la muralla de la oscuridad pestilente que construyó el kirchnerismo sobre la década más dolorosa de nuestra historia". Un discurso extraido de las catacumbas de los años 70 al que habrá que ver cómo reaccionan los que decían ver en la vice a una posible aliada.
Por Fernando Cibeira / El Destape