Las facturas de gas y electricidad sorprendieron este invierno a los usuarios porque llegaron con aumentos considerables. Las boletas saltaron subieron seis y hasta diez veces. Muchas pasaron de $ 10.000 a $ 60.000 o $ 70.000 por mes para hogares residenciales de consumo promedio. También llegaron boletas de $ 140.000 y hasta de más de $ 200.000 por el consumo de junio y julio.

En muchos casos, los usuarios creían que los aumentos establecidos para este año por el Gobierno habían sido suspendidos. Pero, en realidad, los incrementos para los segmentos de generación, transporte y distribución se realizaron en el primer semestre, tal como estaban previsto por el Palacio de Hacienda, que también avanzó en el recorte en los subsidios. Lo que sí postergó el ministro de Economía, Luis Caputo, fueron las subas mensuales para el invierno atadas a la inflación (se espera que se apliquen a partir de septiembre).

Un caso extremo es el de la Patagonia, con un elevado consumo por la histórica ola polar, porque incluso llegaron facturas de alrededor de $ 900.000, como informaron medios locales de Comodoro Rivadavia y Rada Tilly (Chubut). Por eso en esas localidades tuvieron que aclarar que se suspendían los cortes por falta de pago. Según pudo relevar El Destape con organismos públicos y distribuidoras de electricidad y gas, la morosidad de los usuarios se mantiene en el mismo nivel que en años anteriores. Es decir, los usuarios están pagando las facturas, incluso con las fuertes subas. 

Ingresos, deudas y subsidios

Sin embargo, hay un aumento de las consultas a defensorías del pueblo respecto a 2023 por el creciente endeudamiento familiar para afrontar las tarifas y para acceder a mayores subsidios en los servicios públicos. El Destape habló con María Rosa Muiñoz, titular de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, y con Walter Martello, adjunto de la misma entidad pero de la provincia de Buenos Aires. Ambos coincidieron en el significativo aumento de las consultas de usuarios a estos organismos por los problemas para pagar las facturas y por la preocupación ante el aumento del endeudamiento familiar.

Según un informe que acaba de realizar la defensoría porteña, las consultas por tarifas crecieron exponencialmente en un año. Muiñoz contó que, según los registros diarios de la entidad, las consultas sobre cómo acceder a la tarifa social y a los subsidios, el funcionamiento de la segmentación y las dudas sobre los montos de las boletas aumentaron casi 180% entre enero y agosto de este año en comparación al mismo período de 2023. También se suman las consultas sobre la tarifa del agua.

Según el último el Reporte de Tarifas y Subsidios N° 17 del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA–Conicet), los hogares más pobres del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del Nivel 2 de la segmentación destinarán en agosto un 12,8% de sus ingresos al pago de las facturas energéticas.

El porcentaje prácticamente está en línea con julio, que fue de 13,7%. Pero en diciembre del año pasado, según el mismo reporte, el peso de las facturas de luz y gas para los mismo hogares había sido de 3,6% mensual.

Sube el endeudamiento   

Por su parte, Martello señaló: “Estamos viendo un aumento impresionante de las consultas que nos llegan. El tema principal son los montos de las facturas. Los usuarios preguntan si están bien hechas porque no lo pueden creer y nos piden que seamos intermediarios con las distribuidoras para que les otorguen cuotas”.

Las distribuidoras dan planes de pagos a usuarios residenciales de tres y hasta seis cuotas sin interés. “Vemos que, con el correr de los meses, vuelve a crecer la deuda familiar porque se van sumando las facturas nuevas. Empezó un proceso de endeudamiento”, añadió Materllo. Pero otro fenómeno que les está preocupando a las defensorías es el aumento de la deuda con financieras o billeteras virtuales, que permite sacar un préstamo rápido en pocos pasos y a través del teléfono, pero tienen una alta tasa de interés.

La Defensoría del Pueblo bonaerense estima que aumentaron un 70% las consultas por el endeudamiento familiar para pagar la energía que se consume en los hogares. Martello explicó que el endeudamiento “es lo que más nos está preocupando en la actualidad porque termina en una espiral muy problemática para los hogares. Los usuarios nos vienen a pedir una mediación no con las distribuidoras de energía, si no con las financieras en donde se endeudaron para pagar las tarifas”.

Subrayó que una factura de gas de $ 45.000 (que ya vino con el aumento de 2024) se puede convertir en una deuda de $ 90.000 para una familia que sacó este tipo de préstamos. Martello contó uno de los casos más representativos que tuvieron, que fue el de la deuda de un jubilado que cobra la mínima y pagaba una factura de luz de alrededor de $ 8.000, pero que ahora tuvo que afrontar una boleta de casi $ 60.000 por el mayor consumo eléctrico para calefacción en invierno.

Sólo la factura de luz para este usuario representó el 20% de su jubilación mínima, más el bono de agosto, que totalizan $ 295.454. Pero habrá que sumar el interés del préstamo pedido.

Por Roberto Bellato / El Destape