La luz en sus ojos
1 – La luz en los objetos que construimos expresa el sentido de la relación de explotación del capital con su objeto. Construir objetos que iluminan expresa la relación de explotación con el mundo, construir objetos que capturan la luz expresa la relación de explotación con la experiencia, construir objetos que brillan – nos iluminan – expresa la relación de autoexplotación.
2 – La ciencia ficción explora la potencialidad del capital en tanto expresión de nuestra capacidad creativa, de obrar. Tiene una relación íntima, pero no necesaria, con la idea de futuro porque proyecta esa potencialidad en el tiempo.
3 – Estos futuros que llega a imaginar son distintos que los futuros que se imaginaron para sí otras sociedades. Sucede que están ligados a una forma especulativa de pensar sobre su propia capacidad creadora: el futuro no es sólo el fin o la continuidad de la existencia sino el crecimiento y desarrollo de su forma específica de producir a través de la explotación.
4 – Cuando explotamos el mundo ese futuro se vuelve la exploración del espacio (Star Trek), cuando explotamos la experiencia se vuelve la duda por lo real (Blade Runner), y cuando rotamos el foco a la autoexplotación parecemos tener algunas dudas sobre cómo construir ese futuro.
5 – Diría que la ciencia ficción de esta época parece no poder construir futuros con sensación de innovación, que sean realmente distintos a nuestra realidad, y adecuación, que sean realmente distintos a los futuros que se imaginó la ciencia ficción de otros objetos.
6 – Es que en este momento, por medio de los objetos de la autoexplotación, se introduce en nuestra obrar creativo una doble influencia: la de la funcionalidad y la del abandono.
7 – Por lo primero me refiero a que el acto creativo se piensa, y limita, en base a la lógica del producto que puede funcionar en el mercado y cuya difusión está mediada algorítmicamente. Esto es un círculo de retroalimentación en tanto que mientras mayor es la cantidad de productos funcionales en circulación, mayor es la presión que ejercen para asimilar a las obras futuras.
8 – Ya es una idea que circula con bastante regularidad – lo dijo Sting sin ir más lejos – que tanto Spotify como Tiktok produjeron este efecto en las canciones: recortar la duración, construirlas para momentos cortos y destacables, adelantar los estribillos y eliminar los puentes, etc.
9 – Esto da como resultado un delimitación clara para el artista: lo mejor que puede hacer – en términos comerciales – es repetir fielmente algo ya existente, con sutiles variaciones. Como una fotocopiadora con pequeños desperfectos.
10 – Por la segunda influencia me refiero al abandono del ejercicio creativo en la manufactura de productos – artísticos o no -, o la dirección en que se orienta el uso de las inteligencias artificiales. Lo expresó mejor en un tweet la autora de ciencia ficción, Joanna Maciejewska: “I want AI to do my laundry and dishes so that I can do art and writing, not for AI to do my art and writing so that I can do my laundry and dishes.” (Quiero que la IA lave la ropa y los platos para poder dedicarme al arte y a escribir, no que la IA se dedique a hacer arte y a escribir para que yo lave la ropa y los platos).
11 – La combinación de estas dos influencias da como resultado, por la profundización de la autoexplotación, el abandono del obrar creativo como forma de constante de reinterpretación de la realidad. El sentido está trabado a medio camino entre lo que ya se hizo y la copia de ello.
12 – El humano está reducido a la expresión de sus capacidades mecánicas, no puede re-interpretar sino copiar. La cuestión de la posición de la luz es útil para verlo: cuando iluminamos el espacio o capturamos la luz, expresamos nuestra situación de creatividad (activa) respecto al objeto por medio de la explotación. Cuando trasladamos la luz al objeto y este brilla – por sencillo que parezca -, expresa su situación de creatividad por medio de la explotación respecto a nosotros (reactivos).
13 – Este abandono del obrar creativo es conflictivo para la ciencia ficción porque es no-narrativo, no hay agencia por parte del protagonista. Quién tiene capacidad creativa es el capital en su forma objetivada. De ahí también surge algo de esa apariencia de estado-de-duda por parte de la ciencia ficción. Si volvemos a la definición previa de ciencia ficción, podemos aventurar que no imagina imperios intergalácticos futuristas porque no lo necesita.
14 – La potencialidad que puede expresar ahora la ciencia ficción es la de la relación entre el capital con capacidades humanas y los humanos con capacidades mecánicas.
15 – De alguna forma, explora este terreno a través de tres posibilidades: una suerte de decrecionismo por la anulación de esa relación (The Last Of Us, Fallout), un estado intermedio de la relación (Her, donde una máquina seduce a una persona) o un desarrollo total de esa relación de subordinación (Matrix).
16 – La hiperstición es un concepto acuñado por Nick Land – filósofo y bloguero inglés, “padre” del aceleracionismo – para referir a una forma de profecía autocumplida: es un tipo de idea que por el hecho de existir modifica la realidad para realizarse. La ciencia ficción y el capitalismo tienen una relación altamente simbiótica de este tipo. Se regalan entre sí tecnologías y futuros.
17 – Esto viene al caso porque considero que la sensación de estaticidad o falta de imaginación de la ciencia ficción tiene que ver con su incapacidad (formal) de ir más allá del capitalismo. Tiene una imaginación enamorada de sus propios bordes.
18 – Parecería que lo que no está pudiendo imaginar – y es ahí donde se esconde el futuro – es la sumisión de esa relación a otro tipo de relación, porque la ausencia de algo más sagrado que la relación de explotación para producir es el techo que toca.
19 – Sucede que pensar lo sagrado es pensar una relación con lo sagrado. Desplazar lo sagrado de un lugar a otro implica inventar toda una nueva forma de relacionarse. Es en forma simultánea, un ejercicio práctico y teórico. Imaginar modos de vida verdaderamente alternativos requiere de esa experimentación, de ese movimiento.
20 – Las relaciones de sumisión no pueden transformarse sirviendo a dos señores a la vez: hay que elegir. El camino por la sumisión al capital es el aceleracionismo (la mala y difundida interpretación del mismo, la idea de que es “mientras peor, mejor”), las posibilidades de someter el capital a otro tipo de relación son múltiples. Pero hay que tomar riesgos.
21 – Hay obras que toman parcialmente ese riesgo y niegan consensos de época, como es la escasez de tiempo: la saga de videojuegos Souls le impide al jugador bajar la dificultad y lo obliga a sentarse a repetir los procesos para avanzar.
22 – De todas formas, no es un proceso que pueda suceder solamente en la producción de ficción: requiere hacer efectivo ese desplazamiento, alejarse de la luz y buscar la creatividad en otros sentidos.
23 – No hay que resistir, hay que moverse.
Por Máximo Cantón / Urbe