Juegos de París 2024: alerta ante las amenazas, las trampas de Rusia y la obsesión por ser sostenibles
PARÍS - Es medianoche en París y el silencio que envuelve a la Torre Eiffel es único. No hay gente ni autos. No hay ruido. La comprensible obsesión por garantizar la seguridad de unos Juegos sumamente amenazados llevó a anular la vida urbana en buena parte del recorrido del río Sena, escenario de una ceremonia inaugural única este viernes.
Los de París 2024 son los primeros Juegos de la normalidad tras el paréntesis obligado por el Covid en Tokio 2020, disputados en 2021 sin público, y los de invierno de Pekín 2022. Así y todo, de normalidad hay poco, porque la ambición de los franceses convierte estos Juegos en extraordinarios y riesgosos a la vez.
Extraordinarios, porque los escenarios son urbanos en su mayoría y, al tratarse de París, bellísimos: el voleibol playa se jugará con la Torre Eiffel como escenario, el Palacio de Versailles albergará la hípica y el pentatlón moderno, la Place de la Concorde, los deportes urbanos como breakdance o skate, entre otros. ¿Lo más exótico? El surf en Tahití, a 15.000 kilómetros de distancia del corazón de los Juegos.
Riesgosos, porque precisamente el hecho de estar tan metidos en la ciudad y en la mayoría de los casos no confinados a un estadio, hace de estos Juegos una pesadilla para el operativo de seguridad. Ni hablar de lo que implican cien barcos recorriendo el Sena a lo largo de seis kilómetros con miles de deportistas que deben confluir en la Plaza del Trocadero en la noche de la ceremonia de apertura a la que este viernes asistirá el presidente Javier Milei.
De esto habla Pierre Rabadan, ex integrante de la selección francesa de rugby y un enamorado de Argentina. En una entrevista con Forbes Argentina, el vicealcalde de París, responsable directo de los Juegos Olímpìcos, cuenta algunos de los obstáculos que debió sortear la capital francesa. "Tenemos pruebas de que Rusia, Azerbaiyán y todos los aliados de Rusia intentan desestabilizar los Juegos de París", dijo Rabadan.
La seguridad es una de las principales preocupaciones de los organizadores de Paris 2024
"Lo vimos en estos días en Nueva Caledonia", añadió, en referencia a la insurrección popular de mayo en el territorio francés de ultramar en el Pacífico Sur. "Sabemos que Azerbaiyán empuja un montón de desinformación allí, en TikTok especialmente, para impulsar a la gente a ir contra el gobierno e incendiar el país".
La desinformación amenaza a los Juegos con asuntos impensables, destaca el ex jugador del Stade Francais. "¿Recuerdas el revuelo de hace un año, cuando comenzó a circular la información de una invasión de chinches en París? Se decía que no seríamos capaces de organizar los Juegos, que todo sería una pesadilla".
"Nosotros sabíamos que no había nada diferente a lo habitual, pero la novedad esta vez es que antes difundían la desinformación en las redes sociales, pero desde hace un tiempo utilizan otro tipo de arma, la Inteligencia Artificial (IA). Ves y escuchas a gente diciendo cosas que en realidad nunca dijeron".
"Con ese arma desestabilizan y presionan en procesos electorales, presionan a partidos políticos extremistas para que les ayuden a tener más poder, más influencia. Sabemos desde hace más de un año que Rusia está detrás de todo, aunque lo niegue".
Es lógico que en el gobierno de Emmanuel Macron haya una seria preocupación por la seguridad en París 2024. La guerra en Ucrania y el conflicto en Gaza son dos temas que alteran los ánimos tanto fuera como dentro de la villa olímpica, que alberga a miles de deportistas de 206 países.
Que la fiesta olímpica sea escenario de un atentado es un temor casi tan viejo como los propios Juegos. Desde el "septiembre negro" de Múnich 72 a la bomba que estalló en Atlanta 96, cada edición de los Juegos pone en alerta a agencias de espionaje de decenas de países y a los militares y fuerzas de seguridad del país anfitrión. Años después de Sydney 2000, los organizadores aseguraron que frenaron un ataque radiactivo.
Ese operativo de seguridad se suma a los costos de los Juegos. Aunque París asegura que está en las antípodas de los de invierno de Sochi 2014, en los que Rusia invirtió 50.000 millones de dólares.
"Es difícil decirlo antes, estimamos 4.200 millones de dólares, y la inversión pública es de menos de la mitad, 1.700 millones. Pero con eso construimos un nuevo estadio, villa para los atletas, villa para los medios. Será un nuevo barrio de la ciudad. Y si no tuviéramos los Juegos, probablemente haríamos esa inversión", aseguró Rabadan, que disfruta destacando otras cifras y hechos.
No habrá ni latas ni botellas de Coca Cola, uno de los patrocinadores más fieles y antiguos de los Juegos: las cantimploras rellenables sustituirán a los plásticos de un solo uso. Los Juegos impulsaron la creación de 400 kilómetros de bicisendas y 12.000 personas accederán a espacios de trabajo o vivienda en la que hoy es la villa de deportistas una vez que hayan pasado los Olímpicos y Paralímpicos.
En comparación con Río 2016 y Londres 2012, París 2024 generará un 50 por ciento menos de emisiones de carbono. Los Juegos, además, se moverán cada día con una energía generada al cien por ciento por fuentes renovables. Se llega, así, a algo que puede sonar lógico: los de París son los primeros Juegos en cumplir los acuerdos sobre el cambio climático... firmados en París.
Nota:forbesargentina.com