Mientras terminaban los feriados de junio, Javier Milei visitó Alemania para reunirse con el canciller Olaf Scholz y recibir la medalla al mejor alumno de parte de la Sociedad Hayek. El presidente argentino vuelve de su enésima gira con varios premios: trae además la Medalla Internacional de la Comunidad de Madrid, que recibió de manos de la referente del Partido Popular, Isabel Díaz Ayuso; y el galardón del Instituto Juan de Mariana, también en la capital española.

La Hayek es un think tank que fue aumentando sus conexiones con el ascendente partido de ultraderecha alemán AfD (Alternative für Deutschland / Alternativa para Alemania). Fundada en Friburgo en 1998 por figuras de diferentes ámbitos del liberalismo conservador alemán, su sede central está en Berlín y organiza anualmente las jornadas de debate Hayek-Tage (Días Hayek). Milei recibió la medalla que ya han recibido otros 38 galardonados alemanes y extranjeros, entre los que se cuentan solo dos mujeres. La asociación lo premió  por “ser un ambicioso reformador en el espíritu de Hayek y la escuela austriaca de economía”. La entrega de esta distinción es como la escena del beso de una larga película de intercambios entre las figuras centrales del gobierno argentino y un archipiélago de fundaciones políticas con mucho peso en el tejido del internacionalismo reaccionario, a través del aporte de dinero, el tráfico de ideas y la socialización. En la Argentina, este rol fue decisivo para la conformación de La Libertad Avanza antes y durante la pandemia.

Por otra parte, no es cualquier momento para recibir la medalla: la Hayek está en un pico de radicalización. Tras varias particiones, terminó corriéndose cada vez más a la derecha al mezclarse con el partido extremo AfD, con el que mantiene conexiones tan estrechas que se considera que la Sociedad está directamente infiltrada por los ultras. 

la entrega de esta distinción es como la escena del beso de una larga película de intercambios entre las figuras centrales del gobierno argentino y un archipiélago de fundaciones políticas con mucho peso en el tejido del internacionalismo reaccionario, a través del aporte de dinero, el tráfico de ideas y la socialización.
 

La vicepresidenta del bloque de la AfD en el Parlamento, Beatrix von Storch -condesa y nieta del exministro de finanzas del nazismo- tiene un rol clave en la Hayek, junto a congresistas como Peter Boehringer y Alice Weidel, quien abandonó la asociación en 2021. Otros personajes destacados que integran la Sociedad son el ex jefe de inteligencia y fundador del partido Werteunion, Hans-Georg Maaßen; el abogado Ulrich Vosgerau, representante legal de la Hayek y de la AfD, y Michael Limburg, vicepresidente del Instituto EIKE, negador del cambio climático.

Empresarios de peso, representantes de la Fundación Friedrich Naumann y del FDP (Freie Demokratische Partei, partido liberal en Alemania) abandonaron la Hayek en protesta por la indistinción creciente con la AfD. El tono de las renuncias es de alto voltaje. Christoph Zeitler, profesor de ciencia política en Nuremberg y ex miembro de la junta directiva, denunció: "El discurso y las acciones de AfD están en contradicción fundamental con el compromiso de la Sociedad Hayek con una sociedad libre y abierta". El periodista Günter Ederer dijo, al irse de la asociación, que se había convertido en “el parche de basura de la AfD”. Y luego su hijo economista, Peer Ederer, aunnció que el legado de Hayek era “arrastrado a un pantano étnico-nacionalista”. La primera fractura se detonó en los Días Hayek de 2015 por la disputa entre un fundador, Gerd Habermann, y la entonces presidenta, Karen Horn. Para ella, la Sociedad debía distinguirse de la ultraderecha alemana. Le preocupaba que las nuevas “imágenes del enemigo” de algunos integrantes de la asociación ya no fueran solo de keynesianos y socialistas, sino también de la democracia, el feminismo, la pluralidad, la homosexualidad y el ateísmo. Horn habló entonces de una “infiltración reaccionaria” y abandonó la Hayek junto con otros sesenta miembros.

Desde 2018, la AfD fue puesta en varias ocasiones “bajo vigilancia” de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución, por sus posiciones extremistas. Vosgerau integra el consejo de Desiderius Erasmus (DES) -fundación cercana a AfD- y es el representante legal del partido de ultraderecha ante el Tribunal Constitucional Federal. Su figura trascendió el año pasado cuando fue parte de la reunión secreta de la extrema derecha en Potsdam. Allí la AfD junto a otros grupos extremistas elaboraron un plan para expulsar de Alemania a millones de inmigrantes e incluso ciudadanos alemanes descendientes de inmigrantes, en caso de que la formación llegara al poder. Con el neologismo de “masterplan de remigración”, en realidad discutieron ideas como la deportación masiva. Cuando trascendió esta reunión se generaron las protestas de inicios de este año en Alemania.

Los vínculos entre la Hayek y la AfD implican aspectos estratégicos del partido. Hay denuncias de que en los “círculos políticos juveniles”, en los que se supone que se transmite el pensamiento de Hayek, en realidad se difunden ideas de la ultraderecha, incluso de contenido “bio-alemán”. La asociación apoya a diferentes medios de comunicación con el Premio Hayek Network, como la emisora Kontrafunk, fundada por el dirigente de AfD Burkard Müller-Ullrich, y transmite contenidos coincidentes con el partido: prefieren un Estado iliberal, cercano a las ideas de Viktor Orbán, a favor de una política financiera nacionalista, contra la migración, la emancipación de las mujeres y las medidas para estabilizar el clima. 

Que la afd no te tape el bosque
 
El aterrizaje de Milei en Alemania sucedió luego de la muy buena elección de la AfD en los comicios para el Parlamento Europeo, donde se convirtió en la segunda fuerza política detrás de la Unión Cristiano-Demócrata (CDU). El crecimiento de la ultraderecha en el norte implica malas noticias en el sur: cuanto más poder institucional consiguen, más multiplican su influencia en otros países y su capacidad de consolidar una gran familia global. En el caso alemán esto es lineal, porque los partidos con presencia en el Parlamento Federal (Bundestag) tienen acceso a financiamiento público para sus fundaciones. Es así como las fundaciones políticas alemanas tienen una larga trayectoria de cooperación e incidencia en América Latina. La Rosa Luxemburgo -vinculada al partido Die Linke (La Izquierda)-, la Friedrich Ebert -del Partido Socialdemócrata (SPD)- y la Heinrich Böll, relacionada con el Partido Verde, se destacan en el polo de las izquierdas. La fundación Konrad Adenauer -cercana a la Unión Cristianodemócrata (CDU)-, la Friedrich Naumann -del Partido Liberal (FDP)- y la Hanns Seidel -de la Unión Socialcristiana (CSU) bávara- se agrupan bajo el paraguas de las centroderechas liberal-conservadoras.

Para darse una idea de lo extrema que es la AfD basta saber que por su impronta racista, antiinmigración, nacionalista y sus vínculos con organizaciones políticas neonazis, el mismo Parlamento le negó la entrega de esos fondos públicos para su Fundación Desiderius Erasmus. Pero sería un error asumir que solo los ultras alemanes cooperan con los ultras argentinos: allá como acá, la centroderecha está deseosa de aliarse con el extremo. Las fundaciones Naumann, Seidel y Adenauer han sido claves para el ecosistema de las ultraderechas latinoamericanas. Fueron parte de la creación de redes regionales de think tanks como la Red Liberal para América Latina (RELIAL) en 2004. En la Argentina, generan alianzas estratégicas con otras organizaciones como la tucumana Federalismo y Libertad, que promueve foros de discusión económica y difunde a influencers de ultraderecha como Dannan, Tipito Enojado, Mamela Fiallo, entre otros adeptos al hostigamiento y las fake news. También apoyan a la porteña Libertad y Progreso y organizaron eventos para promover a referentes del actual gobierno. 

pero sería un error asumir que solo los ultras alemanes cooperan con los ultras argentinos: allá como acá, la centroderecha está deseosa de aliarse con el extremo. 
 

Apostar a ganador
 
Si en la Argentina del siglo XX las derechas llegaban al poder por la fuerza, en el siglo XXI siguieron la máxima recomendada por Cristina Fernández de Kirchner: armaron partidos y ganaron elecciones. Espacios de centroderecha como el PRO, aunque en coalición con sellos viejos, aparecieron como una novedad electoral y tuvieron que construir casi de cero su plataforma. Había que disponer de un armado territorial, militancia por abajo, cuadros técnicos, asesores de branding y marketing político. Entre las condiciones materiales para crecer como partido, contaron con entramados supranacionales que permanecen en un discreto segundo plano. Una constelación amplia de think tanks repartidos por las provincias, nodos regionales y redes globales que aportaron al partido y a sus referentes formación, contactos, recursos, difusión y una agenda común. En esa constelación las fundaciones alemanas jugaron un papel decisivo.

Esto no es solamente parte de la historia del PRO, sino que se extiende a otros cuadros del gobierno: hace años que jóvenes de pañuelo celeste, exmacristas reconvertidos en la fe libertaria e incluso el presidente Javier Milei y su vice Victoria Villarruel reciben el auspicio persistente de la Fundación Friedrich Naumann, la Konrad Adenauer y la Hanns Seidel.

Desde hace casi una década, la Fundación Hanns Seidel promueve el Programa de Formación para Jóvenes Dirigentes de la Asociación Civil Frente Joven, espacio político ultraconservador integrado por referentes de LLA. Entre ellos se destaca el diputado Santiago Santurio, quien estuvo en España junto a Milei en el evento de ultraderecha internacional VIVA24, donde tuvo sus minutos de protagonismo. En 2016, el diputado del PRO Martín Maquieyra propuso, mediante un proyecto de ley, declarar de interés para la Cámara de Diputados a este programa de formación que además del auspicio de la Seidel contaba con el aval de varias instituciones reconocidas en el mundo de los “pañuelos celestes”: la Universidad Fasta, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas y el Municipio de San Miguel, territorio de los históricos militantes “provida” Joaquín y Pablo de la Torre. Estos son los mismos espacios que le dieron llegada al poder a Santurio y a otros referentes del Frente Joven que hoy engrosan el gobierno de LLA.

La Fundación Konrad Adenauer también orbita cerca de las derechas. Fomentan el debate editando libros como La Galaxia Rosa de Sebastian Grundberg, publicación que cuestiona a las distintas corrientes del progresismo latinoamericano, focalizando el ataque en la estrategia internacionalista y tildando de autoritarismo a todo proyecto político que no se estructure bajo los estándares de la “democracia liberal”. Paradójicamente, dan este debate a través de sus plataformas de networking internacional como el Foro America Libre o el Programa Regional Partidos Políticos y Democracia en América Latina.

La Fundación Friedrich Naumann para la Libertad (FN) es una prolongación del Partido Democrático Libre alemán, con oficinas en muchos países. La Naumann en Argentina es la filial regional para Brasil, Paraguay y Uruguay. Esta sede data del retorno democrático en 1983, y en los primeros años del nuevo siglo ya invitaba asiduamente a Ricardo López Murphy y a Patricia Bullrich. En 2004, tras su experiencia en caída libre como ministra de trabajo del gobierno de De la Rúa, Bullrich tomó contacto por primera vez con la Naumann en un congreso sobre políticas laborales en Miami, donde disertó sobre empleo y organización sindical. Tres años después era presentada junto a López Murphy entre “los liberales en la política argentina”.

Hacia 2014, los contactos se diversificaron y construyeron alianzas sumamente productivas con think tanks locales como la ya mencionada Federalismo y Libertad (FyL). El año 2016 aparece como momento bisagra en el que la Naumann y sus organizaciones amigas argentinas promovieron a tres figuras que luego fueron clave para La Libertad Avanza. En febrero la Naumann y FyL organizaron la presentación del libro de Victoria Villarruel Los otros muertos. Las víctimas civiles del terrorismo guerrillero, coescrito con Carlos Manfroni, que ya era compañero del Instituto de Estudios Estratégicos de Bullrich, y fue su ladero en el Ministerio de Seguridad en el gobierno de Macri y ahora también. En junio de aquel año, también organizaron con FyL una conferencia en la que Espert analizó las principales medidas del gobierno de Macri y se preguntó por las causas de la decadencia argentina. Un mes más tarde, la Naumann, FyL y su Escuela de Formación “Alberto Benegas Lynch (h)” organizaron un taller de economía sobre la Escuela Austríaca, Friedman y Keynes, a cargo del entonces no muy conocido economista Javier Milei. El flechazo de la Naumann con Milei dio lugar a actividades públicas por todo el país, en alianza con la rosarina Fundación Bases. Al año siguiente, organizaron la presentación del libro La Argentina devorada, de Espert, en Tucumán y un encuentro de Milei con estudiantes liberales en Asunción. La FN y FyL llevaron a Milei en 2018 a una conferencia en Salta y otra en Tucumán. La Naumann reunió en sus dos eventos del año a las principales figuras del gobierno actual. Como un preanuncio revelador, a la celebración del  25° aniversario de la Naumann en Argentina fueron Bullrich y López Murphy, y se sumaron a la partida Miguel Ángel Pichetto, Domingo Cavallo y la ignota economista cordobesa, Diana Mondino. En la fiesta de fin de año de la Naumann, en la noventosa discoteca porteña New York City, trascendió el cantito “Espert Presidente”, bailado por el propio Milei.

La pandemia no frenó a la Naumann que continuó su insistente apoyo a las figuras del armado político electoral incipiente de la nueva derecha extrema. Diálogos con Milei en vivos de Instagram, en sociedad con sus amigos de FyL, encuentros con Bullrich para hablar de democracia y hasta un foro digital con su patrocinio que difundió a la Fundación Libertad, a Federalismo y Libertad y a la Fundación Club de la Libertad y donde Bullrich, López Murphy y Pichetto fueron protagonistas. A comienzos de 2021, la Naumann parecía haber elegido a su candidato. Ese meteórico año en el que se creó el partido de Milei y obtuvo un nada despreciable 17%, la FN arrancó en sus redes sociales con el popular video de youtube “Pandemia y Socialismo. La cuarentena como delito de lesa humanidad”, la conferencia que el futuro presidente había grabado con el auspicio de la Fundación Libertad y Progreso. 

hace años que jóvenes de pañuelo celeste, exmacristas reconvertidos en la fe libertaria e incluso el presidente javier milei y su vice victoria villarruel reciben el auspicio persistente de la fundación friedrich naumann, la konrad adenauer y la hanns seidel.
 

De alemania ¿con amor?
 
Ya es un lugar común analizar el crecimiento de la ultraderecha en Argentina como un fenómeno multicausado: la crisis de los partidos políticos tradicionales, el fracaso de los gobiernos progresistas, un mercado de trabajo fragmentado y detonadísimo, la juventud reponiéndose como puede de la cuarentena, los conservadurismos sociales dispuestos a arremeter con un backlash posauge feminista, la circulación digital de discursos de odio, inflación y más inflación. En este informe, pusimos el foco en las redes globales como un actor que echa nafta, paga los costos de las reuniones y las acciones de comunicación y así ayuda a cristalizar las tendencias políticas. La Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) trumpista arma convenciones para el público latino, VOX tiene su agenda para la Iberosfera y distinguimos a funcionarios de Orbán, Meloni y Bolsonaro en las reuniones de jóvenes líderes de la ultraderecha local. La investigación sobre los alcances y efectos, silenciosos pero duraderos, de la cooperación internacional alemana en la profundización del extremismo derechista en nuestro territorio recién comienza.

POR: EQUIPO DE INVESTIGACIÓN POLÍTICA (EDIPO) - CENTRO DE ESTUDIOS LEGALES Y SOCIALES (CELS)
 
ILUSTRACIONES: EZEQUIEL GARCÍA