Lo que predomina en el PRO es la vendetta

Actualidad - Nacional25 de junio de 2024
93b8ea14a308f8cb9b109fb87c5d9e6b

El despido del número dos de Patricia Bullrich con acusación de corrupción incluida recrudeció la guerra PRO entre ella y Mauricio Macri. Sucede que el despedido es un hombre de Cristian Ritondo, que está alineado con Macri. Cerca del jefe de bloque del PRO insisten en que el despido fue por motivos políticos y la que la denuncia que le endilgó Bullrich carece de sustento. Del lado de la ministra, aseguran que no es así: sostienen que es una decisión que le costó mucho tomar y que lo hizo sobre la base de los hechos. No obstante, lo único que envió Bullrich a la Oficina Anticorrupción fue un acta con un relato de un funcionario del Servicio Penitenciario Federal, que acusa al despedido de querer cambiar los pliegos de la compra de alimentos. En su lugar, Bullrich sumó a una exministra de Seguridad de Córdoba que, en su momento, fue despedida porque se le acuartelaron las fuerzas policiales.

El escándalo estalló el sábado cuando Bullrich comunicó en su cuenta de Twitter que le había pedido la renuncia a su segundo y que, de yapa, lo había denunciado ante la Oficina Anticorrupción. "Le acabo de pedir la renuncia al secretario de Seguridad, Vicente Ventura Barreiro, por haber intentado interferir en un proceso licitatorio de servicios de comida para el Servicio Penitenciario Federal. También hice la correspondiente denuncia a la Oficina Anticorrupción para que tome intervención", aseguró. Y dijo que en el Gobierno de Milei lo que prima es la transparencia.

Vendetta
 
"Es una venganza", dicen en el entorno de Ritondo. Señalaron, para empezar, que Bullrich no tuvo el mismo celo con una serie de escándalos de corrupción que tuvo en su primer paso como ministra de Seguridad y que todavía se investigan en el fuero penal. En segundo lugar, plantearon que el motivo real del despido de Ventura Barreiro -un hombre de Ritondo, que trabajó con él cuando era ministro de Seguridad bonaerense con María Eugenia Vidal- es la interna partidaria en el PRO bonaerense. 

Sucede que el martes cierran las listas para las elecciones del PRO bonaerense, en las que Ritondo es candidato puesto a ocupar la presidencia y a Bullrich no le estarían dando ni un solo lugar. "Quedó afuera de todo y está caliente", dicen cerca de Ritondo. 

En verdad, las elecciones que se harán en el PRO bonaerense fueron una medida drástica que fue forzada por Macri, luego de que los referentes provinciales se alinearan con Bullrich y con el armado de Karina Milei en la provincia de Buenos Aires. Primero, Macri -a través de Ritondo- consiguió descabezar la cúpula del PRO bonaerense, de forma tal de dejar sin capacidad de maniobra a la actual presidencia que es Daniela Reich y que responde a Bullrich. Luego hubo una asamblea del PRO bonaerense, comandada por Néstor Grindetti, que llamó a elecciones.

Bullrich no se lo tomó con calma: dijo que lo que había ocurrido era un "golpe de Estado". Ritondo se mofó públicamente de ella y aseguró que, siendo politóloga, debería conocer la definición de ese término mejor. El jefe de la bancada PRO en Diputados le aclaró que todos los pasos se tomaron siguiendo las leyes y las normas internas del PRO. 

En síntesis: hay una guerra abierta entre Macri y Bullrich, y Ritondo quedó del lado de Macri, y va camino a ocupar el PRO bonaerense como parte del plan para limpiar a todos los dirigentes que le respondan a la ministra de Seguridad. Eso incluye, dejarlos completamente afuera de las listas. Ni una vocalía le van a dar.

Por eso, cerca de Ritondo consideran que el despido de Ventura Barreiro es una vendetta, dado que ocurre justo cuando se dan las negociaciones para el cierre de listas. "Fue un despido por motivos políticos. Se quedó sin lugares en la lista. En represalia, lo saca con una denuncia barata, que tiene poco sustento", interpretan.

El sumario 

"Patricia no va inventar esa denuncia por dos vocales del PRO en una lista. Es ridículo", contestan del lado de Bullrich, donde afirman que no hay relación entre la interna del PRO y el despido de Ventura Barreiro. Sostiene que para la ministra "fue dificil tomar la decisión, porque ella le había dado todo el poder y confianza".

Es que Ventura Barreiro no era cualquier secretario: era el responsable del protocolo antipiquetes en la Ciudad de Buenos Aires, el encargado de coordinar las tareas de las fuerzas federales con la Policía de la Ciudad en cada represión. No es un puesto menor. De hecho, para comparar: en la gestión anterior de Bullrich, un lugar similar lo ocupaba Gerardo "Jerry" Milman, la mano derecha de Bullrich hasta que cayó en desgracia por las denuncias en su contra por contrataciones poco claras de mujeres y manejos de dinero en el ministerio. Curiosamente -no dejan de advertir los ritondistas- ninguno de esos manejos incluyó su despido por Twitter ni una denuncia de Bullrich a la Oficina Anticorrupción. 

Los bullrichistas se defienden: "Los hechos ocurrieron", aseguran. Concretamente, la presentación que Bullrich mandó a la OA -a la que tuvo acceso este diario-  se basa enteramente en el relato de Fernando Martínez, director del Servicio Penitenciario Federal. Según Martínez, Ventura Barreiro lo fue a ver y --como consta en el acta que le hicieron firmar-- "le anticipó al declarante que cuando la ministra Patricia Bullrich se fuera, él sería el próximo ministro de Seguridad". Luego Martínez relata que le preguntó por las licitaciones de comida del SPF y le afirmó: "Detrás de las empresas que esperaban participar estaba el Coti Nosiglia y que las empresas se manejan poniendo plata siempre para que las cosas funcionen".

En el acta, Martínez también relata que le pidió que lo contactara con su abogado de confianza, a lo que se negó. Y le pidió que le mandara los pliegos de alimentos cocidos, y luego lo llamó para insistirle varias veces. Martínez -según su propio relato- le mandó el pliego de alimentos crudos y Ventura Barreiro se lo devolvió con correcciones y sugerencias. Martínez lo hizo analizar por el área técnica y, según declaró, llegó a la conclusión de que esos cambios estaban redactados por alguna de las empresas. Este relato es, por ahora, lo único que hay como prueba. La OA deberá analizar si existieron las sugerencias al pliego y ordenar otras actuaciones. 

La reemplazante

No es la primera salida escandalosa de la gestión Milei. Además de la del jefe de Gabinete, Nicolás Posse, contra el que corrieron oscuras acusaciones de espionaje por parte de la Casa Rosada; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, echó sonoramente a Pablo de la Torre y lo acusó de ser el artífice de la retención de toneladas de alimentos a punto de vencerse y de estar metido en los contratos con la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI). De la Torre dijo que tiene "las manos limpias".

Pero lo otro llamativo es a quién eligió Bullrich para reemplazar al ex funcionario PRO. Se trata de Alejandra Monteoliva, a quien Bullrich presentó como alguien "con probada experiencia como consultora en seguridad en países como Honduras y El Salvador, donde trabajó en el exitoso modelo Bukele; y en gestión, tanto en Colombia como en nuestro país”. 

Lo que omitió la ministra fue como terminó su trabajo "en nuestro país". Cuando era ministra de Seguridad de Córdoba en 2013, se acuarteló la policía, lo que dejó sin seguridad a toda la provincia y llevó a que hubiera actos de vandalismo y saqueos de comercios. El entonces gobernador de Córdoba, José Manuel De La Sota, la removió del cargo. Ahora asume como secretaria de Seguridad.

¿Qué puede salir mal?

Por Werner Pertot / P12

Te puede interesar