El presidente Javier Milei analiza y podría anunciar en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso la libre competencia de monedas. Es una dolarización de forma parcial que tendría un seguro impacto negativo en el consumo, el empleo y, por lo tanto, en la pobreza. 

Milei sigue embanderado en la causa de la dolarización y reitera cuando puede que es un objetivo de su plan de gobierno, aunque no sea de forma inmediata. Sin embargo, dolarizar formalmente la economía requiere de la aprobación del Poder Legislativo. Incluso muchos juristas destacados, como el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, plantean que es inconstitucional.

Por eso, la intención del mandatario parece ser avanzar inmediatamente hacia una libre competencia de monedas. Es decir, en habilitar la posibilidad de pactar cualquier contrato o intercambio comercial en la moneda de preferencia de las partes, no solo en los hechos sino también formalmente. De este modo, la estrategia es que la gente vaya priorizando el dólar como moneda de preferencia y se logre paulatinamente una dolarización de facto. 

Sin embargo, este proceso no estaría exento de consecuencias negativas en el plano de la economía real. "Todo paso hacia una dolarización parcial, que sería esta libre competencia de monedas, implica que algunos precios pasen a estar en dólares en mayor medida que ahora, y eso implica más demanda de dólares que no hay. Entonces, obviamente, más demanda con la misma oferta implica un aumento de precio y por lo tanto una devaluación y una aceleración inflacionaria", explica Martín Kalos, economista de la consultora EPyCA.

Por lo tanto, puede haber un atraso de precios en los salarios, y por ello más pobreza, añade Kalos. "Como además eso te deprime el mercado interno y reduce la producción de las pymes, va a empeorar la situación actual y, eventualmente, se transformará en un aumento del desempleo más relevante que lo que ya empezó a pasar", cierra el economista.

Martín Epstein, economista del CEPA, coincide con este razonamiento. "Si vas a un escenario de competencia de monedas, lo que va a pasar es que el que pueda exigir cobrar en dólares, lo va a hacer, desde el que fija un contrato de alquiler hasta el que en el comercio ponga los cartelitos en dólares y te diga, 'esto se paga en dólares'. Eso va a generar, de manera casi espontánea, un aumento de la demanda de dólares para consumo en general y más demanda de dólares en circulación. Y, al mismo tiempo, los pesos se van a seguir pulverizando, con lo cual el poder de compra del peso contra los dólares se va a caer un poco más. En ese contexto lo esperable es que el tipo de cambio suba", explica al señalar por qué bajaría el poder adquisitivo y con ello el consumo, aumentando así la pobreza.

Aun así, Epstein advierte que todo dependerá de si realmente se libera el cepo, dado que hoy, al haber restricciones en el acceso de los importadores al mercado de cambios, hay poca demanda de la divisa y su precio cae. "Si Milei anuncia lo que están rumoreando que se anuncia, ese efecto se te va a dar vuelta, porque el que pueda salir a captar dólares rápido lo va a hacer y eso va a disparar el precio para arriba".

Otro economista experto en dolarización, que prefirió hablar en off, señala que el antecedente más válido para analizar lo que podría pasar con una libre competencia bajo el gobierno de Milei es lo ocurrido con Alberto Fujimori en Perú en los años noventa, cuando se instaló una libre competencia entre el dólar y el sol peruano.

En ese caso, admite que ello implicaría a mediano plazo un escenario macroeconómico estable y positivo, con un tipo de cambio flexible, disciplina fiscal, inflación baja y acumulación de reservas internacionales, tal como ocurrió en Perú en las últimas décadas. Sin embargo, el problema es "pasar primero el invierno", señala. "Fujimori desreguló todos los precios regulados, como nafta, medicamentos, energía, alimentos, y el nivel de precios se duplicó de la noche a la mañana, la contracción monetaria fue bestial y la economía se contrajo", advierte sobre el shock inicial de una medida de estas características.

Por Javier Slucki / El Destape