8 de cada 10 jóvenes tienen problemas para conseguir su primer empleo

Recursos Humanos 21 de febrero de 2024
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Es cada vez más vital que los jóvenes adquieran habilidades que trasciendan las fronteras curriculares tradicionales para convertirse en los “profesionales del futuro”. La educación financiera, las habilidades socioemocionales y el emprendedorismo se han convertido en los pilares fundamentales para un futuro laboral competitivo y para contribuir positivamente a la sociedad en general.

 Según Diego Pasjalidis, head de Academy (unidad de higher education de Ticmas), “no es en vano que empresas, gobiernos e instituciones educativas fomenten estos tres aspectos: 8 de cada 10 los jóvenes tienen problemas para conseguir su primer empleo mientras que la mitad de las empresas que buscan talento joven no pueden encontrarlo fácilmente. Mas allá de la obvia falta de experiencia, en lo que varias organizaciones parecen coincidir es que muchos jóvenes carecen de las habilidades blandas necesarias para superar los desafíos diarios de la dinámica actual de los negocios”

Para enfrentar lo incierto, cambiante, y desafiante del futuro con el que los jóvenes deben prepararse a lidiar como la “nueva normalidad del trabajo” es relevante que los directivos de instituciones educativas y gobiernos, además de las empresas y organizaciones sindicales para con los hijos de los trabajadores, fomenten canales diferentes, ágiles y especialmente adecuados para que esta nueva generación de empleados o emprendedores puedan adquirir los conocimientos y habilidades necesarias para complementar las bases de educación de nivel secundaria, para así acceder a empleos de calidad y, especialmente, adquirir una mentalidad de desarrollo para mantenerse empleables a futuro.

Pilar 1: Educación financiera
La educación financiera es un componente esencial en la formación de los jóvenes, ya que les brinda las herramientas necesarias para tomar decisiones financieras informadas a lo largo de sus vidas. Enseñar a los jóvenes a administrar sus recursos económicos de manera efectiva no solo les proporciona seguridad financiera personal, sino que también contribuye al bienestar económico general de la sociedad.

Un aspecto clave de este pilar es el desarrollo de la capacidad de planificación financiera. Los jóvenes que comprenden la importancia de establecer metas financieras a corto y largo plazo tienen más probabilidades de tomar decisiones financieras responsables y evitar caer en la trampa del endeudamiento excesivo. Además, al entender conceptos básicos como presupuestos, ahorro e inversión, los jóvenes pueden construir bases sólidas para su futuro financiero. Otro aspecto relevante es la comprensión de los riesgos y beneficios asociados con productos financieros como tarjetas de crédito, préstamos e inversiones, ya que quienes estén bien informados sobre estos temas estarán mejor preparados para evitar caer en situaciones de endeudamiento o ser víctimas de estafas.

Además de los aspectos prácticos, la educación financiera también promueve la responsabilidad y la autonomía. Al aprender a tomar decisiones financieras informadas, los jóvenes desarrollan un sentido de control sobre su propio destino económico, lo que les permite enfrentar los desafíos financieros con confianza y resiliencia. “En nuestros cursos incluimos varios conceptos relevantes, como la ‘inteligencia emocional financiera’, y uno de los temas es la ludopatía, para así educar y brindar las herramientas necesarias para que los jóvenes tomen control de sus acciones ante las apuestas y juegos (tan promocionados hoy, especialmente en el mundo del deporte y en las apps)” destaca Pasjalidis.

Pilar 2: Habilidades socioemocionales
Las habilidades socioemocionales son un conjunto de competencias que van más allá de los conocimientos técnicos y académicos, y que son fundamentales para el éxito personal y profesional en el mundo actual. El autoconocimiento, la regulación emocional, la autoestima, empatía, asertividad se ponen de manifiesto y entrenan cuando los jóvenes aprenden sobre liderazgo, la creatividad, la comunicación, el trabajo en equipo y la resolución de conflictos, y son esenciales para navegar eficazmente en entornos laborales cada vez más interconectados y dinámicos.

El liderazgo es una habilidad crucial que va más allá de simplemente dirigir equipos. Implica la capacidad de inspirar y motivar a otros, de tomar decisiones difíciles en situaciones complejas y de guiar a un grupo hacia un objetivo común. Los jóvenes que desarrollan estas habilidades son más capaces de influir positivamente en su entorno, ya sea en roles formales o informales, y de liderar cambios significativos en sus comunidades y organizaciones.

Por su parte, fomentar la creatividad en los jóvenes les permite pensar de manera original, encontrar soluciones innovadoras a problemas complejos y adaptarse con éxito a un entorno en constante cambio. La creatividad también promueve la experimentación y el aprendizaje continuo, lo que es esencial para el desarrollo personal y profesional a largo plazo.

La comunicación efectiva, por su parte, es fundamental para establecer relaciones interpersonales sólidas y para transmitir ideas de manera clara y persuasiva. Los jóvenes que pueden comunicarse de manera efectiva son más capaces de colaborar de manera productiva con otros, de resolver conflictos de manera constructiva y de construir redes de apoyo sólidas en su entorno personal y profesional.

Con relación al trabajo en equipo, quienes aprender a hacerlo son más capaces de aprovechar la diversidad de talentos y perspectivas para lograr objetivos comunes de manera más eficiente y efectiva. Además, el trabajo en equipo fomenta el desarrollo de habilidades como la empatía, la colaboración y la capacidad de escuchar, que son fundamentales para el éxito en cualquier entorno laboral. Además, los jóvenes que pueden manejar conflictos de manera constructiva son más capaces de resolver diferencias de manera pacífica, de encontrar soluciones creativas a problemas difíciles y de mantener relaciones saludables y productivas con los demás.

Pilar 3: Emprendedorismo

El emprendedorismo es mucho más que simplemente iniciar un negocio; es una mentalidad y un conjunto de habilidades que fomentan la capacidad de identificar oportunidades, innovar y crear valor en la sociedad. Los jóvenes emprendedores están constantemente buscando nuevas formas de abordar problemas y satisfacer necesidades insatisfechas en la sociedad, lo que impulsa el progreso económico y social.

Además, esta formación promueve el desarrollo de habilidades como la resiliencia, la autonomía y la capacidad de asumir riesgos calculados. Según Pasjalidis “los jóvenes que se involucran en actividades emprendedoras aprenden a superar los obstáculos con determinación, a tomar decisiones difíciles con confianza y a aprender de los fracasos y errores para seguir adelante. Estas habilidades son invaluables en cualquier ámbito profesional y les permiten a los jóvenes adaptarse y prosperar en un entorno laboral en constante cambio”.

El emprendimiento también juega un papel crucial en la creación de empleo y la generación de riqueza en la sociedad, ya que los emprendedores no solo tienen la oportunidad de crear sus propios puestos de trabajo, sino que también pueden generar empleo para otros y contribuir al crecimiento económico de sus comunidades. Además, al desarrollar soluciones innovadoras a problemas sociales y ambientales, los emprendedores pueden tener un impacto positivo más allá de los límites de sus propios negocios, contribuyendo al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad en su conjunto.

En su misión de generar puentes que potencien la empleabilidad de los jóvenes en toda Latinoamérica, Ticmas Academy implementa con gobiernos, empresas, colegios y universidades su plataforma digital que permite formar a gran escala, de forma accesible y con resultados acompañados por datos, a jóvenes de todos los países en los tres grandes pilares para el futuro.

“Tenemos montadas nuestras academias desde colegios con 50 o 100 alumnos, hasta grandes proyectos que alcanzan decenas de miles de estudiantes. Mas allá de los Gobiernos, los colegios nos han elegido como una herramienta estratégica para ayudar a sus futuros graduados con el siguiente paso en el mercado; a la vez que varias empresas están trabajando con nosotros como una propuesta de responsabilidad social para vincularse con la comunidad y para formar a los hijos de sus colaboradores, algo que --incluso-- puede implementarse en conjunto con los sindicatos” comparte el experto.

Es evidente que los tres pilares son interdependientes y complementarios entre sí. La educación financiera, las habilidades socioemocionales y el emprendedorismo no solo preparan a los jóvenes para enfrentar los desafíos del mercado laboral actual, sino que también les proporcionan las herramientas necesarias para contribuir de manera significativa al desarrollo económico y social.

Nota:infobae.com

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