Fusión LLA-PRO: condiciones y requisitos para concretar el cogobierno

Actualidad - Nacional 11 de febrero de 2024
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Lo que circulaba bajo la superficie salió a la luz y se hizo pública la intención de fusionar, eventualmente, al PRO con La Libertad Avanza. "Fueron declaraciones de Patricia (Bullrich) y (Javier) Milei", se excusó cerca de un dirigente amarillo para correr la pelota. Pero en el aire circula la convicción de que va a suceder "en algún momento". Para eso, hay necesidades previas.

Desde Diputados se negó la existencia de una conversación formal, en estos momentos, para fusionar los bloques, ya sea en un mega bloque de 75 (en el mejor de los casos) con identidades individuales borradas para darle lugar a una colectiva o macrista, o en un interbloque en el que cada espacio mantenga cierta independencia del otro o al menos conserve su esencia.

El macrismo quiere, primero, fortalecer el bloque en la Cámara Baja, un bloque que tiene un acuerdo de convivencia interno hasta marzo y que se reflejó en la uniformidad en las votaciones de la fallida ley ómnibus. Esa unidad es un aspecto que se destaca de la gestión Cristian Ritondo, incluso lo hizo el propio Mauricio Macri. Pero no es la única cualidad que resaltan los amarillos, también aparecen la experiencia y la vocación por el cambio. Discurso de campaña reloaded.

“Las charlas q tengo con Mauricio Macri son para construir un espacio político para una Argentina grande nuevamente”, dijo el presidente Javier Milei en Radio Mitre el sábado, desterrando por completo la imposibilidad de no encarar esta discusión y agregó que van a "explorar un acuerdo con el PRO". Todavía se desconocen los alcances de ese pacto, si sólo será parlamentario y en ambas Cámaras o sólo en Diputados, o si también llegará al Gabinete, para el que ya suenan algunos nombres amarillos.

Cuando llegue el momento, se dijo desde la atareada cámara de Diputados, se tomará la decisión que consideren que le hace mejor al país. Patriotismo. De suceder, el PRO Avanza - o el nombre que elijan - quedará lejos (pero menos lejos que ahora) de Unión por la Patria. Los bloques voluminosos son útiles para muchas cosas, entre ellas el reparto de sillas en comisiones, algo que sucederá en marzo.

¿Qué hace falta para que esto suceda y cuándo podría suceder? Es un trabajo lento pero, está claro, no comenzó el viernes. La idea de un co-gobierno tiene varios meses de pensada. Para la fusión total, en el PRO se vio la necesidad de ordenar el partido. El espacio amarillo está dividido - pese a la unidad mostrada - en tres sectores, el larretista que se referencia en Horacio Rodríguez Larreta; el bullrichista que lo hace en Patricia Bullrich y el macrista, en Macri.

Esa división debería encontrar un final en las próximas semanas, o es el plan. Se trabaja para que Bullrich y Macri puedan encontrar puntos en común que los vuelvan a acercar y forzar un retiro voluntario de Larreta, sin lugar para el consenso ni para manejar la conducción del PRO con figuras nuevas que respeten su visión.

A fin de mes podría estar la decisión larretista. Y si Macri y Bullrich logran unirse nuevamente - probablemente en forma circunstancial -, el camino quedará allanado para avanzar en acuerdos políticos. Por eso, el pacto con La Libertad Avanza "se está conversando" y es lo que "va a pasar en algún momento", según se confió en el bullrichismo.

El hecho de que Larreta no quiera o no se vea conducido por Macri y, mucho menos, co-responsable de la gestión de Milei le facilita la acción a los halcones. El ex jefe de Gobierno quiere volver sobre el concepto de diálogo y consenso, pero Martín Menem ya le dijo que no hay lugar para esa posición y el ex presidente decidió repostear una publicación en la que se refuerza la idea de romper con lo conocido para arrancar de cero. Bullrich dijo que no transan. El perfil está claro.

Larreta quiere que un intendente o gobernador, joven, novedoso, con ideas frescas, llegue a la conducción del PRO. Pero ya se desplegó un operativo clamor para que ese espacio lo acapare Macri. El ex jefe de Gobierno no quiere estar en un espacio comandado por él, como tampoco en un espacio que esté atado a la suerte del Gobierno.

De irse, como esperan que suceda, el macrismo se habrá sacado de encima al radicalismo, a la Coalición Cívica - espacio que los irritaba bastante porque les sacaba lugares en las listas - y también al dialoguismo interno. 

Si el ex jefe de Gobierno se va del PRO, se esperan algunos movimientos. No se iría solo, la gran pregunta es con cuántos. Al menos en Diputados se calculó que serán pocos o "ninguno" los que decidan retirarse con Horacio. Desde el bullrichismo se interpretó que la mayoría tiene algo por qué quedarse en el espacio que comanda Ritondo. Envalentonados.

Por Carla Pelliza / El Destape

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