Qué es la afantasía, el trastorno que impide crear imágenes mentales
La posibilidad de imaginar ha caracterizado a la mente humana desde el inicio de la historia. Las artes como la literatura, pintura y escultura dan testimonio del potencial de la creatividad. Pero ¿qué sucede cuando la capacidad de crear imágenes mentales desaparece por completo? Esto es lo que sucede con la afantasía, una condición que padecen entre el 2 y el 5% de la población en el mundo, de acuerdo a una investigación publicada en la revista de neurociencia Cortex.
En la actualidad hay hallazgos recientes en los estudios pioneros y las investigaciones de científicos como Adam Zeman y Joel Pearson, así como las perspectivas de tratamiento y posibles mejoras para aquellos que viven con este trastorno que afecta incluso la forma en que se perciben los sentidos y se forman algunos conceptos respecto a la música.
Uno de los efectos colaterales de la afantasía conlleva la dificultad de recordar algunos momentos de la vida personal, incluso a las personas que estuvieron alrededor cuando sucedió un evento significativo. La memoria y su efectividad para recrear hechos disminuyen considerablemente, de acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Scientific Reports.
La afantasía: una ausencia de imágenes mentales
La afantasía es una condición en la que las personas pierden la capacidad de crear imágenes mentales. En otras palabras, aquellos que la padecen son incapaces de visualizar objetos, lugares, personas o cualquier otro elemento en su mente. Este trastorno ha sido objeto de interés para científicos y profesionales de la salud mental, ya que desafía nuestras suposiciones sobre la mente humana y sus capacidades.
Según Alexei Dawes, de la Escuela de Psicología de la Universidad de Nueva Gales del Sur en Australia, la afantasía plantea preguntas fundamentales sobre la forma en que las personas observan el mundo y cómo interactuamos con él a través de la imaginación. Hasta hace poco, se creía que esta condición se limitaba a la ausencia de imágenes visuales en la mente. Sin embargo, los hallazgos más recientes sugieren que va mucho más allá.
Para comprender mejor la afantasía y sus implicaciones, Alexei Dawes y su equipo llevaron a cabo un estudio sin precedentes. En este estudio participaron 250 personas con afantasía, lo que lo convierte en la mayor investigación sobre el tema hasta la fecha. Los resultados del estudio, publicados en la revista científica antes mencionada, revelaron que el trastorno también se asocia con cambios generalizados en otros procesos cognitivos cruciales.
Según Dawes, las personas con afantasía informaron tener una reducida habilidad para recordar el pasado, imaginar el futuro e incluso soñar. Esto sugiere que afecta no solo a la capacidad de visualización, sino también a la memoria y la proyección mental. Un hallazgo sorprendente fue que el 26 por ciento de los participantes en el estudio informaron una falta de imágenes multisensoriales. Esto significa que no solo tenían dificultades para imaginar visualmente, sino también para imaginar sonidos, tacto, movimiento, gustos, olores y emociones.
Adam Zeman y la historia de la Afantasía
La historia de la afantasía comenzó a llamar la atención de la comunidad científica gracias al trabajo de Adam Zeman, un neurólogo británico que en 2005 se encontró con un paciente que afirmaba haber perdido la capacidad de evocar imágenes mentales después de un procedimiento quirúrgico. Este encuentro marcó el inicio de una investigación que se ha expandido a lo largo de los años.
Desde ese primer paciente, Zeman y sus colegas han sabido de más de 12,000 personas que afirman carecer de una “cámara mental”. Zeman y su equipo estiman que decenas de millones de personas en el mundo pueden padecer esta condición; de hecho, en 2010 informó de un hombre de 65 año que se volvió incapaz de evocar imágenes tras una angioplastia coronaria para suministrar suficiente sangre al corazón, de acuerdo con una publicación en la revista Cortex.
Al contrario de estos hechos, millones más experimentan imágenes mentales extremadamente intensas, lo que denominan hiperfantasía. Las investigaciones más recientes de Zeman y sus colegas se han centrado en comprender cómo surgen estos trastornos en el cerebro y cómo las conexiones entre las regiones cerebrales pueden influir en la capacidad de imaginar. También están explorando cómo algunas personas con afantasía pueden experimentar otros sentidos, como el sonido, de manera vívida en sus mentes, a pesar de la falta de imágenes visuales. Esto sugiere que el cerebro humano es extremadamente adaptable y complejo en su procesamiento de la información.
Síntomas y tratamientos de la Afantasía
Identificar la afantasía puede ser un desafío, ya que es la propia persona quien suele reconocer su dificultad para imaginar visualmente.
Los síntomas comunes de esta condición incluyen: dificultad para imaginar objetos, escenas o personas en la mente, problemas con la memoria visual, dificultad en tareas que involucran la creación de imágenes mentales, como el dibujo artístico, limitaciones en la lectoescritura, especialmente en la descripción visual de situaciones o personajes, de acuerdo con la revista antes mencionada.
El diagnóstico de la afantasía generalmente se basa en la autoevaluación de la persona y la identificación de estos síntomas. El reconocimiento de esta condición ha sido un proceso gradual, y la creación de comunidades en línea, como Aphantasia Network, ha brindado un espacio para que las personas compartan sus experiencias y descubran que no están solas en esta experiencia única.
Aunque aún se carece de un tratamiento específico para la afantasía, ya que no se considera una enfermedad o trastorno mental en el sentido tradicional. Sin embargo, algunas personas con esta condición han reportado mejoras en su capacidad de imaginar a través de prácticas de visualización y ejercicios de estimulación mental. Estos métodos pueden incluir la descripción verbal detallada de imágenes y la práctica regular de crear imágenes mentales. Es importante destacar que las mejoras pueden variar de persona a persona y no son garantía de recuperar la capacidad de visualización completa.
Nota:infobae.com