Una sociedad justa y democrática que beneficie a todos: por eso luchan los palestinos

Actualidad - Internacional 23 de mayo de 2023
palestina_g77_china

Para nosotros, los palestinos, el 15 de mayo marca el 75 aniversario de la “Nakba” (la "catástrofe" de 1948), durante la cual cerca del 70% de la población palestina se vio desplazada a la fuerza y 500 comunidades quedaron aniquiladas por completo, además de las matanzas cometidas por las milicias sionistas.

La “Nakba” de 1948 supuso la destrucción del modo de vida de la población autóctona palestina y la creación del Estado de Israel. En la guerra de 1967, otro importante punto de inflexión, Israel ocupó el 22% restante de la Palestina histórica.

Sin embargo, al hacerse con el control de Cisjordania y la Franja de Gaza, Israel unificó inadvertidamente a los palestinos, que se unieron en una lucha común por la libertad, la autodeterminación y el derecho a regresar a las tierras de las que tantos se habían visto obligados a huir violentamente. Algunos dirigentes israelíes avisaron incluso de las consecuencias de mantener la ocupación militar de Cisjordania y la Franja de Gaza.

La ocupación ilegal israelí se transformó gradualmente en un sistema de apartheid. De acuerdo con Ronnie Kasrils, uno de los líderes judios de la lucha contra el apartheid, miembro además del gobierno de Nelson Mandela, el apartheid israelí en Palestina es incluso peor que el que existía en Sudáfrica.

En él se incluyen los asentamientos coloniales ilegales apoyados por fanáticos nacionalistas religiosos como el ministro de seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, y el ministro de finanzas, Bezalel Smotrich, el cual se ha referido abiertamente a si mismo como “homófobo fascista”. La ocupación llevó al apartheid y el apartheid ha producido fascistas.

En 1993, los dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) aceptaron la creación de un Estado en el 22% únicamente de la Palestina histórica. Pero, tal como hemos aprendido amargamente con la experiencia de los Acuerdos de Oslo, el compromiso de los palestinos no ha mejorado la situación de nuestro pueblo.

Treinta años después de la firma del acuerdo de Oslo entre la OLP e Israel, la "solución de los dos Estados" está muerta debido a la continua colonización y a la anexión de facto de tierras palestinas por parte de Israel.

En ello entran docenas de asentamientos ilegales, la construcción de un muro de segregación (construido en su mayor parte sobre tierra palestina) y un discurso político israelí que insiste en que habrá sólo un Estado -un "Estado judío"- entre el río Jordán y el mar Mediterráneo.

Está claro que los acuerdos de Oslo ya no son viables y que la Autoridad Palestina (AP), debilitada y deslegitimada por Israel, está aislada y es muy impopular entre la población palestina en general.

A pesar de todas estas dificultades, la generación palestina más joven está decidida a continuar con la lucha por la libertad. Un número creciente de palestinos cree que la única solución que queda es un único Estado democrático en toda la Palestina histórica, sin ocupación, apartheid ni discriminación.

Durante décadas, ha habido líderes y activistas palestinos que han pedido la creación de un único Estado democrático en Palestina en el que judíos y palestinos puedan convivir en igualdad de derechos.

En los últimos años, aun cuando la consolidación del apartheid por parte de Israel se ha hecho cada vez más flagrante, Europa y los Estados Unidos han seguido presionando a los palestinos para que acepten una solución de dos estados que perpetúa la desigualdad y el sufrimiento, sin tener en cuenta nuestro derecho a la autodeterminación y sin ningún esfuerzo serio por detener la construcción de asentamientos.

Nada puede justificar un colonialismo de pobladores que perjudica tanto al pueblo palestino como al judío. Frente a un proyecto dirigido a la eliminación de los palestinos como nación, hemos seguido resistiendo, decididos a no renunciar a nuestra patria.

Seguimos comprometidos con la lucha por la libertad y por la creación de una sociedad justa y democrática que beneficie a todas las personas sin discriminación.

Hoy, 75 años después de la Nakba, son más de seis millones los refugiados palestinos que no pueden regresar a su patria. Mientras tanto, el número de palestinos en la tierra de la Palestina histórica es al menos igual al número de israelíes judíos.

Este doloroso aniversario, así como la horrenda realidad actual, deben obligar a los responsables políticos occidentales y a los líderes de la sociedad civil a pensar fuera de anquilosados paradigmas. No podemos cambiar el pasado, pero la única solución para un futuro después del apartheid es un único Estado democrático en el que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos y los mismos deberes.

Por Mustafa Barghouti / Líder de la Iniciativa Nacional Palestina, cofundada en 2002 con Haidar Abdel-Shafi, Edward Said e Ibrahim Dakkad, fue delegado en la Conferencia de Paz de Madrid en 1991. Es miembro del Consejo Legislativo Palestino desde 2006 y del Consejo Central de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP). Estudió medicina en la Unión Soviética y Jerusalén, creando en 1979 un grupo de médicos la ONG Union of Palestinian Medical Relief Committees, y se graduó en administración de empresas en la Universidad de Stanford. * Sin Permiso

Te puede interesar

Ultimas noticias

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email

                  02_AFARTE_Banner-300x250

--

                

Te puede interesar