Si no se discuten salarios, para los trabajadores ya fue todo

Actualidad 02 de mayo de 2023
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Al amparo de los dichos de Arturo Jauretche sobre mantener la sonrisa y la alegría para la compulsa que fuere, vale empezar con el humor de un amigo en modo de alegoría: “Le preguntaron al Capitán Frío si se animaba a congelar los precios en la Argentina. El malhechor respondió que prefería volver al combate con Batman, aún cuando ese lance le asegurara -de máxima- una derrota digna”.

No hace falta ser experto en estadística y sí tener a mano los libros de la buena memoria para arribar a la certeza de que congelar salarios y precios falló siempre. Unos se fijan con exactitud, los otros son una meta aspiracional. No es el único trazo que deberá hilvanar el ministro Sergio Massa, con gremios y empresas, sobre una maqueta similar al Consejo Económico y Social que el actual Gobierno no pudo, no supo o no quiso concretar con empresarios, sindicatos y  movimientos sociales.

Entonces, así como el público se renueva, la crisis argentina suma estaciones y gravedad. Lo remarcan economistas refiriendo en trazo veloz a la pandemia, la guerra Rusia-Ucrania y la recesión local entre otros detonantes. El triunviro cegetista Héctor Daer dio una pauta alternativa, en noviembre de 2019, cuando le señaló a este diario que "las empresas tienen que sostener sus costos por volumen y no por precios”.

Por estas horas, Daer evita cualquier comentario al respecto, pero en su entorno asumen con tristeza que “nadie la tomó y era más que una buena idea, porque Héctor habló de un eje a desarrollar junto con otras metas dentro de un plan de Gobierno. Fijate que Cristina habló en La Plata de eso, de un programa”, le deslizaron a este medio.

Es posible y sería positivo

Con desarrollo más técnico, Hernán Herrera, docente UBA, Flacso e investigador de Fundus, lo explica así: “Hoy existe una mayor producción que en 2019, tanto en las empresas grandes y casi todas las pymes, salvo algún amesetamiento pero en valores altos no obstante. La misma escala debe proveer las mayores ganancias sin apropiarse de una diferencia marginal mayor por producto, como está pasando ahora”. A criterio de Herrera la visión de Daer tiene asidero: “Sería una solución para frenar la inercia inflacionaria, con lo cual habría una buena base para pensar en mayores salarios, un porcentaje en torno a los 20% para las industrias y un poco más para los servicios. Es un camino para negociar que las ganancias no sean voraces y se puedan recomponer los sueldos”, refrendó Herrera.

¿Es la única variante, esencial para que no sea un drama o una utopía comprar alimentos y artículos de primera necesidad en los supermercados para clase media y pobres lo que sostuvo Daer? No, es una parte. Pero la distribución del ingreso tiene pendiente su discusión obligatoria en la Argentina. Aunque las alas de esta pulseada ofrezcan en la mitad de la cancha al poder real y en la otra, a sectores políticos, intelectuales, sindicales y hasta pymes, siempre “bajo sospecha” de populismo.

No es viable

El economista y director de EPyCA Consultores, Martín Kalos, le dijo a este diario que la cuestión de acomodar la renta empresaria como salida a un presente mejor, no se puede concretar a corto plazo. El analista remarcó en primer lugar que la situación actual es muy distinta a 2019. “Había una crisis entonces, pero no todavía una pandemia y tampoco la falta de capacidad de recuperación que se demostró luego. Porque la mejoría parcial se interrumpió por la recesión en la que estamos ahora". "Dicho esto -concedió-, en una economía que crece las empresas más grandes tienden a disminuir el costo marginal unitario. Obviamente se pueden mantener las ganancias por escala de volumen y no por precios, en un mundo ideal”. 

“¿Qué sería a lo que aspiramos? Una expansión del volumen que incluso determinara la baja de precios, donde las empresas de la Argentina serían más competitivas en el escenario mundial. Por ende no sólo se dependería menos de los costos locales sino también del tipo de cambio, de las barreras arancelarias aquí o en otros países a la hora de ser competitivos”, sostuvo. Kalos advirtió que el “escenario ideal no existe en países con crisis históricas y perpetuas donde no hay una posibilidad de crecimiento sostenido sino todo lo contrario. La Argentina hoy tiene un PBI por cápita menor a 2012. Tampoco recuperó los niveles de actividad económica de 2018 y reitero, está en una recesión. Me refiero a 2018 porque allí comienza el grueso de la crisis que hoy todavía estamos transitando. Por lo tanto, es muy difícil considerar que pueda ser posible que las empresas tengan que sostener sus costos por volumen y no por precios”, analizó.

A propósito de los economistas opinantes, una referencia que va más allá de la nota de color. Herrera y Kalos representan, con matices propios y en la diversidad, una mirada más amable al flanco que promueve la ponderación de trabajadores y trabajadoras más allá de los números. Se infiere incluso que en la vereda de más liberal estarían libres de algunas alternativas que superan algún destrato por vía de la redes sociales. No obstante, marcan sendas y hacen docencia.

Textuales, a viva voz o de puño y letra

Como epílogo además de resaltar que la propuesta de Héctor Daer no fue tomada con entusiasmo por el actual Gobierno, en su adicción periódica al autoflagelo y la excesiva moderación de la moderación, para poner en alguna caja posible la voracidad de renta de los grupos concentrados. Ofrecemos aquí entonces algunos dichos que variopintos referentes del campo sindical, social y político nos ofrecieron en diversas notas.

"Los empresarios tienen ganancias récord pero quieren trabajadores pobres", aseguró José Voytenco titular de UATRE en pocas palabras y estilo directo. El secretario general de la Asociación Bancaria (AB) Sergio Palazzo enfatizó por su parte que la negociación colectiva no sólo comprime porcentajes y mejoras de condiciones de labor. “No se equivoque, esto no es sólo por plata. ellos siempre vendrán a buscar o sumar más poder. Van a atacar con mayor intensidad cuando les toca ser gobierno con políticas afines al establishment”.

Y para el capítulo sobre focus group, tecnologías y pospandemia, Carina López Monja, referenta del Frente Popular Darío Santillán y el Frente Patria Grande fue precisa. “Algunos creen eso de que 'son sus propios jefes', como emprendedores. Entramos en un proceso en el mundo del trabajo que es muy complejo y si no logramos construir herramientas para que eso no se vaya cristalizando, consolidando, el escenario va a ser mucho peor”.

Por Luis Lautulan * BaeNegocios

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